Juan Carlos Levi alertó que la crisis nacional golpea fuerte al sector de la construcción en Vaca Muerta y que el esfuerzo provincial resulta insuficiente.
La situación de los trabajadores de la construcción en Neuquén atraviesa uno de sus momentos más delicados en los últimos años. Así lo planteó el secretario adjunto de UOCRA Neuquén, Juan Carlos Levi, quien advirtió que más de 2.500 obreros se encuentran hoy sin empleo como consecuencia de la paralización de obras en el sector hidrocarburífero.
“Estamos atravesando un parate muy fuerte en los yacimientos. El gobierno provincial ha intentado compensar con obra pública, pero no alcanza frente al impacto que tuvo el freno de las operadoras privadas”, señaló Levi en declaraciones radiales, remarcando que la provincia se encuentra en una encrucijada: mientras se posiciona como el principal polo energético del país, su industria de la construcción se ve frenada por la falta de certezas en las inversiones.
Uno de los puntos críticos es que varios proyectos ya están firmados, aunque todavía no cuentan con fecha cierta para comenzar. “Estamos esperando que en unos 60 días finalicen las etapas de ingeniería de algunas obras, recién entonces se podrá empezar a incorporar compañeros. Hoy lo que tenemos es incertidumbre”, explicó Levi.
Entre las obras mencionadas, se encuentran La Calera 2 y desarrollos en La Angostura Norte, que aparecen como las más cercanas en el horizonte. Sin embargo, hasta que estas iniciativas arranquen, la preocupación por el presente domina la agenda sindical.
En localidades como Añelo, San Patricio del Chañar, Centenario, Vista Alegre y el norte neuquino, el gobierno provincial ha puesto en marcha proyectos de infraestructura para sostener el empleo. “La apuesta al norte neuquino es grande, y eso ha permitido que muchos compañeros se quedaran en sus localidades. Pero la magnitud de la construcción vinculada a Vaca Muerta no se sustituye con caminos o escuelas”, comparó.
El impacto en las mujeres trabajadoras
La problemática también golpea con fuerza a las trabajadoras que en los últimos años se sumaron al sector. “Tuvimos un pico de más de 2.500 compañeras en actividad, y hoy la mayoría quedó desvinculada. Muchas estaban en empresas como AESA, Shell o TGS, que se retiraron o frenaron proyectos”, indicó Levi.
Casos como el de Fortín de Piedra, La Calera o las plantas satélites en Bandurria Sur y Loma Campana son ejemplos de proyectos que finalizaron sin continuidad laboral para las cuadrillas. “Las mujeres fueron una parte muy importante de este proceso de inclusión, pero hoy quedaron en libertad de disponibilidad, que es una forma elegante de decir que están sin trabajo”, cuestionó el dirigente.
Competencia desleal y altos costos en la provincia
Levi también advirtió sobre un fenómeno que agrava la crisis: la llegada de empresas de otras provincias que compiten en licitaciones locales sin considerar los costos de vida en Neuquén. “Antes, en una licitación de ductos cotizaban cinco o seis empresas; hoy aparecen sesenta. En movimiento de suelo pasamos de cuatro a más de cuarenta. Eso genera una competencia desleal, porque no reconocen lo que implica vivir y trabajar en esta provincia, donde todo es más caro”, explicó.
Para el sindicalista, el problema no es solo económico sino social: “La dignidad no pasa únicamente por tener trabajo. También hablamos de vivienda, educación, seguridad. Todo eso se ve afectado cuando un obrero queda sin empleo, porque atrás hay familias enteras que dependen de ese ingreso”.
Reclamo de certidumbre a las operadoras
El sindicalista recordó que la Cámara de la Industria de la Construcción ya pidió a las operadoras que presenten sus planes de inversión, pero hasta ahora no hubo avances. “Nos preocupa que no haya certezas. El esfuerzo del gobierno provincial es enorme, con rutas, escuelas y viviendas, pero no alcanza para absorber la mano de obra que generan las operadoras. En La Calera, por ejemplo, había 2.500 compañeros trabajando y hoy apenas 80 pudieron ser reubicados”, detalló.
Levi subrayó que la construcción es una de las actividades que más empleo directo e indirecto genera, y que la falta de planificación del sector privado repercute de inmediato en los hogares neuquinos. “No se puede jugar con la vida de los trabajadores. Lo decimos siempre: detrás de cada compañero hay una familia, con hijos, esposas, en muchos casos con situaciones de discapacidad que requieren un ingreso estable. La gente necesita certezas”, remarcó.
Neuquén, entre el liderazgo energético y la falta de empleo
La paradoja no pasa inadvertida. Mientras Neuquén se consolida como la principal productora de gas del país y un polo petrolero en expansión, la construcción atraviesa un retroceso que deja a miles sin sustento. “Todos los directivos hablan de achicar costos. Pero lo que vemos es que esa estrategia significa despidos y precarización para nuestros compañeros. Hoy muchas empresas locales están quedando fuera de mercado frente a firmas que vienen de otras provincias a cualquier precio”, dijo Levi.
El dirigente insistió en que la salida debe venir de una política conjunta: “Valoramos el esfuerzo del gobierno provincial, pero necesitamos que el sector privado dé señales claras. No alcanza con que las operadoras participen de eventos y ferias internacionales para mostrar poderío si acá, en Neuquén, no sostienen el empleo”.
Levi sintetizó la postura del sindicato con una frase que refleja la tensión del momento: “La obra pública mitiga, pero no alcanza. Pasar de 2.500 obreros en una obra privada a 80 en una pública muestra la magnitud del problema. Necesitamos un compromiso mayor de las empresas para que Vaca Muerta no sea solo un emblema de producción, sino también de trabajo digno”.
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