Rolando Figueroa recordó su encuentro con el papa Francisco y un pedido que quedó trunco
El gobernador Rolando Figueroa tuvo una audiencia con el pontífice en Roma, a poco de ganar las elecciones provinciales. De qué hablaron.
En el contexto del duelo nacional por la muerte del Papa Francisco, el gobernador Rolando Figueroa recordó su figura y compartió algunas remembranzas de su encuentro con el pontífice fallecido, cuando tuvo una audiencia con él en Roma, a poco de ganar las elecciones provinciales. Y se esperanzó con que el nuevo líder de la Iglesia Católica mantenga la misma premisa de Francisco I, cercano con la gente.
"La verdad que a veces me parece increíble como una persona tan influyente, los argentinos no lo hayamos valorado como alguien de nuestro país, como hermanos de una misma patria", señaló el mandatario provincial tras la inauguración del asfalto en la ruta provincial 39, que une Andacollo con Huinganco, en el Alto Neuquén
"Y muchas veces eso genera estos dolores, que yo creo que él se murió sin haber podido visitar su tierra como Papa. O sea, la persona de Francisco, lo que debe haber vivido, de qué manera debe haber vivido esa muerte. Eso más que nada me llamó a la reflexión", dijo sobre el sumo Pontífice, que falleció este lunes, y que durante sus 12 años de Pontificado no regresó a la Argentina para evitar que su figura profundizara las diferencias políticas en una nación ya polarizada.
"De mi punto, bueno, algo que nos quedó trunco, yo creo, a los neuquinos también, fue que yo había hablado con él de la santificación de Ceferino. A él le había agradado mucho y me dijo, 'sí, es un buen muchacho y lo tenemos que lograr'", recordó el gobernador sobre su visita a Roma, en 2023, pocos días después de su triunfo en las elecciones del 16 de abril.
"Ese es un punto que a mí, de manera personal y como neuquino también, nos quedó trunco", señaló, aunque agregó que son muchos los aspectos que quedaron de su legado. “Vaya si realizó muchas luchas desde el Vaticano con poderosos”, indicó el gobernador y agregó que el país contó con “un Papa argentino y varios argentinos se daban el gusto de criticar a uno de los nuestros, que era la persona más influyente del planeta”.
"Ojalá que el cónclave en la Capilla Sixtina nos lleve a tener un Papa que contribuya a una iglesia abierta, a una iglesia moderna, que viva los momentos actuales, que sea muy cercana a la gente, que es la misma que quería vivir Francisco", aseguró.
Duelo provincial por la muerte del Papa Francisco
La provincia de Neuquén adhirió al duelo nacional por 7 días tras el fallecimiento del Papa Francisco, el primer latinoamericano y argentino en conducir la Iglesia Católica. De esta forma, las Banderas Nacional y Provincial permanecerán izadas a media asta en todos los edificios públicos provinciales y, además, se realizará un minuto de silencio en todos los actos públicos durante el duelo declarado.
Este martes, durante la inauguración del asfalto en la ruta provincial 39, se cumplió el protocolo establecido, por lo que todos los presentes mantuvieron un minuto de silencio después de cantar los himnos. Lo mismo se repitió durante otras actividades públicas en la región del norte neuquino, donde se celebraron los aniversarios de distintas localidades.
Durante su discurso en Huinganco, el gobernador recordó la figura del Papa y, sobre todo, de la importancia de reconocer a los compatriotas que llegan a posiciones influyentes. Recordó las críticas de otros argentinos durante el pontificado de Francisco e instó a la comunión que pregonaba el Pontífice. Así, comparó esa búsqueda de unión con la que persiguen los habitantes del Alto Neuquén, y que será más sencilla ahora a partir de las mejoras en las vías de conectividad de la zona.
El rol de Ceferino, el santo mapuche
La Iglesia Católica beatificó a Ceferino Namuncurá en noviembre de 2007, aunque el joven mapuche es considerado un santo popular en la Argentina desde hace décadas. Su figura se recuerda sobre todo en la Patagonia, ya que Ceferino nació en Chimpay, en Río Negro, hijo de un cacique mapuche y una cautiva chilena. Fue aspirante al sacerdocio y murió a los 18 años en Roma, por una tuberculosis.
Desde 1930 se comenzó enaltecer la figura del joven, reconocido como un "indiecito santo", por lo que muchos fieles le rezaban y le pedían favores. Su rostro comenzó a circular en estampitas y ganó mayor reconocimiento público. También se comprobó su intercesión en algunos milagros, lo que permitió que la Iglesia Católica, bajo el liderazgo de Benedicto XVI lo considerara beato.
Aunque Ceferino fue sepultado primero en la capilla de Fortín Mercedes, en el sur de la provincia de Buenos Aires, en 2009 sus restos fueron restituidos a su familia, por lo que ahora descansan en San Ignacio, una comunidad mapuche a 60 kilómetros de Junín de los Andes, en la provincia de Neuquén.
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