En el empate 1-1 entre Central Córdoba y el Pincha, el volante chileno disputó más de 30 minutos y se mostró feliz por su regreso. "Es como volver a debutar", sentenció entre risas.
Después de 276 días, Javier Altamirano regresó a las canchas vistiendo la camiseta de Estudiantes: el mediocampista chileno, que había sufrido convulsiones en un partido correspondiente a la Liga Profesional frente a Boca en marzo, se recuperó favorablemente de una afección en el cerebro y disputó más de 25 minutos en el encuentro entre el Pincha y Central Córdoba de Santiago del Estero. El 1-1 final -con goles de Rodrigo Atencio y Alexis Manyoma- fue anecdótico y el volante recibió, a modo de reconocimiento, el premio al mejor jugador del cotejo.
El trasandino se mostró activo a lo largo del compromiso, pero no pudo desnivelar en un clima hostil: ocurre que el termómetro marcaba 39 grados en el momento en el que se desarrolló el pleito. De todas formas, el joven de 25 años se mostró feliz por haber podido retornar al campo de juego y destacó la actitud de la dirigencia del cuadro platense, que lo acompañó mientras realizó la correspondiente rehabilitación durante ocho meses.
"La verdad es que siempre supe y tuve en mi mente que iba a regresar. Fue solo una pausa. Me lo tomo con gracia porque ya pasó. Pero en Tucumán había hablado con el cuerpo técnico de que este era un partido para reintegrarme a lo que es esto", sentenció el futbolista en zona mixta. Al mismo tiempo, contó cuáles fueron las sensaciones que lo embargaron cuando Eduardo Domínguez lo convocó para reemplazar a José Sosa.
"Ya di el primer paso"
"Ya el partido pasado era opción, pero es como volver a debutar. Ya di el primer paso que es sumar minutos. Hay que pensar en positivo y en lo que viene. Juego para ser feliz. Le quiero decir muchas gracias al país por preocuparse siempre, a Chile también. Sé que el premio es más que nada por la vuelta", declaró Altamirano, risueño y plenamente recuperado de la "trombosis en el seno longitudinal superior" que lo tuvo a maltraer.
En aquel fatídico juego ante el Xeneize, en el que se produjo el percance que asustó a todos, los compañeros del mediocampista y el plantel completo del elenco azul y oro exigieron el ingreso rápido de una ambulancia, que se llevó al jugador al instante. Incluso, futbolistas del conjunto local, como Enzo Pérez, rompieron en llanto por el hecho. Por supuesto, el árbitro Fernando Echenique suspendió el partido, que continuó un mes después, con victoria pincharrata por la mínima.
El accidente que Altamirano protagonizó en octubre
Afortunadamente, comenzó a llegar información inicial auspiciosa vinculada al estado del oriundo de Talcahuano: tras recibir atención médica, el joven de 24 años recuperó la consciencia y pudo entablar conversaciones con los profesionales de la salud sin inconveniente alguno. En agosto, el chileno pudo volver a los entrenamientos, aunque en octubre fue protagonista de un accidente automovilístico camino a una práctica.
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