Comodoro Rivadavia: el terrible nocaut a un joven en una pelea a la salida del boliche
Un impactante video que se viralizó en las redes volvió a poner en agenda la violencia juvenil en la noche de la ciudad. Fue en la previa del Día del Amigo.
Un video que circuló en los últimos días por las redes sociales volvió a dar testimonio del problema de las peleas entre jóvenes en la noche de Comodoro Rivadavia. Las imágenes registra una escena de alta violencia que se presentó el último sábado a la noche.
En esa ocasión, durante la previa del convocante Día del Amigo, se desató una riña entre un grupo de jóvenes que alteró la calma en la intersección de la Avenida Rivadavia y calle Alvear, en inmediaciones de una conocida estación de servicio y habitual punto de encuentro en la movida nocturna de la ciudad petrolera de Chubut.
Según muestran las imágenes captadas por un testigo del episdodio, la confrontación fue intensa y, en un momento, uno de los involucrados cayó al suelo impactando fuertemente su cabeza contra la vereda.
Desvanecido boca arriba, todavía habría de recibir un golpe más. En el fragor de la batalla, otro muchacho se acercó y -acaso sin siquiera advertir su estado de inconsciencia- asesta otra trompada en medio de la cara de su oponente, que no puede moverse y ni acusa el violento impacto: está noqueado en el piso.
En el fondo, se ve a un chico casi arrastrar a una joven que esté en el piso, en medio de la calle, mientras los conductores de los autos detenidos a cero tocan insistentemente bocina.
En ese momento, entre los que participaban de la pelea y la multitud que miraba en ronda alrededor, empezó a surgir la preocupación. Enseguida, amigos del chico caído acudieron para asistirlo, mientras otros empezaban a tratar de calmar la situación.
Lo cierto es que el tremendo golpe de nocaut marcó el final de la trifulca y los jóvenes que estaban en el lado opuesto de quien lo recibió, probablemente al notar las graves consecuencias, se alejan rápidamente.
En los últimos instantes de la filmación, se ve correr a algunas chicas visiblemente preocupadas, mientras otros muchachos le levantan las piernas al joven desmayado, que no reacciona.
El sitio donde ocurrió el hecho tiene una larga tradición como punto de encuentro, especialmente tras el cierre de dos boliches de la ciudad. Allí, los jóvenes se reúnen para interactuar o aguardar la llegada de taxis, remises o servicios de transporte como UBER.
Así fue el último sábado, justamente en vísperas del Día del Amigo, una fecha que suele convocar a reunirse y festejar, y en la que la violencia en la noche de Comodoro otra vez dejó su huella.
Fiesta clandestina en Comodoro Rivadavia
No fue el único episodio violento en esa ocasión festiva. Ya en la madrugada del domingo, tras denuncias de vecinos, la policía intervino para desalojar una fiesta clandestina que se realizaba en una Unión Vecinal del barrio Quirno Costa, con una concurrencia estimada de alrededor de 100 personas, muchas de ellas menores de edad.
Según informó a ADNSUR el titular de la Comisaría Cuarta, Walter Cornelio, el operativo se llevaba de forma normal luego de pedir refuerzos por la cantidad de asistentes que se detectaron en el lugar, que superaba la capacidad de acción de los policías que llegaron primero.
"Se notaba que había muchos menores en estado de intoxicación alcohólica", precisó el comisario.
Una vez iniciado el desalojo, todo se desarrolló en condiciones medianamente normales, hasta que en determinado momento, "una vez afuera un grupito de menores empezó a arrojar elementos contundentes contra los empleados policiales", detalló el jefe policial.
Controlado el incidente, el operativo se prolongó un poco más de la cuenta porque muchos jóvenes se quedaban merodeando la zona, ya que no querían retirarse y esperaban la oportunidad de volver al lugar.
Finalmente, con personal municipal que intervino para labrar las actas correspondiente y clausurar el lugar, se realizó una inspección que sorprendió a los uniformados: en el lugar encontraron tres armas blancas de construcción casera, popularmente conocidas como "facas", que estaban escondidas afuera del inmueble, atrás de los medidores de gas.
"Se ignora quienes las dejaron ahí, pero presumimos que era gente que concurrió al establecimiento", aseguró Cornelio.
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