La inversión de US$ 25.000 millones para un data center no sorprendió, pero alentó el debate sobre el desarrollo de la inteligencia artificial desde Argentina.
Argentina se prepara para ingresar en la competencia global por el liderazgo en inteligencia artificial con un ambicioso proyecto denominado Stargate Argentina. La iniciativa nace de un acuerdo entre OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT, y la compañía local Sur Energy, que liderará el desarrollo de un megacentro de datos alimentado con energía renovable y con una capacidad estimada de 500 megawatts.
Según el acuerdo firmado, OpenAI no realizará una inversión directa en la infraestructura, sino que planea adquirir capacidad de cómputo una vez que el centro esté operativo. La construcción y gestión del proyecto estará a cargo de un consorcio encabezado por Sur Energy, responsable tanto del desarrollo energético como de la infraestructura física necesaria.
Por ahora, el anuncio genera expectativa, pero también dudas en cuanto a su ejecución y el impacto que podría generar.
El análisis de un especialista
“No con tanta sorpresa, porque ya son varios los amagues que seguimos escuchando. Hace unos cuantos meses que se habla sobre la posibilidad de instalar un centro de datos en la Patagonia. Todavía siguen en una situación hipotética. Es una carta de intención lo que aparentemente hay; todavía está por verse cuáles son los detalles del proyecto”. Con esa cautela respondió Emmanuel Iarussi, investigador del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad Torcuato Di Tella y del Conicet, al ser consultado sobre el anuncio de OpenAI, la empresa fundada por Sam Altman, que la semana pasada prometió invertir 25 mil millones de dólares para construir un data center en la Patagonia.
Durante una entrevista en CNN Radio Roca, el especialista explicó que este tipo de proyectos trae inversión directa durante un cierto tiempo, aunque genera pocos empleos. “Durante la construcción seguro que se va a necesitar un montón de servicios y gente, pero después, durante el funcionamiento, un data center emplea muy poca gente”, señaló.
Respecto de los posibles beneficios para el país, Iarussi planteó interrogantes. “El tema principal es cómo se van a integrar nuestras capacidades tecnológicas e industriales en este proyecto. Si el data center ofreciera precios más baratos para startups tecnológicas argentinas, ahí sí podría haber algún beneficio para el ecosistema local. Pero en principio, es muy acotado el universo de los beneficiarios”, advirtió.
¿Qué es un data center?
“Todos hablamos de la nube. Decimos que las cosas están en la nube. Bueno, efectivamente la nube está en algún lado: está en la tierra, y bastante concreta. Son estos centros de datos”, explicó Iarussi.
“Podés imaginártelo como un gran galpón donde hay un montón de computadoras. Cuando hacés una consulta en Google o le preguntás algo a ChatGPT, esa consulta se redirige a alguno de estos centros, donde hay cientos de miles de computadoras conectadas entre sí”, agregó.
El investigador detalló que estos espacios requieren una gran cantidad de energía y potentes sistemas de refrigeración. “Generan calor. Cualquiera que haya tenido una computadora en verano sabe que calientan. Imaginate cientos de miles en un espacio reducido: necesitan sistemas de refrigeración, energía y un lugar dedicado con servicios acordes”, detalló.
El costo energético y ambiental
Con respecto a la demanda de energía de un proyecto de estas características, Iarussi dijo que el cálculo de consumo ronda los 500 megawatts, lo que equivale aproximadamente a un millón de hogares. “En un país donde en verano suele cortarse la luz, imaginen alimentar a un millón más”, advirtió Iarussi, aunque también aclaró que las previsiones computan el desarrollo de un sistema de alimentación propio, sin depender de las redes existentes.
Otro de los impactos que mencionó el especialista tiene que ver con el ruido y las vibraciones que generan estos centros. “Es crucial ver dónde se instalan, porque además generan calor y los alrededores sufren la presencia de estos centros”, dijo.
Por qué la Patagonia
El investigador explicó que el sur argentino presenta condiciones geográficas favorables para este tipo de infraestructuras. “Entiendo que se buscan lugares con un clima tendiendo a frío y con recursos energéticos suficientes como para proveer servicios a estos data centers”, dijo sobre el único indicio concreto sobre la ubicación.
“También la cercanía al agua es importante. Aunque muchos se refrigeran mediante circuitos cerrados, necesitan tener una fuente de agua cercana. Es un requerimiento general. El clima frío, la disponibilidad energética y la posibilidad de estar lejos de centros habitacionales hacen que la Patagonia sea un punto atractivo”, puntualizó.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario