Fue en el paraje Media Luna donde están los Rams. El INAI redujo la cantidad de tierras a los mapuches por el reclamo de sucesión de una familia.
El viento frío de septiembre sopla fuerte en el paraje Media Luna, en el departamento Catán Lil, una zona del centro de la provincia de Neuquén que arrastra hace dos meses un conflicto mapuche con la comunidad Rams, y los integrantes de una familia de estancieros de Francia, los Cartier-Million.
"Vivimos como si estuviéramos dentro de un corral con alambre en nuestras tierras", dijo a LMNeuquén Julia Yañez, segunda lonco de la comunidad, que desde hace meses reclaman que hubo un "recorte de tierras" en el relevamiento realizado por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
El lof Rams vive en un rincón aislado del centro de la provincia, cerca de Las Coloradas, a 130 kilómetros de Zapala. Para llegar, hay que transitar la Ruta Nacional 40 durante 92 kilómetros y luego desviarse otros 30 hacia el paraje. “No tenemos nada, ni caminos como la gente”, resumió Yañez.
El organismo nacional -que conduce Claudio Avruj- determinó que algunas parcelas que ocupa esa comunidad se superponían con derechos de sucesión de un particular fallecido en 2023. Y que el procedimiento inicial del relevamiento había excedido los límites establecidos, algo que afectó los derechos del peticionarte. Esto trajo una reducción de las tierras reclamadas por los mapuches, y un conflicto en puerta.
Conflicto mapuche en Neuquén: qué pasó en el paraje Media Luna
Todo estalló el miércoles de la semana pasada, cuando a plena luz del día y frente a la policía de Las Coloradas, un puestero de la estancia Los Álamos, identificado como Roberto Sepúlveda, según la denuncia de comunidad Rams, intentó rodear con su lazo a un miembro de la comunidad, como si fuese una animal.
Según la denuncia, arremetió con su caballo contra varias personas y golpeó a la lonco Liliana Rams, a la que le habría dejado lesiones que quedaron asentadas en un certificado médico.
El hecho no quedó en el anonimato, ya que la comunidad radicó una denuncia formal en la Fiscalía de Zapala y acusó Sepúlveda por “graves hechos de violencia, amenazas de muerte, lesiones físicas, hostigamiento constante y violación reiterada de la medida cautelar de no innovar”.
La medida judicial está vigente hace meses, como si fuese una perimetral" y debería garantizar la paz en la zona mientras se resuelve la disputa por las tierras. Pero, según los Rams, no se cumple y el conflicto empieza a tomar otra dimensión.
Lo que más indignó de ese día, según contaron, fue la presencia policial. Efectivos de la Comisaría Nº 31 de Las Coloradas harían presenciado el ataque y, en lugar de intervenir, se retiraron del lugar. “Nos dejaron en total estado de indefensión”, expresó la comunidad en un comunicado público.
Una historia de reclamos y peleas
Desde hace meses, los Rams -un lof con personería jurídica y relevamiento realizado por el INAI- vienen denunciando un hostigamiento constante. Entra algunas situaciones que denuncian enumeran que los animales son arreados y desalojados diariamente, en violación directa a la cautelar, amenazas verbales, burlas y agresiones físicas contra miembros de la comunidad, negación del proceso judicial por parte de los puesteros y encargados, incluso frente a la policía. Además, insistieron en que hay una “complicidad policial” que, en palabras del lof, garantiza “la impunidad de los agresores”.
Los Rams apuntaron directamente contra quienes se presentan como propietarios de la estancia Los Álamos. Es una familia francesa de apellido Cartier-Million, que reside en el exterior. También responsabilizan al apoderado Jorge Pincemín, radicado en Villa La Angostura, y al encargado de campo de nombre "Polo", junto con el puestero Sepúlveda.
La segunda lonco de la comunidad, Julia Yañez, en diálogo con LM Neuquén y describió el cuadro de situación. “Es una comunidad que hace años está fundada, tenemos personería y todos los papeles en regla, sí se hizo un relevamiento. Nosotros vivimos cerrados por alambres de estancieros… vivimos en un corral de alambre. Nuestros animales de la comunidad han pastoreado el territorio relevado”, dijo.
La referente relató que los problemas se vienen acrecentando desde hace unos días, con animales corridos por perros y constantes amenazas. Pero el miércoles pasado se vivió una situación que, según Yañez, fue la que rebalsó el vaso.
“Esta persona sacó el lazo, sacó los animales con los perros y atropelló donde estábamos nosotros. Tenemos una ruca en el relevamiento y nos querían cerrar la tranquera con llave. Nos querían dejar afuera de la parte relevada, con un atropello muy salvaje. Quiso enlazar a una de nuestras integrantes y con la argolla del lazo le pegó a la lonco”, sostuvo la mujer.
A pesar de todo, la comunidad insistió en que no abandonará el lugar. “Nosotros no nos vamos a mover de ahí, vamos a seguir luchando con ese territorio… y encima nos quieren sacar la parte relevada. No tenemos respaldo de nadie, somos la familia Rams, son 62 familias… pero con hijos y todos somos mucho más”, recordó.
Una pelea en "desigualdad de armas"
La comunidad sostuvo que está viviendo una disputa desigual. Porque de un lado, familias mapuches que llevan generaciones en el territorio y del otro, una estancia en manos de propietarios extranjeros que, según denuncian, nunca se hicieron presentes.
En su comunicado, la comunidad Rams exigió que se cumpla de inmediato y de manera efectiva la medida cautelar de no innovar, que sigue siendo vulnerada casi a diario en el territorio. También pidieron que se investigue al puestero Roberto Sepúlveda por las denuncias de amenazas, las lesiones y la violencia de género que le atribuyen. Además que se avance en sanciones para la policía de la Comisaría 31 de Las Coloradas, a la que acusan de parcialidad y complicidad por retirarse en plena agresión.
Finalmente, reclamaron garantías concretas de seguridad y protección para todas las familias del lof, especialmente para mujeres, personas mayores y niños, que son quienes más padecen el hostigamiento cotidiano.
El caso ya está en la Fiscalía de Zapala. Sin embargo, los Rams aseguraron que no confían en que el sistema judicial actúe con celeridad. “La policía está con el estanciero, se nos ríen en la cara, porque ese día estaban y no hicieron nada”, denunció Yañez.
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