El termómetro marcó temperaturas extremas y dejó postales inusuales: aguas congeladas, escarcha sobre el césped y una ciudad marcada por el frío.
Neuquén amaneció este martes envuelta en una postal invernal que pocas veces se repite con tal intensidad. Las temperaturas bajo cero no solo obligaron a abrigarse más que de costumbre, sino que generaron escenas sorprendentes: sectores del río Limay con capas de hielo visibles, fuentes de agua congeladas y una sensación térmica que, en algunos barrios, rozó los -10°C.
Las imágenes captadas durante la mañana, por fotógrafos de LMNeuquén, reflejan con fuerza el impacto del clima extremo en la capital provincial. En las zonas de costa y la Isla 132, se pudo ver cómo la superficie del Limay presentaba placas de hielo formadas por la combinación del intenso frío y la baja velocidad del agua. Aunque no se trata de un congelamiento completo del cauce, las orillas exhibieron una cobertura blanca inusual que llamó la atención de los vecinos.
También en el centro de la ciudad, las fuentes ornamentales de plazas y bulevares aparecieron congeladas. El monumento a San Martín, ofreció un espectáculo poco habitual: agua solidificada, gotas suspendidas en el aire y formaciones de hielo que parecían esculpidas a mano.
El frío también se hizo sentir en lo cotidiano: autos cubiertos de escarcha, caños congelados y calles resbaladizas en las primeras horas del día. Las recomendaciones oficiales insisten en la necesidad de circular con precaución, usar ropa térmica adecuada y prestar atención a personas en situación de vulnerabilidad.
Mientras tanto, las imágenes del río Limay congelado y las fuentes transformadas en esculturas naturales se viralizaron rápidamente en redes sociales, como símbolo del crudo invierno patagónico. Lo que para algunos representa incomodidad o alerta, para otros se convirtió en una oportunidad para contemplar un paisaje que solo se da cuando el frío alcanza su punto más extremo.
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