La tragedia alteró el ambiente previo al derbi y abrió un fuerte debate sobre la decisión de continuar el partido pese a la conmoción entre los hinchas.
Minutos antes de que comenzara el esperado encuentro de La Liga entre el RCD Espanyol y el FC Barcelona, un grave incidente alteró la jornada deportiva en los alrededores del RCDE Stadium, en Cornellá de Llobregat. Trece personas resultaron heridas tras un atropello múltiple provocado por una conductora, que terminó siendo detenida por los Mossos d’Esquadra.
Todo ocurrió este jueves, alrededor de las 21, en una zona colmada de hinchas que esperaban la llegada del autobús del Espanyol. En medio del fervor previo al partido, una mujer al volante de un Peugeot 308 blanco embistió a una joven simpatizante del equipo local, que quedó atrapada debajo del vehículo. La escena rápidamente se tornó caótica: un grupo de asistentes intentó auxiliar a la víctima, moviendo el auto para liberarla.
Una vez que lograron rescatar a la joven, en lugar de detenerse, la conductora volvió a acelerar. Avanzó unos 50 metros llevándose por delante a varias personas que se encontraban en la vía, lo que agravó aún más el número de heridos. Según relataron testigos, el coche aceleró de forma abrupta en medio de una multitud, lo que desató una reacción inmediata de quienes presenciaban el hecho. Algunos seguidores, indignados y confundidos, comenzaron a lanzar objetos al vehículo.
La víctima más afectada fue la joven arrollada en primera instancia, quien fue trasladada en ambulancia, consciente pero visiblemente conmocionada. El resto de los heridos presenta lesiones de carácter leve. Al menos diez ambulancias acudieron rápidamente al lugar, mientras las autoridades desplegaron un fuerte operativo para contener la situación.
Los Mossos d’Esquadra detuvieron a la conductora y procedieron a realizarle el test de alcoholemia. Si bien aún se desconocen los resultados oficiales, la investigación se encuentra en curso para esclarecer las causas exactas del atropello. De momento, se baraja la hipótesis de que el incidente haya sido intencional, dado que hubo una clara aceleración del vehículo en una zona muy transitada.
Qué pasó con la conductora
El automóvil, que terminó su marcha entre dos contenedores, quedó rodeado por una multitud furiosa. La rápida intervención policial evitó que la situación escalara a mayores enfrentamientos. Las fuerzas de seguridad analizaron incluso la posibilidad de suspender el partido ante la gravedad de lo ocurrido.
A pesar de lo sucedido, el derbi dio comienzo a las 21:30 como estaba previsto. No obstante, unos minutos después del pitido inicial, desde la megafonía del estadio se informó que el incidente estaba bajo control. El árbitro, junto a delegados de ambos clubes, el técnico del Espanyol y un agente de los Mossos, mantuvo una reunión urgente para decidir si el partido debía continuar. Finalmente, optaron por seguir adelante con el encuentro.
La decisión no estuvo exenta de polémica. Mientras algunos hinchas decidieron abandonar el estadio en señal de protesta, otros cuestionaron públicamente que el espectáculo deportivo se impusiera sobre la gravedad de lo sucedido en las afueras. A través de redes sociales, varios periodistas y seguidores manifestaron su incomodidad por la falta de sensibilidad ante un hecho que pudo haber tenido consecuencias aún más graves.
Cerca de medio centenar de aficionados del Espanyol que intentaron salir del estadio fueron inicialmente retenidos por motivos de seguridad y permanecieron en los accesos sin poder retirarse, lo que generó aún más malestar.
El RCDE Stadium, ubicado en Cornellá-El Prat, a las afueras de Barcelona, fue testigo involuntario de una jornada que pasará a la historia del fútbol catalán no solo por lo que ocurrió dentro del campo, sino por el dramático episodio vivido en sus alrededores. Con una capacidad para 40.000 espectadores, el estadio se convirtió por momentos en escenario de confusión y angustia.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario