Eugenia Formigo compró su primer frasco en 1994 y se fascinó con la perfumería. Hoy, convirtió su pasión en un trabajo a tiempo completo basado en los perfumes árabes que son virales en TikTok.
Desde que se puede acordar, Eugenia Formigo siempre encontró un magnetismo especial en los perfumes. Compró uno en 1994, con su primer sueldo, y desde entonces su fascinación no paró de crecer. Hoy, tiene una colección personal de 124 fragancias y convirtió su pasión en su trabajo a tiempo completo, con un emprendimiento que cautiva el olfato de los neuquinos a través de los perfumes árabes que son virales en TikTok.
Aunque sus primeras experiencias de venta fueron con réplicas de las marcas francesas e italianas que tienen fama mundial, descubrió que las fragancias árabes son un mercado en pleno crecimiento. Sus envases llamativos que se hicieron virales por videos de TikTok la acercan al público adolescente, pero su propio amor y aprendizajes en perfumería también le permiten brindar asesoramiento para encontrar el olor perfecto para cada cliente.
Mientras coordina ventas online y visita las ferias de diseño cada fin de semana en Neuquén y Cipolletti, Eugenia sueña con montar su propio showroom para brindar una experiencia personalizada a cada comprador. Y es que, más allá de las atractivas presentaciones de cada envase, piensa que elegir el perfume adecuado implica sumergirse en un mundo de fragancias hasta encontrar el que mejor le sienta a cada piel. Y su objetivo es acompañar a los neuquinos a descubrir ese universo.
Un hobby que se volvió oficio
Criada en una familia con músicos y médicos, Eugenia nunca tuvo una educación formal vinculada a la perfumería. Pero sí creció en un contexto en donde todos se abocaron a sus profesiones con una gran dosis de pasión. "Tengo un hermano músico y otro que es médico, y los dos son muy apasionados por lo que hacen", relató a LMNeuquén.
Eugenia se había formado en turismo y trabajaba muchas horas en un shopping. Pero después de un grave accidente automovilístico se propuso dedicarse de lleno a su pasión. Entendió que podía hacer de su amor por los perfumes un trabajo a tiempo completo y así dejó su puesto en un shopping y se lanzó de lleno a las fragancias con su emprendimiento, Picu.
¿Por qué perfumes? A la emprendedora le cuesta encontrar una sola cosa para destacar. Al principio, le atraían los envases: esos frascos pequeños pero llenos de detalles, con diseños frágiles y ornamentados que compiten por la atención de los clientes. Luego, entendió que dentro de cada frasco se ocultaba una búsqueda quisquillosa de balances aromáticos, mezclando notas de entrada y de salida a través de combinaciones cada vez más creativas.
Sin embargo, lo mejor de los perfumes está en esa estela que proyecta cada persona que lo lleva puesto y que marca su presencia al entrar a una habitación. Para Eugenia, perfumarse es mucho más que oler rico. "El perfume es una extensión nuestra; cuando uno llega a un lugar, ese perfume te posiciona", dijo y agregó que cada nota despierta también la memoria olfativa. "Te transporta a lugares divinos", aseguró.
Una simple nota de flores, de vainilla o de canela puede despertar recuerdos que quedan impregnados en la memoria. Por eso, la emprendedora encontró en las fragancias una forma de expresión y también una manera de viajar en el tiempo y el espacio, a través de un olor que la transporta a un momento de su propia historia.
"Colecciono perfumes tanto por el envase como por la fragancia", dijo y agregó que ya tiene 124 frascos en su colección. "Tengo varias sin abrir y día a día voy descubriendo fragancias nuevas", aseguró. Aunque la mayoría son de diseñadores italianos o franceses, también empezó a sumar las propuestas árabes, que ya representan 17 envases del total.
Su extensa colección comenzó en 1999, cuando compró un perfume con su primer sueldo. "Fui a una perfumería y me asesoraron, fui buscando las fragancias hasta que descubrí una que me encantó", dijo y añadió: "Era una edición limitada de Givenchy que venía con un body splash y que nunca más volví a conseguir".
