El país norteamericano reportó un alarmante aumento de enfermedades como el sarampión, tosferina y otras infecciones virales.
Las autoridades de Estados Unidos realizaron algunas recomendaciones para los viajeros sin importar cuál es el destino. Desde marzo se experimenta un leve aumento de casos de sarampión, enfermedad que afectó principalmente a Texas y se insiste en la vacunación contra el sarampión.
Desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se publicó que esta actualización que realizaron responde a un aumento de casos en 2025 y el alto riesgo de transmisión de virus que implican los aeropuertos.
A su vez, se recomendó a los residentes estadounidenses que aunque no viajen, se vacunen contra el sarampión, rubeola y paperas. Hasta el momento, hay 1,088 casos confirmados de sarampión en EE.UU., 42 más que la semana pasada, según informó el viernes el CDC. Texas, donde se produjo el mayor brote del país a finales del invierno y la primavera, reportó 10 casos adicionales la semana pasando, llegando a un total de 728.
Según las recomendaciones del país norteamericano, se recomienda que los ciudadanos de 12 meses en adelante tengan dos dosis de la vacuna triple viral (MMR: sarampión, paperas y rubéola), y que los lactantes de entre 6 y 11 meses reciban una dosis temprana si van a salir del país. Estas indicaciones se publicaron oficialmente el 31 de mayo en el sitio web de los CDC.
El sarampión, la enfermedad que se propaga en Estados Unidos
Desde que comenzó el brote en Texas, Nuevo México y Oklahoma, dos niños de primaria en el epicentro del oeste de Texas y un adulto en Nuevo México han muerto de sarampión. Cabe resaltar que ninguno de ellos estaba vacunado.
Otros de los estados que cuentan con casos activos -tres o más- incluyen Colorado, Kansas, Michigan, Montana, Dakota del Norte, Ohio, Pensilvania y Tennessee.
Frente a esta recomendación que se realiza de aplicarse la vacuna contra el sarampión, hay un gran escepticismo en Estados Unidos alrededor de las vacunas. El doctor William Schaffner, de la Universidad de Vanderbilt, advirtió que el escepticismo sobre las vacunas y el movimiento antivacunas han contribuido a que muchos padres posterguen la vacunación de sus hijos, exponiéndolos a graves riesgos.
"Antes de la vacuna de sarampión, en los años 60, morían cada año entre 400 y 500 niños de sarampión y sus complicaciones; ese número se había reducido a cero hasta este año", señaló Schaffner a La Opinión.
El aumento de casos, según la investigadora de la Escuela de Enfermería de la Universidad George Washington, Ashley Darcy-Mahoney, se debe a que el sarampión ya no se propaga solo en comunidades locales, sino también durante el tránsito, explicó a Associated Press. "Estamos viendo un cambio desde brotes localizados hacia la transmisión en tránsito", agregó.
Cabe remarcar que la vacuna tiene una eficacia del 97% cuando se administran las dosis recomendadas y se consigue a bajo costo o de forma gratuita como parte del Programa Nacional de Vacunación Infantil.
Una de las enfermedades más contagiosas
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), se indicó que el sarampión es una de las enfermedades más contagiosas: puede transmitirse por el aire y permanecer activo en un espacio cerrado hasta dos horas después de que una persona infectada haya salido.
El organismo expresó que el aumento se relaciona con la interrupción de campañas de vacunación durante la pandemia de COVID-19, la inseguridad en regiones con conflictos y la baja inversión en sistemas primarios de salud.
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