Los hijos rindieron homenaje en las redes sociales a Victorio Joursin, desaparecido desde enero de 2020. La recompensa por datos sigue, pero no hay pistas.
El jueves 16 de enero de 2020 a la hora de la siesta, Victorio Joursin se despidió de su esposa y salió de su casa de Comodoro Rivadavia, en Chubut. Eran cerca de las dos de la tarde cuando el policía retirado de 74 años, que padecía Alzheimer, emprendió una de sus caminatas habituales por el barrio Standard. Según dijo, en esa oportunidad iría hasta una quinta familiar ubicada en la zona de Km 11, cerca del Ejército. Pero nunca llegó a destino y cinco años después sigue desaparecido.
Este lunes 28 de julio, Victorio estaría cumpliendo 80 años. Y sus hijos, que mantienen intacta la esperanza de reencontrarlo, le dedicaron un emotivo mensaje en la página de Facebook que difunde su búsqueda incansable desde hace cinco años.
"Hoy es tu cumple, querido viejito... ¡Felices 80! Donde te encuentres, que Diosito te cuide y proteja. ¡El destino no nos permite agasajarte como te lo merecés y daría lo que fuera por darte un gran abrazo! Te extrañamos muchísimo, viejito. ¡TE SEGUIMOS BUSCANDO!", escribieron sus hijos.
Victorio era una persona muy activa, acostumbrada a las largas caminatas como las que realizaba durante su carrera policial. Según relataron sus familiares, nunca se había perdido ni desorientado hasta aquel fatídico día de enero.
"Mi papá dijo que se iba hasta la quinta caminando. En ese momento no se pudo determinar que estaba en un episodio de su enfermedad. Pero salió desorientado, tomó la avenida Punta Borjas en el camino hacia Km 8, luego retomó hacia la zona de quintas", explicó Mabel Joursin, una de sus hijas, sobre el recorrido que se pudo rastrear con cámaras de seguridad y el relato de testigos que lo vieron.
Victorio era un personaje conocido en la zona. Y muchos vecinos que lo identificaban con facilidad contaron que lo habían visto por lugares que no se correspondían con su ruta habitual. Así se pudo establecer que llegó hasta una feria cercana al Gimnasio N° 4 y que luego continuó camino hacia la escombrera.
Búsqueda incansable en Chubut
Durante varias semanas posteriores a la desaparición se realizaron rastrillajes por todo Comodoro sin resultados positivos sobre el paradero del policía retirado. La familia ofreció inicialmente una recompensa de 250.000 pesos por datos certeros, que a finales de 2023 se actualizó a 2 millones de pesos.
"Es una pregunta que te carcome el alma todos los días de tu vida. ¿Estará vivo? ¿no estará vivo? ¿Le pasó algo? ¿le hicieron algo? ¿se perdió? No sabemos, es muy duro, lo tenemos que transitar en familia, con amigos, con gente que nos acompaña, lo tenemos que sobrellevar como podemos", aseguró una de sus hijas en abril de 2021, tras más de un año de infructuosa búsqueda, en diálogo con ADNSUR.
En ese momento, la famila manejaba dos hipótesis principales sobre lo sucedido: una que se haya desorientado hacia una zona del campo y la otra, que "le pudo pasar algo malo", según mencionó Mabel en diálogo con ADNSUR cuando se cumplieron dos años de la búsqueda.
Un hombre conocido y querido
Victorio era un policía retirado, conocido y apreciado en su barrio. Por su condición de Alzheimer, sus salidas estaban limitadas a tres lugares específicos: "una panadería, la carnicería o ir hasta la quinta", explicó su hija.
"Porque es muy difícil estar con una persona que padece Alzheimer. En general la persona no asume su situación de salud y convivir es muy complejo. Porque hay que tener sumos cuidados y tampoco le podes cortar la libertad porque eran episodios que él tenía, no era que estaba todo el tiempo así. O nunca. La única vez que tuvimos que buscarlo fue la vez que se perdió", rememoró.
La desaparición golpeó especialmente duro a la esposa de Victorio, con quien estaba casado hacía 52 años. "Fue un año duro, durísimo para mi mamá. Fue un año complejo porque no sabíamos de mi papá, ellos eran muy unidos, se conocen desde chicos y fue muy difícil sobre todo en la temporada de la pandemia porque no podíamos ni siquiera salir, ni siquiera vernos", recordó una de sus hijas.
"Está siendo muy difícil para mi mamá, es asumir que no sabemos dónde está mi papá. Es alguien que estuvo continuamente y de un ratito para el otro no sabes donde está. Si está en una situación vulnerable, está deambulando en las calles, no sabes si come, si no come, si le pasa algo, él es una persona mayor, es muy muy duro, para nosotros es muy duro", expresó.
A un año de la desaparición, los familiares todavía se seguían organizando para salir los los fines de semana a recorrer el campo y hacer sus propios rastrillajes buscando a Victorio.
"Nos diagramamos en la familia y lo vamos haciendo, podemos obtener información de la gente que está en cercanías del lugar, a ver, dialogamos con la gente, le vamos comentando lo que pasó con mi papá. Hay muchos que desconocen, hay mucha gente que no está informada, o sea, es increíble pero hay gente que no tiene redes sociales, que no tiene acceso a por ahí a un celular", explicaron.
La estrategia familiar incluía pensar como Victorio: "Si nos pusiéramos en el lugar de mi papá, ¿dónde hubiera ido? Entonces hacemos esas búsquedas y también si nos pusiéramos en el lugar de una persona que le hizo daño dónde lo hubiera dejado a mi papá".
La dolorosa y esforzada búsqueda, igualmente, no aportaba pistas. "No encontramos nada de él, o sea, no encontramos nada de sus pertenencias en la zona, la gorra que llevaba, la billetera, no encontramos las zapatillas, ningún elemento para decir estuvo acá, se cayó, le pasó algo".
Dos hipótesis, ninguna pista
"Yo tengo dos hipótesis, una que desorientado se fue hacia la zona del campo, seguramente alguien lo vio y por no comprometerse no avisó. Porque es imposible que nadie lo haya visto porque en esa zona hay movimientos de camiones. La otra opción que nosotros pensamos es que le pudo pasar algo malo lamentablemente y que no podemos encontrarlo", reflexionó Mabel.
Hoy, desde las redes sociales y atentos a cualquier información, la familia continúa buscando. Y en este 28 de julio, saludan a Victorio por sus 80 años, manteniendo viva la esperanza de reencontrarse algún día con el querido viejito que salió de casa una tarde de enero y nunca más regresó, generando un misterio que duele.
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