Tras una desesperada búsqueda, su hermano dio señales: lo que se sabe

En menos de 24 horas, la difusión pública de una desesperada búsqueda dio resultados. Carolina pudo saber cómo está su hermano Jorge Adrián Albornoz, de quien no tenía noticias desde septiembre de 2024, cuanto mantuvo el último contacto telefónico.

El joven, procedente de Tucumán, había regresado en Neuquén en busca de un trabajo. Era la segunda vez que intentaba echar raíces en esta provincia, luego de un primer intento fallido, cuando perdió su fuente de trabajo en una empresa petrolera.

En septiembre de 2024, volvió con muy poco dinero y consiguió trabajo como sereno. En el último contacto telefónico que mantuvo con Carolina por mensajes de Whatsapp llegó a manifestarle que estaba bien. Ella le pidió que se cuide. Sin embargo, luego el tiempo fue pasando y ya no tuvo novedades.

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Lo primero que le generó preocupación fue advertir que su foto de perfil no le aparecía. Más tarde, que sus mensajes de texto no le llegaban. Los meses fueron pasando y su temor fue mayor.

Durante la tarde del miércoles, la mujer apeló a los medios de comunicación masiva para viralizar la búsqueda de su hermano con la expectativa de que la gente se pueda solidarizar con ella y aportar datos. Fue así que en menos de 24 horas, personas que lo habían visto o lo conocían se comunicaron con ella, hasta que pudo dar con él.

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"Ya me comuniqué con mi hermano. Está trabajando mucho. Lo más importante es que está bien, así que más tranquila", confirmó Carolina, en diálogo con LMNeuquén.

Supo que su hermano había dejado de comunicarse con ella porque cambió su teléfono. "Está trabajando en la ciudad de Neuquén. Gracias a todas las personas que lo vieron y me llamaron", concluyó.

La odisea de otros

Se multiplican las historias de jóvenes que llegan a la provincia con la ilusión de encontrar un trabajo y salir adelante, atraídos por la promesa del oro negro y el efecto que genera Vaca Muerta en el país. Lamentablemente, las ilusiones de estos argentinos empobrecidos se diluyen en pocos días cuando al llegar a Neuquén, lo que parecía un paraíso de trabajo genera grandes contratiempos en sus vidas, comenzando por la dificultad de encontrar un alquiler.

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Para esto, ya dejaron atrás su lugar de pertenencia y tal vez se consumieron todos sus ahorros. En el mejor de los casos, encuentran trabajos temporarios y precarizados que no facilitan una estabilidad e ingresos sustentables. Varios terminan en situación de calle, buscando refugio en zonas de acceso público como los andenes del Tren del Valle, alguna esquina piadosa, la terminal de ómnibus y otros sitios de la ciudad neuquina.

Posiblemente, varios de los jóvenes que vemos limpiar vidrios en las intersecciones de la Avenida Mosconi puedan contar la historia de una esperanza rota o a medio camino de la realidad que imaginaron. Más cerca, en todo caso, de la calle, el peligro y las adicciones que están al alcance de la mano.