Santo Tomás, epicentro de la alegría y la fiesta pirata para los niños
Unos 130 chicos disfrutaron de una tarde de juegos, sorpresas y comida organizada por la filial neuquina del club Belgrano de Córdoba.
La filial Patagonia Pirata del Club Atlético Belgrano de Córdoba volvió a mostrar su costado solidario en la provincia de Neuquén. El domingo pasado organizaron una gran celebración por el Día del Niño en Santo Tomás, que reunió a más de 130 chicos y a buena parte de la comunidad en una jornada marcada por la alegría y el compromiso social.
Cristian Salinas, médico del hospital Castro Rendón y vicepresidente de la filial, contó que el club incentiva a sus filiales realizar al menos tres actividades solidarias por año. “Nosotros ya habíamos participado a principio de año en la campaña de ayuda a los bomberos de El Bolsón durante los incendios y también colaboramos en Bahía Blanca después de las inundaciones. Ahora nos tocaba la tercera acción y decidimos poner el foco en Santo Tomás”, explicó en diálogo con LMNeuquén.
El dirigente destacó que la elección de los destinos busca descentralizar las actividades. “Neuquén capital suele tener propuestas por parte de organizaciones y municipios, pero hay localidades más pequeñas que no siempre tienen las mismas oportunidades. Por eso buscamos llegar a otros rincones. El año pasado fue en Plaza Huincul y este año en Santo Tomás”, agregó.
Santo Tomás, epicentro de la alegría
La localidad, que cuenta con unos 550 habitantes, fue escenario de una tarde distinta. Desde las 15 hasta las 18:30, los niños pudieron disfrutar de juegos, castillos inflables, metegol, música y actividades recreativas. Dos integrantes de la filial se disfrazaron de payasos y se encargaron de animar la jornada, entre risas, canciones y bailes.
La propuesta también incluyó la entrega de sorpresas, globos y golosinas, además de un espacio de alimentación saludable montado por el área de Salud de la comisión de fomento local, donde se ofrecieron frutas y agua para hidratar a los más pequeños. Vecinos y voluntarios prepararon tortas fritas, una tradición que no podía faltar, con insumos donados por distintas empresas.
“Fue una movida grande, salimos en caravana a las diez de la mañana desde Neuquén y también se sumaron socios desde otros puntos. Incluso un pirata viajó con su familia desde Bariloche para participar. Eso muestra la magnitud del compromiso”, relató Salinas.
El rol de los socios y las empresas
La filial Patagonia Pirata cuenta actualmente con unos 60 socios activos distribuidos en diferentes localidades. Ellos aportan una cuota mensual que se destina a financiar actividades solidarias. Sin embargo, el alcance de las acciones muchas veces depende también de colaboraciones externas.
“Algunas de las empresas que atiendo como médico laboral nos ayudaron con donaciones, incluso una de ellas nos prestó camionetas con combustible para trasladar los castillos inflables y todo el material. Fue fundamental esa ayuda, porque nos permitió garantizar que todo llegara a destino en tiempo y forma”, indicó Salinas.
La organización también hizo posible que los chicos recibieran camisetas de Belgrano, lo que despertó la emoción de muchos fanáticos del fútbol que tuvieron la oportunidad de llevarse un recuerdo especial.
La jornada tuvo un condimento extra: el clima. Tras varios días grises y lluviosos en la región, había preocupación sobre cómo se presentaría el domingo. “Muchos se guiaban por lo que pasaba en Neuquén capital, pero yo consulté con un amigo que trabaja en el aeropuerto y me aseguró que en la zona de Santo Tomás iba a estar tranquilo. Por suerte, el sol nos acompañó y todo salió espectacular”, celebró el vicepresidente de la filial.
Más que fútbol: compromiso social
Aunque la camiseta celeste de Belgrano es la bandera que los une, el grupo de socios entiende que el rol de una filial excede lo deportivo. “Para nosotros no se trata solo de seguir a un club, sino de dejar algo en la sociedad. Eso es lo que nos motiva. Belgrano tiene un fuerte compromiso social y nosotros lo replicamos desde donde nos toca”, remarcó Salinas.
En ese sentido, la filial busca cada año llegar a diferentes comunidades y acompañar a las familias con gestos que, aunque modestos, tienen un gran impacto. “Los chicos estaban felices, y eso es lo que nos queda. Para un pueblo como Santo Tomás, con pocos habitantes, este tipo de iniciativas significan mucho”, destacó.
La filial ya cumplió con las tres acciones sociales exigidas por estatuto, pero eso no significa que detendrán su trabajo. Según adelantó Salinas, ya están pensando en la tradicional cena de Navidad. “Desde hace varios años elegimos un barrio o una organización y llevamos la cena de Nochebuena. Es una forma de estar presentes y de que ninguna familia se quede afuera de una fecha tan especial”, contó.
El espíritu solidario de los piratas neuquinos no se limita a lo que ocurre en cada actividad. El viaje en caravana, la participación de familias que se trasladan desde otras ciudades, la colaboración de empresas y el esfuerzo de cada socio muestran que se trata de un trabajo colectivo. “Lo más lindo es que cada acción nos une más y nos demuestra que, cuando nos organizamos, podemos generar un impacto enorme”, reflexionó Salinas.
La jornada en Santo Tomás dejó no solo la sonrisa de más de 130 chicos, sino también la certeza de que el fútbol puede ser mucho más que un deporte: puede convertirse en una herramienta de inclusión, unión y esperanza.
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