El capitán del Ciclón se expresó a través de las redes sociales luego de que el plantel decidiera no entrenarse este jueves.
San Lorenzo sigue inmerso en una grave crisis institucional y económica que se acrecienta día a día. El club atraviesa su momento más crítico: los jugadores no se presentaron a entrenar y el capitán español, Iker Muniaín, publicó un duro comunicado apuntando a la dirigencia. Denuncian meses sin salarios y responsabilizan a Marcelo Moretti por los escándalos recientes.
En un día que quedará marcado en la historia de San Lorenzo, el plantel profesional decidió tomar medidas extremas: este jueves, los futbolistas no asistieron a entrenamiento en protesta por los salarios impagos, que ya superan los tres meses. Pero el golpe más duro lo dio el capitán Iker Muniain, quien a través de sus redes sociales publicó un contundente mensaje en nombre de todo el equipo, exponiendo el descontento ante lo que calificó como una "burla" institucional.
"Llevamos meses sin cobrar, y esto ya no es sostenible", escribió el español, destacando que la situación no solo perjudica a las familias de los jugadores, sino que "compromete el rendimiento deportivo". Con tono firme pero sin estridencias, Muniain subrayó que el grupo ha sido "paciente y profesional", cumpliendo con partidos y entrenamientos pese a las adversidades, pero que "ha llegado el límite".
El comunicado no eludió señalar directamente a la dirigencia. Hizo referencia a la retención de fondos de la AFA —por un embargo judicial— y al escándalo del presidente Marcelo Moretti, grabado recibiendo dinero en un presunto acuerdo irregular. "Estos hechos son inaceptables y reflejan el desprecio hacia nuestro trabajo", sentenció el mediocampista.
El reclamo trasciende lo económico: "Exigimos respeto, dignidad y condiciones laborales básicas", remarcó Muniain, exigiendo soluciones "inmediatas y serias". El plantel dejó claro que no busca escalar el conflicto, pero no descarta nuevas medidas si no hay respuestas.
Todos sus compañeros compartieron la misma publicación que el capitán de San Lorenzo en las redes sociales.
Mientras tanto, desde lo institucional, la estantería sigue temblando. Con una deuda que supera los u$s 10 millones —según fuentes internas— y una dirigencia cuestionada, San Lorenzo enfrenta su hora más oscura. La pregunta ahora es quién dará el primer paso para evitar el colapso.
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