Otros dos hombres fueron condenados por prestar colaboración con kioscos narcos
Las investigaciones por microtráfico de la fiscalía ya concluyeron en 10 condenas desde que se concretó el traspaso de las investigaciones a provincia.
Las tareas de la Policía y la fiscalía provincial en su lucha contra el microtráfico no cesan y, esta semana, otros dos hombres fueron condenados por prestar colaboración con kioscos narcos que funcionaban en distintos puntos de Neuquén. A ambos imputados se les impuso una pena de cumplimiento condicional.
En dos audiencias simultáneas realizadas el viernes en la Ciudad Judicial, representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) presentaron distintos acuerdos mediante los cuales dos varones fueron condenados por tener drogas y a ambos se les impusieron tres años de prisión.
Estas dos condenas se suman a ocho ya impuestas con anterioridad por el mismo tipo de delitos, que surgieron de las investigaciones iniciadas desde el 1ro de marzo pasado, cuando el MPF y la Policía provincial comenzaron a investigar los delitos vinculados al microtráfico de drogas.
Kiosco narco en el barrio Atahualpa
En una de las audiencias intervinieron por el MPF la fiscal del caso María Eugenia Titanti y el asistente letrado Bruno Miciullo, quienes describieron que luego de una investigación conjunta con el Departamento Antinarcóticos de la Policía, se realizó un allanamiento en la casa de Ricardo Andrés Vallejos, donde fueron secuestrados 192 envoltorios con clorhidrato de cocaína.
Además, en la vivienda se halló dinero en efectivo: 1.116.200 pesos, en billetes de baja denominación; un teléfono celular; un posnet de Mercado Pago; un proyectil de arma de fuego; y un cuaderno con anotaciones sobre entrega de dinero, precios y ventas.
Los delitos que los funcionarios de la fiscalía le atribuyeron a Vallejos son: comercialización de estupefacientes, en concurso real con tenencia de estupefacientes para comercializar, agravados por haberse cometido en inmediaciones a un establecimiento escolar y a un lugar público de esparcimiento social y deportivo (plaza), en carácter de partícipe secundario.
La teoría del caso que describieron los funcionarios el MPF fue que al menos desde el 10 de marzo de 2025 y hasta el 21 de marzo del mismo año, Vallejos puso a disposición su domicilio ubicado en el barrio Atahualpa, frente a una escuela primaria y a una cuadra de una plaza para que allí se vendan estupefacientes.
En el lugar y en distintos horarios, con mayor afluencia de compradores luego de las 17, ingresaban personas al patio delantero de la vivienda, separado de la vía pública con un portón y a través de una ventana de pequeñas dimensiones se realizaba el intercambio del envoltorio con cocaína por dinero.
Tras detallar las circunstancias agravantes y atenuantes particulares del caso, Titanti y Miciullo requirieron que se fije a Vallejos una pena de 3 años de prisión de cumplimiento condicional y, por el mismo plazo, que se impongan reglas de conducta: fijar domicilio y no mudarlo, no abusar de bebidas alcohólicas y/o estupefacientes, concurrir a la Dirección de Población Judicializada y la obligación de acreditar un oficio.
El juez de garantías que Gustavo Ravizzoli, que estuvo a cargo de la audiencia, avaló el acuerdo presentado por las partes, declaró la responsabilidad penal de Vallejos y fijó la pena acordada por las partes.
Kiosco narco en el barrio Cuenca XV
En la segunda audiencia intervino por el MPF el asistente letrado Pablo Jávega y le atribuyó a Héctor Maximiliano Tarifeño que prestó ayuda para que otra persona, "D.C.A", comercialice drogas.
El delito que el funcionario de la fiscalía le atribuyó al acusado es: el de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, en carácter de partícipe necesario.
De acuerdo a la investigación realizada por el MPF y la Policía provincial, entre el 26 de marzo y el 17 de abril de 2025, "D.C.A" comercializó estupefacientes vendiéndole a personas diversas que concurrieron a una casa ubicada en el Sector Peumayen del barrio Cuenca XV.
De las observaciones surgió que Tarifeño participaba en esas operaciones de venta de estupefacientes, pero no organizaba, ni dirigía, ni tenía un rol principal en el negocio ilícito.
El imputado fue detenido tras intentar escaparse de la Policía, en el marco de un allanamiento realizado el 17 de abril, cerca de las 18, en el que se secuestraron: seis envoltorios de nylon color negro conteniendo clorhidrato de cocaína por un peso de 1,6 gramos; una balanza digital genérica en funcionamiento y con restos de clorhidrato de cocaína; recortes de nylon de color negro; cincuenta y $53.000 en efectivo y un envoltorio de papel que conteniendo cannabis sativa por un peso de 2,8 gramos, todo lo cual fue hallado sobre una mesa.
Además, dentro de una heladera sin funcionar había cannabis sativa en proceso de secado; $323.000 en efectivo y en billetes de distinta denominación. Por último, también se encontró: un envoltorio de nylon de color negro con 55,9 gramos de cocaína en un hueco en la pared y una mochila que contenía 12 envoltorios de nylon color negro con cannabis sativa por un peso de 22,5 gramos y un envoltorio de papel con cannabis sativa en forma de cogollos por 5,9 gramos.
Finalmente y tras librarse una orden de detención, el otro involucrado, "D.C.A", fue demorado el 19 de abril cerca de las 17, mientras se encontraba en una plaza del oeste neuquino.
El juez de garantías Cristian Piana, que estuvo a cargo de la audiencia, avaló el acuerdo de partes presentado por Jávega, declaró la responsabilidad penal de Tarifeño y le impuso 3 años de prisión de cumplimiento condicional más las reglas de conducta que fija la ley.
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