Figueroa, el contrapunto con Milei y el detrás del telón del pedido de renuncia a Gutiérrez
Por diferentes circunstancias, les marcó la cancha a ambos, en un año en clave electoral. Todos los pormenores de la salida del ex gobernador de Neuquén del directorio de la petrolera bajo control estatal.
Sin dejar de lado los buenos modales, Rolando Figueroa le marcó la cancha esta semana al gobierno nacional, en medio de las celebraciones por el Día de la Independencia. Y también lo hizo hacia adentro (sin tan buenos modales), con el pedido de renuncia a Omar Gutiérrez en representación de la provincia dentro del directorio de YPF. Todo en medio de un clima de cambio en cuanto a tiempos políticos y en modo electoral.
Respecto a lo primero y contrario de lo que sucedió el 9 de julio del año pasado, cuando se firmó el Pacto de Mayo con la presencia de 18 gobernadores, para este nuevo aniversario de la fecha patria Figueroa primero no respondió (al igual que la mayoría de sus colegas provinciales) al llamado del presidente Javier Milei para hacerse presente en Tucumán.
Y después, desde Neuquén, le mandó un tiro por elevación a la Casa Rosada ante la discusión en el Congreso de los dos proyectos ley que los propios mandatarios de las 24 jurisdicciones del país suscribieron y que buscan, por un lado, que los recursos que corresponden distribuir al régimen del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a las provincias se vuelque de “forma diaria y automática”, y todo lo que involucre a este ítem sea “considerado a cualquier efecto” como integrante “de la masa de fondos coparticipable”.
La otra iniciativa, en tanto, elimina los fideicomisos de Infraestructura Hídrica, de Transporte y Sistema Vial Integrado; y los fondos Compensador del Transporte, Especial de Desarrollo Eléctrico del Interior y Nacional de la Vivienda. Todo para que esos recursos también sean distribuidos por el sistema de coparticipación.
Además, se asigna una porción mayor a las provincias (57,02%) de lo recaudado por los impuestos a los combustibles líquidos, un reclamo que tanto Rolando Figueroa como el intendente Mariano Gaido vienen sosteniendo desde hace tiempo, a partir de que el gobierno nacional siguió cobrando por estos dos tributos pero sin girar lo que le corresponde a Neuquén.
Los dos proyectos lograron sancionarse el jueves con el apoyo de una amplia mayoría de legisladores que incluyó, no sólo a los más férreos opositores, sino también a radicales, macristas y senadores provinciales. En agosto, se espera que lo mismo ocurra en la Cámara de Diputados.
Los acuerdos de ayer y las diferencias de hoy
“Fuimos a acompañar una mesa en la cual el presidente ha convocado a poder construir la salida de esta Argentina que seguramente va a llevar algún tiempo para poder lograr todo lo que nos merecemos. Neuquén tenía que estar. Nadie puede abandonar la mesa del diálogo”, dijo, entre otras cosas, Rolando Figueroa el 9 de julio pero del año pasado, al ser consultado por el Pacto de Mayo y el tratamiento de la Ley Bases.
Fue un gesto de acercamiento, donde también señaló diferencias respecto a algunos puntos de la discutida normativa, por ejemplo, respecto al capítulo hidrocarburos, pero con un guiño favorable para su sanción, que después se plasmó con el voto positivo de legisladores afines al gobierno provincial, como el caso de Osvaldo Llancafilo (MPN).
Pero muchas cosas cambiaron de ese tiempo a esta parte, no sólo porque el gobierno nacional ya transcurre su segundo año de mandato y el crédito no es el mismo, sino también (y fundamentalmente) por cuestiones vinculadas a medidas que se toman desde Buenos Aires y donde las provincias ven afectados sus propios intereses.
Por esta razón, si bien Figueroa volvió (otra vez) a evitar la confrontación personal. “La verdad que yo respeto mucho al presidente”, dijo ante una consulta de LMNeuquén sobre la embestida de Milei hacia los mandatarios provinciales. En lo concreto, salió a responder sobre los recursos que se le están girando a Neuquén a través de la coparticipación y otras transferencias de origen nacional, al destacar que su administración recibe en términos reales menos regalías que en 2023.
Y advirtió que la provincia siempre fue “sancionada”, al momento del reparto de los recursos coparticipables, y que este tipo de cuestiones tienen que ser saldadas con representantes en el Congreso que “defiendan” a Neuquén.
¿Por qué echó a Omar Gutiérrez de YPF?
Con el alejamiento de Gutiérrez, Figueroa volvió a marcar la cancha pero en este caso desde lo político partidario. El puesto del ex gobernador en YPF era muy cuestionado por quienes sostenían que en abril del 2023 se había votado un cambio como castigo, entre otras cosas, a la anterior administración provincial y al Movimiento Popular Neuquino (MPN).
En paralelo, desde algún sector libertario de Buenos Aires ligado a Martín Menem, se afirmó que hubo un acercamiento con el ex gobernador. Además, se supo que el hermano de Gutiérrez (Gerardo, actual diputado provincial) mantuvo reuniones con referentes locales de LLA en el hotel Hilton de Neuquén capital. Y que todo esto llegó a oídos de Figueroa.
El pedido de renuncia, más allá de las cuestiones puntuales de la dimisión, va también en el sentido de enviar un mensaje a ese sector de la sociedad que se busca retener (y en otros casos conquistar), en consonancia y acuerdo con lo que el actual gobierno provincial quiere dejar sentado respecto al rol del Estado y una “nueva forma de hacer política”, sin eludir el llamado a “defender lo neuquino”.
El cambio de paradigma respecto de la relación con Nación y la decisión tomada con Gutiérrez se vincula, de manera inevitable, con las elecciones que se van a llevar adelante en octubre, en donde se ponen en juego muchas cosas. Una es la gestión provincial y la imagen del propio Figueroa. Pero, además, y a diferencia de otras instancias electores nacionales de medio término, que siempre resultaron cuesta arriba para los partidos provinciales (el MPN puede dar fe de ello), la posibilidad de la Neuquinidad de contar con legisladores propios en el Senado y en Diputados. Algo que en este caso resulta central para el gobernador, al tratarse de una fuerza política nueva con menos de dos años en el poder.
Para lograrlo, deberá volver a convencer a los que lo votaron en abril de 2023 en la provincia (entre los que hay simpatizantes de partidos nacionales) y mantener unido a los propios. Una tarea no fácil pero posible.
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