“Ella entró al probador se saca los pantalones, porque se iba a probar el nuevo, cuando ve que del probador de al lado sale una mano con un celular donde estaba prendida la cámara”, relató la mamá de la joven, Pilar P.
En ese momento, según contó su mamá, la joven atinó a vestirse rápidamente y salió del probador con intención de irse casi corriendo. Los empleados del local la vieron muy angustiada y le preguntaron qué le había pasado.
Uno de los vendedores identificó a la persona y explicó que era un hombre, quien tardó varios minutos antes de salir. Al hacerlo, fue increpados por todos y él negó que había estado sacando fotos o filmando con su celular, incluso lo ofreció para que lo revisaran.
La joven aún estaba muy nerviosa por la situación que le tocó vivir y luego de avisarle a su mamá de lo sucedido se fue a su domicilio. Al acusado lo invitaron a retirarse del local.
Pilar, quien se encontraba trabajando cerca del comercio se acercó para pedir explicaciones sobre lo que había pasado.
“Los empleados llamaron al dueño y entre todos me explicaron que este tipo de situación nunca había pasado en el negocio y que por eso los empleados no se dieron cuenta de llamar a la policía para demorarlo. Me indicaron que vaya yo hacer la denuncia y fui hasta la Comisaría 2ª”, describió la mamá.
Cuando la mujer se acercó a la comisaría, junto a uno de los empleados del local de ropa, le explicaron que era muy probable que “todo quede en la nada”, pero a los minutos se enteraron con sorpresa que el joven en cuestión regresó al local porque tenía una nota de crédito a su nombre.
Allí personal policial logró interceptarlo al sospechoso. “Así que mientras yo estaba en la comisaría trajeron este muchacho, yo no lo pude ver, pero me dijeron que tiene 22 años y que es gendarme”, comentó a LMN la mujer.
La historia siguió a las 23 cuando Pilar recibió un llamado telefónico desde la Policía para avisarle que “la fiscal de delitos de abusos sexuales había ordenado la libertad del joven porque no pudo comprobar que había difundido nada, aunque me avisó que ordenó que le secuestraran el teléfono”.
“Por más que él haya borrado las fotos o video que haya hecho de mi hija con gente especializada eso se puede recuperar”, explicó la mujer, quien aseguró que da a conocer la situación para que no le vuelva a pasar a nadie.
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