La historia de la mascota de los Bomberos de Fernández Oro puso en agenda un problema común: el sobrepeso. Cuáles son los cuidados a tener en cuenta.
El caso de Marolio, el perro que adoptaron los Bomberos Voluntarios de Fernández Oro y que rápidamente se ganó el cariño de toda la comunidad, generó preocupación por su estado de salud. Su costumbre de recorrer los comercios gastronómicos en busca de comida lo llevó a tener un peso que ya le dificulta caminar. Ante esto, desde el cuartel pidieron que los vecinos no lo alimenten.
LMCipolletti decidió consultar a la médica veterinaria para tener en cuenta algunos tips para el cuidado de Marolio como de nuestros perros que tienen cierto grado de obesidad.
La médica, Georgina Ibáñez (M.P. 773), explicó que lo primero que se debe hacer frente a un perro con sobrepeso es realizar una consulta profesional. “Hay veterinarios especialistas en nutrición y cada caso es distinto. Depende mucho de la edad del animal, si tiene enfermedades previas o no”, señaló.
En ese sentido, aclaró que no es recomendable iniciar de golpe caminatas largas: “No está tan bueno que saquen de una a caminar a un perro que no camina y tiene sobrepeso, lo rompen. Hay que empezar de a poquito según el grado de obesidad que presente”.
La alimentación: qué evitar y qué incorporar
Ibáñez subrayó que mejorar la calidad de la comida es fundamental y que no hay que dejarse guiar solamente por las marcas comerciales. Entre los consejos que brindó, mencionó evitar alimentos como polenta o fideos, que suelen darse con buenas intenciones, pero no son saludables.
También advirtió que los vecinos no deben dar de comer ni agua a los animales en la calle. Esta práctica, además de contribuir a la obesidad, puede propagar enfermedades y generar problemas de territorialidad entre los perros.
En cuanto a los nutrientes recomendados, la especialista detalló que la base de la dieta debe ser proteínas de origen animal: carne de pollo, vaca, cordero, cerdo, vísceras, huevo o queso. A esto se pueden sumar algunas verduras y cereales como arroz, siempre en proporciones adecuadas y bajo supervisión veterinaria.
Si bien una dieta balanceada puede mejorar notablemente la calidad de vida de un perro con obesidad, Ibáñez advirtió que un exceso de suplementos también puede ser perjudicial. “Si las medidas son excesivas puede provocarse una hipercromatosis”, indicó, reforzando la importancia de ajustar las porciones y combinaciones según cada animal.
Marolio, un caso que visibiliza un problema común
El perro de los Bomberos de Fernández Oro hoy recibe cuidados especiales y el apoyo de la comunidad para mejorar su estado de salud. Su historia refleja una situación frecuente en muchas mascotas que, por exceso de comida o falta de actividad física, acumulan sobrepeso que puede derivar en problemas más graves.
La recomendación de los especialistas es clara: consultar siempre con un veterinario, cuidar la alimentación y promover la actividad física gradual, para que cada perro pueda llevar una vida saludable y plena.
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