Desde entonces, empezó a comprar y estudiar más sobre los perfumes, sus notas, sus componentes y cómo actúan en la piel. Y, de forma casi natural, inició su emprendimiento de réplicas de perfumes, para que más personas pudieran descubrir lo que tanto le fascinaba a ella.
De réplicas al boom de TikTok
En los últimos años, los perfumes árabes ganaron terreno en el mercado a nivel mundial. Para Eugenia, se abrió un nuevo horizonte no sólo para sus ansias de coleccionista sino para su emprendimiento. "Yo estaba vendiendo réplicas de perfumes y se me dio la posibilidad de conocer a un importador en diciembre del año pasado. Los perfumes árabes me parecieron espectaculares y ahí contacté a un proveedor para traerlos", relató.
Eugenia repasa las virtudes de los perfumes árabes: "Están hechos de aceites esenciales, frutas y flores exóticas y muchas especias que no estamos acostumbrados a utilizar. Al principio llamaban mucho la atención por los frascos pero también pro el precio que es muy accesible".
Las plataformas digitales como TikTok también posicionan los productos, con videos de "unboxing" que destacan los diseños de los frascos, con gemas o láminas de oro. Así, nombres como Yara, Haya, Mayar, Asad, Mandarin skay y Khamrha se hicieron populares entres los clientes y Eugenia recibe a muchos neuquinos que buscan perfumes sólo por su popularidad, aunque nunca los hayan olido.
"Son más accesibles que el resto de los perfumes. Hay opciones de 100 mililitros que cuestan unos 80 mil pesos", dijo y aclaró que la mayoría de los clientes son adolescentes de entre 16 y 18 años y de ambos sexos, además de las mujeres que son fanáticas de los perfumes desde siempre y muchos hombres que buscan opciones de regalo.
"Ya vienen con un aroma específico, ya lo tienen elegido, lo prueban y a veces se llevan un poco más" dijo y agregó que muchos adolescentes se interesan en el universo de los perfumes "cuando empiezan a salir".
Los detalles de un perfume singular
Aunque hay quienes "se casan" con un perfume y vuelven ese aroma su marca registrada, Eugenia prefiere descubrir nuevos aromas y hasta crear los propios cuando mezcla dos perfumes distintos. Por eso, descubrió que las propuestas árabes incluyen notas más exóticas, con enorme presencia, y que expanden los horizontes de su propio olfato.
Entre ellos se destacan los conocidos como "gourmand", que son aquellas fragancias que dan ganas de saborear, porque traen notas de elementos comestibles. Vainilla, canela, caramelo o frutilla son algunos ingredientes que hacen a los que usan oler "como un postrecito" y que seducen sobre todo a los adolescentes. También hay muchas opciones unisex, que se caracterizan por su fuerte presencia.
A estas notas se agregan otras más exóticas y bien especiadas, como el clavo de olor, la pimienta o incluso los ahumados. Así, los que eligen perfumes árabes dejan una estela distintiva, que no se parece a los perfumes franceses o italianos. "Para mí fue un gran cambio, de vender las réplicas a los originales que también son más duraderos", dijo Eugenia.
Según aclaró, estas fragancias se hacen en base a aceites esenciales y por eso no se rocían sobre la ropa, porque la pueden manchar. Se aplican sobre la piel, rociando a 20 centímetros, y perduran 3 o 4 horas más que los otros perfumes. "Cuando se impregnan en una prenda de ropa, pueden durar hasta 2 o 3 días", agregó.
Si bien estos productos parecen ganar fama propia y muchos van a buscarlo sólo por los videos de redes sociales, la emprendedora sueña con crear su propio showroom para asesorar a los clientes y ayudarlos a elegir una fragancia que los seduzca a través del olfato y no sólo por sus envases.
Su asesoría también ayuda a que los clientes aprendan a conservar los perfumes, lejos del calor y la luz para extender su vida útil más allá de la fecha de vencimiento. Y así, introducirse en un universo de fragancias que son también la proyección de la propia identidad a través de una estela olfativa.
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