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Un bebé le donó un corazón a otro: el milagro de dos historias neuquinas en el hospital Italiano

Un trasplante inédito salvó la vida de uno de los nenes neuquinos. Pero la historia familiar es más conmovedora. El dato en el DNI y la foto de un abrazo.

Felipe y Luca compartían la misma habitación en el hospital Italiano de Buenos Aires. Los unían las canciones, y las largas horas de las familias, entre angustias y anécdotas en común para pasar el tiempo. El milagro y la coincidencia dice que son dos neuquinos y que uno le salvó la vida a otro, por medio de un corazón que se convirtió en vida y ejemplo: de transformar un momento duro, una decisión generosa, en un acto de amor.

Estos dos bebés, el primero de apenas 1 año y el segundo de 2, vivían en la provincia de Neuquén, ambos sufrían complicaciones con sus órganos y terminaron en el mismo hospital.

Felipe Palagani tiene apenas 1 año y una historia que conmueve a todo el país por el relato de su familia. Es el primer paciente infantil en Argentina y América Latina en recibir un trasplante de corazón a partir de una donación en asistolia controlada. Es de un donante fallecido por un paro cardíaco irreversible, y no por muerte cerebral, como ocurre habitualmente.

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Paula Navarrete (madre de Luca) y Pamela Domínguez (madre de Felipe) en un abrazo conmovedor en el hospital Italiano.

Paula Navarrete (madre de Luca) y Pamela Domínguez (madre de Felipe) en un abrazo conmovedor en el hospital Italiano.

La historia tiene mucho más que esa anécdota científica, tiene una alma que hace llorar, de alegría, tristeza y orgullo. El corazón que le salvó la vida era de Luca Zarragud, un nene también de esta provincia. Luca tenía 2 años y por esas casualidades había compartido con Felipe la misma habitación del hospital. Todo un mensaje y una oportunidad de transformar ese momento en una historia ejemplar.

Trasplante en el hospital Italiano: la historia de Luca y Felipe

Felipe había sido derivado desde Neuquén por una miocardiopatía dilatada severa que le agrandó el corazón, a tal punto que ocupaba tres cuartas partes de su pecho. En cinco meses, su salud se deterioró para mal, sufrió un ACV, una parada cardíaca y debió conectarse a una máquina que suplanta el corazón y los pulmones. Hasta que se le colocó un Berlin Heart como puente al trasplante.

Felipe recibió un corazón de parte de Luca, su compañerito de habitación, de las historias familiares, las anécdotas y canciones en el hospital Italiano de Buenos Aires. Mientras tanto, en la cama de al lado, estaba Luca, unos meses mayor. Había recibido un trasplante de hígado, pero su cuadro se agravó por un citomegalovirus que le causó un daño pulmonar irreversible.

En ese espacio compartido, las madres de ambos niños, Paula Navarrete (madre de Luca) y Pamela Domínguez (madre de Felipe), tejieron un vínculo hecho de ternura, dolor y esperanza. Nadie imaginaba entonces lo que el destino les tenía preparado.

Cuando los médicos confirmaron que ya no había más estrategias posibles, los padres de Luca tomaron la decisión de donar los órganos de su hijo. Esa noche, el padre apoyó su mano sobre el pecho de Luca, sintió los últimos latidos de su corazón y entendió que aún podía seguir latiendo en otro cuerpo. El de su compañerito de cuarto en el hospital Italiano.

La oportunidad se alineó con una posibilidad médica inédita: el trasplante cardíaco pediátrico en asistolia, un procedimiento que el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) autorizó por primera vez en 2023 y que requiere una logística quirúrgica sumamente precisa por el escaso margen de tiempo entre el fallecimiento y la ablación.

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El trasplante de corazón a Felipe fue todo un éxito de parte de su compañerito de habitación en el hospital Italiano.

El trasplante de corazón a Felipe fue todo un éxito de parte de su compañerito de habitación en el hospital Italiano.

Según la crónica de Clarín, el 18 de junio a la madrugada comenzó el operativo. Primero llevaron a Luca al quirófano. Luego a Felipe. La médica que evaluó el corazón confirmó que era viable. Y entonces, en medio del silencio quirúrgico, la vida volvió a correr por las venas del pequeño Felipe.

Tras el trasplante, Felipe fue evolucionando. Le retiraron los drenajes, el marcapasos, y Pamela -su mamá- pudo volver a tenerlo en brazos, después de meses de cables, tubos y dolor contenido.

Un honor familiar: le sumaron el nombre a Luca (Felipe)

En honor a Luca, la familia Palagani decidió sumarle su nombre al de su hijo, ahora Felipe Luca, como forma de rendir homenaje a ese niño cuya vida se detuvo para que otra pudiera continuar. La foto entre las madres es verdaderamente emotiva. Dice mucho más que las crónicas.

En Argentina, hasta 2023, las donaciones de órganos sólo se realizaban tras muerte cerebral. En la donación en asistolia, en cambio, la parada cardíaca obliga a actuar en cuestión de minutos, pero permite ampliar el universo de posibles donantes, incluso en pediatría.

En la provincia de Mendoza hubo un caso de donación en asistolia en mayo último, cuando en el hospital Central se logró la extracción y trasplante exitoso de hígado y riñones, órganos que podrán beneficiar a pacientes en lista de espera.

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