Martina Costanzo fue distinguida por la acción en la que le aplicó la maniobra de Heimlich a su hermanito, que no podía respirar. "No íbamos a llegar al hospital", explicó.
Los Bomberos Voluntarios de Rawson le entregaron una distinción a Martina Costanzo, una cadeta de 15 años, integrante de la escuela que funciona en la capital de la provincia de Chubut, que salvó la vida de su hermanito de 6 años de edad al actuar con rapidez, seguridad y conocimientos en una situación de emergencia.
“Con tan solo 15 años, Martina demostró temple, conocimiento y una clara vocación de servicio, valores fundamentales en nuestra labor como bomberos voluntarios”, destacaron desde la institución en el acto en el que fue premiada la joven bombera.
El 7 de junio pasado, en su casa de Playa Unión, Martina salvó la vida de su hermanito que se estaba ahogando al aplicarle la maniobra de Heimlich.
Su hermano estaba con los labios morados y su mamá, desesperada. Martina actuó con la frialdad de una profesional: aplicó la maniobra que aprendió en sus prácticas en la Escuela de Cadetes de los Bomberos Voluntarios de Rawson y salvó al pequeño.
“Vi que se ponía cianótico... Mi mamá quería correr al hospital, pero no íbamos a llegar a tiempo”, contó la adolescente.
Rápidamente lo tomó por detrás, presionó su diafragma y logró que expulsara el alimento que lo estaba atragantando.
"Permanentemente hacemos esas prácticas de RCP con los bomberos, nunca imaginé que iba a usar esos conocimientos en mi propia casa", agregó.
Martina y la Escuela de Cadetes de Rawson
La Escuela de Cadetes reúne actualmente en Rawson a más de una decena de adolescentes que cada sábado por la mañana realizan sus jornadas de aprendizaje y capacitaciones.
Se trata de jóvenes de 12 a 17 años que reciben capacitación en rescate vehicular, incendios, primeros auxilios y trabajo en equipo con ejercicios y actividades que están adaptadas a sus edades. El programa incluye actividades físicas con uniformes y simulacros realistas.
"Martina es un ejemplo de cómo la formación se internaliza. No solo memorizan técnicas, las hacen propias", subrayó Claudio Carrazza, instructor de la Escuela de Cadetes.
"No es sólo enseñar, es moldear el carácter. Martina demostró que, incluso bajo presión, mantuvo la calma", afirmó Noelia Sánchez, encargada del acompañamiento de los cadetes.
Valentía y preparación
Para Martina, la inesperada situación significó, además, demostrarse que estaba preparada para actuar y acudir a los conocimientos adquiridos en el cuartel de bomberos significó
“Fue poner en práctica lo que nos enseñan, porque nos preparan para eso. Y lo primero que pensé fue ayudarlo, poder hacerlo -explicó la cadeta-. Pude manejarme con tranquilidad, no me puse nerviosa así que pude hacerlo bien”.
Acerca de las reacciones posteriores, Costanzo relató: “Mi mamá, obvio, agradecida, porque si no, no sabíamos qué podía pasar. Y mi hermano también. Yo también, feliz por lo que hice, porque pude ayudarlo”.
Desde el cuerpo de Bomberos Voluntarios destacaron que la joven “con tan solo 15 años de edad, demostró temple, conocimiento y vocación de servicio al realizar con éxito las maniobras necesarias para desobstruir las vías aéreas de un familiar de su entorno cercano, salvando una vida”.
“Este acto de valentía y preparación refleja el compromiso y la dedicación con la que nuestros cadetes se forman día a día, siendo un verdadero ejemplo del espíritu bomberil que los guía”, indicaron además.
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