Una recién nacida con ictericia y un bebé con apnea fueron derivados en operativos consecutivos coordinados por la jefatura de emergencias del sindicato de Petroleros.
En apenas 24 horas, el equipo de emergencias de la MEOPP debió intervenir en dos situaciones críticas que involucraron a bebés recién nacidos de Rincón de los Sauces. Ambos fueron trasladados en operativos urgentes hacia centros de mayor complejidad, bajo la coordinación de Natalia Dell’Acqua, jefa del área.
“Hoy (martes) fue el segundo traslado desde Rincón: una bebita de seis días con un cuadro complicado. Anoche habíamos tenido otro caso similar, también con un bebé recién nacido”, contó Dell’Acqua en diálogo con LMNeuquén.
Una bebé con ictericia y riesgo de convulsiones
El caso de la bebé, de apenas seis días, fue de suma complejidad, ya que presentaba una coloración amarillenta de la piel producto del aumento de bilirrubina y un proceso de deshidratación severa. Los médicos detectaron además sangrado en la orina y niveles muy altos de sodio en sangre, una combinación que podía derivar en convulsiones.
“Si bien no llegó a convulsionar, el riesgo era alto. Como no hubo mejoría en 48 horas, se decidió derivarla de inmediato”, explicó Dell’Acqua.
El cuadro, según los especialistas, podría estar asociado a dificultades en la lactancia, aunque deberá ser estudiado en profundidad.
Una ambulancia equipada como terapia intensiva móvil
La derivación se realizó con una ambulancia de última generación, equipada con monitoreo satelital en tiempo real. “Desde la central que tenemos en el edificio de la Mutual podemos ver todo el traslado en vivo: los signos vitales, la evolución y el recorrido por GPS”, detalló Dell’Acqua.
Este sistema permite acompañar al personal médico durante todo el trayecto y activar, si es necesario, la ‘corredera sanitaria’, un protocolo que permite despejar rutas ante emergencias. “En caso de complicaciones, podemos cortar el tránsito y asegurar la llegada rápida al hospital. Lo vemos todo en tiempo real”, añadió.
Centro de control en vivo, con los signos vitales, las cámaras y el GPS. El Centro está integrado por 4 radiooperadores, un coordinador operativo y una coordinadora del servicio.
El caso del bebé con apnea
El primer operativo ocurrió la noche anterior. Se trató de un bebé macrosómico, es decir, más grande de lo habitual al nacer: 4,150 kilos y 47 centímetros. Aunque nació sin complicaciones, pocas horas después presentó episodios de apnea, períodos en los que el recién nacido deja de respirar de manera espontánea.
“El bebé comenzó con dificultad respiratoria sin causa aparente. Se activó el centro de derivaciones y fue trasladado alrededor de las dos de la madrugada al San Lucas”, indicó la jefa de emergencias.
El paciente fue estabilizado y continúa bajo observación. “Evoluciona favorablemente. La mamá ya fue dada de alta y está acompañándolo en la internación”, agregó.
Ambos bebés se encuentran fuera de peligro y bajo control médico. Desde la Mutual destacaron que cada minuto cuenta cuando se trata de la vida de un recién nacido, y que la clave está en la articulación entre los equipos locales, la tecnología y la decisión sanitaria oportuna.
“Nos toca intervenir en situaciones muy delicadas, especialmente con recién nacidos. Contar con equipamiento adecuado y un equipo preparado marca la diferencia”, remarcó Dell’Acqua.
Las emergencias se resolvieron de manera exitosa, con ambos bebés estabilizados y bajo seguimiento médico. Los dos bebés permanecen internados en la ciudad de Neuquén.
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