La historia de Luca: Padece una enfermedad congénita, fue trasplantado de hígado y con 2 años lucha por su vida
Es de Plaza Huincul y nació con la enfermedad de atresia de vías biliares. Por complicaciones en su trasplante fue derivado de urgencia a Buenos Aires. Sus padres lanzaron una emotiva cadena de oración.
"Los órganos no van al cielo" es la frase más bonita y quizás más efectiva como forma “poética” para concientizar a todo el mundo sobre la importancia de la donación de órganos. Estos sin dudas pueden continuar sirviendo para un propósito vital en la tierra ya que hay personas que, lamentablemente, pierden la vida, pero a su vez hay un montón de guerreros y valientes que esperan salvar la suya y mejorar justamente su calidad de vida a través de un trasplante. Uno de ellos tiene apenas 2 años y con valentía, determinación y resistencia afrontó el desafío de esperar a recibir un órgano que le permitiera seguir sonriendo y jugando junto a sus padres. Se trata de Luca Ferragut, quien vive en la ciudad de Plaza Huincul con su papá Nicolás, su mamá Paula Navarrete y su hermanita Zoe de 4 años.
El pequeño nació el 20 de febrero de 2023. Todo transcurrió con normalidad hasta que a los dos meses recibieron la impactante noticia de que padecía una enfermedad congénita. Desde ese momento comenzó una dura batalla de acción y decisión y sobre todo de valentía tanto de Luca como de sus progenitores para actuar con coraje y firmeza para enfrentar lo que el destino les había puesto en el camino.
“Luca tiene 27 meses y a los dos meses de nacido nos enteramos que tenía una enfermedad llamada Atresia de Vías Biliares y que llegado el momento iba a necesitar un trasplante de hígado. Provisoriamente le hicieron una cirugía llamada Kasai que era para poder dilatar el mayor tiempo posible el trasplante”, contó Nicolás, papá de Luca, en contacto con LM Neuquén.
Lista de espera
A partir de este suceso imprevisto en sus vidas comenzaron a hablar y empaparse del temay a saber en “carne propia” que la donación de órganos puede salvar vidas y mejorar la calidad de vida de quienes necesitan trasplantes. Tal la real necesidad del hijo de Nicolás y Paula. Todo ocurrió en tiempos vertiginosos e increíbles.
Luca entró en lista de espera del Incucai en el mes de febrero del 2024, después de dos intentos fallidos de compatibilidad, pero no tenía un puntaje alto por lo cual la espera iba a ser larga, según lo que refirieron sus padres del historial de su salud. “En julio del 2024 tuvo una infección, su hígado había formado quistes y las bacterias se habían alojado ahí también. Estuvo internado con una sepsis y eso hizo que su puntaje dentro del Incucai fuese mayor quedando de esta manera entre los primeros lugares por la gravedad de su situación”, detalló Nicolás.
Esto motivó que debieran inexorablemente viajar a Buenos Aires por el término de seis meses para la esperanzadora llegada de su órgano salvador. “En ese momento le dieron el alta, pero con un drenaje que liberaba bilis de su hígado”. Así fueron pasando los días, entre buenos y malos, siempre con la ilusión de que Dios, el universo y la ciencia hicieran lo suyo.
Así fue que un día llegó el llamado ansiado, esperado y anhelado. “El 14 de noviembre de 2024 a las cinco de la mañana finalmente recibimos el llamado que esperábamos, Luca había entrado en operativo, su donante había llegado. Después de un mes y medio de internación pudimos volver a casa”, resumió así el padre esos momentos sagrados que le salvaron la vida a su hijo.
Complicaciones y esperanza sanadora
La alegría del éxito del trasplante de Luca se vio interrumpida en abril de este año cuando se produjo su internación en Neuquén capital con requerimiento de oxigeno. “Después de varios días su cuadro comenzó a empeorar, tanto que nos tuvieron que derivar en avión sanitario a Buenos Aires”, relató con angustia Nicolás. Al mismo tiempo el padre informó que Luca al ser un nene trasplantado está inmunosuprimido, por lo tanto, cualquier virus o bacteria hace desastres en su pequeño cuerpo.
Siguiendo con el recorrido sanitario de su hijo contó que “hoy a 6 meses de su trasplante nos encontramos nuevamente en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Esta vez por una complicación pulmonar por varios virus que encontraron”. Por otra parte, destacó la entereza y el espíritu guerrero de Luca. “Se ha bancado miles, tiene una fortaleza y unas ganas de vivir increíbles”, remarcó. A su vez añadió que “el domingo pasado debieron intubarlo ya que su cuerpo estaba muy agotado. Tenía que hacer mucho esfuerzo para poder respirar. Una de sus doctoras nos dijo que era como si el corriera una carrera todos los días. No le quedaban fuerzas para pelear contra los virus”.
Por estas horas llegaron las buenas noticias. “Actualmente está siendo medicado y hoy nos enteramos que la medicación está dando resultado. Así que esperemos que puedan extubarlo muy pronto para ver si puede respirar por sus propios medios”.
El domingo pasado debieron intubarlo ya que su cuerpo estaba muy agotado. Tenía que hacer mucho esfuerzo para poder respirar. Una de sus doctoras nos dijo que era como si el corriera una carrera todos los días. No le quedaban fuerzas para pelear contra los virus”. Nicolás Ferragut, papá de Luca.
Respecto a la cadena de oración emprendida por la vida y la salud de su hijo, manifestó que “quiero y queremos como familia agradecer a toda la gente que ha compartido la imagen de Luca, que ha rezado y ha enviado su energía y buenos deseos. Nuestro hijo es un guerrero, y esperamos que gane esta batalla como ya ha ganado otras”.
Por último, manifestó que “deseamos también aprovechar este espacio para hablar de la donación pediátrica. De la importancia de dar vida más allá de la muerte. Es muy importante saber que es más probable que necesites un órgano a que puedas donar uno. Hoy hay casi 200 niños en lista de espera, entre ellos “Feli” de Neuquén que espera un corazón”, finalizó.
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