La provincia tiene más empleo formal e índices de pobreza más bajos que la media nacional. Pero hay quienes buscan ingresos adicionales por los altos costos de vida.
Aunque Neuquén lidera la creación de empleo registrado en el país, con cifras que contrastan con la recesión en otras provincias, una creciente porción de la población trabajadora se ve forzada a buscar un segundo empleo para poder "llegar a fin de mes". De esta forma, las cifras positivas en empleo o niveles de pobreza demuestran que existe otra realidad con respecto al poder adquisitivo de los neuquinos.
Mientras las estadísticas oficiales de pobreza que mide el INDEC muestran una mejora significativa para Neuquén, la percepción en la calle y en los hogares neuquinos parece contar una historia diferente a partir de los altos costos de vida.
El ministro de Trabajo de la provincia, Lucas Castelli, aseguró que en los últimos meses se notaba un crecimiento de las personas que acudían al programa Emplea Neuquén en búsqueda de un segundo trabajo para contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo que afecta a todo el país y en el que Neuquén no queda exento. Sin embargo, celebró la publicación de los últimos indicadores de ocupación, que demuestran una recuperación para el sector asalariado en la provincia.
Más allá del alto costo de vida, Neuquén se posiciona como un motor económico a nivel nacional, impulsado en gran parte por la inversión en obra pública y el dinamismo del sector comercial ligado al petróleo y gas, que es el principal generador de empleo con un 29% de la demanda.
Sin embargo, la necesidad de pluriempleo sugiere que la calidad de los ingresos es heterogénea y no acompaña el costo de vida de la provincia para todos los rubros económicos.
La "subocupación" como termómetro de la crisis del poder adquisitivo
El ministro de Trabajo, Lucas Castelli, afirmó que, a pesar de que Neuquén muestra un crecimiento interanual del 3% en el empleo registrado, liderando el ranking nacional, la subocupación "es un problema real para muchos ciudadanos".
Castelli explicó que este fenómeno se refiere a las personas que, aunque ya tienen un empleo, buscan activamente un segundo trabajo para complementar sus ingresos y poder cubrir sus gastos mensuales. La causa principal, según el ministro, es la "pérdida del poder adquisitivo" que afecta directamente el bolsillo de los trabajadores.
Las cifras oficiales de desempleo en la provincia son relativamente bajas, ubicándose en un 3,8%, un número por debajo de la media nacional del 7,6%. Sin embargo, este número por sí solo no refleja la presión total sobre el mercado laboral. Castelli advirtió que si a la tasa de desocupación se le suma la subocupación y el porcentaje de ocupados que buscan otro empleo, el indicador de demanda laboral se dispara al 6,9% de la población activa.
Esta cifra es un claro termómetro de la insuficiencia de los salarios actuales para hacer frente al costo de vida en una de las provincias con mayor actividad económica del país.
Emplea Neuquén, un programa para la inserción laboral
Para hacer frente a esta demanda, el gobierno provincial ha impulsado el programa "Emplea Neuquén", que ya cuenta con más de 47.000 inscriptos. Esta plataforma no solo asiste a quienes están desempleados, sino también a aquellos que buscan mejorar su situación laboral o encontrar ese segundo ingreso tan necesario.
El crecimiento neuquino contrasta notablemente con la realidad de otras jurisdicciones. Castelli mencionó que mientras Neuquén crece, provincias como Catamarca o La Pampa muestran cifras negativas en la creación de empleo. Este liderazgo se debe no sólo al fenómeno de Vaca Muerta. El funcionario afirmó que la decisión del gobernador de mantener la inversión en obra pública que genera un "derrame" que beneficia a la industria y, sobre todo, al comercio.
No obstante, la paradoja persiste: la provincia que más empleo genera es también un lugar donde un solo sueldo parece no ser suficiente. De cara al futuro, el ministro anticipó que se necesitarán 17.000 nuevos puestos de trabajo y subrayó la importancia de diversificar la formación más allá del sector petrolero, extendiéndola a áreas clave como el turismo y el comercio.
El contraste con las cifras oficiales de pobreza
Mientras la necesidad de un segundo trabajo evidencia una lucha económica para muchos, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para el primer semestre de 2025 pintan un panorama más alentador en cuanto a la pobreza. Según el último informe, el aglomerado Neuquén-Plottier registró un índice de pobreza del 26,0%. Esta cifra no solo se encuentra por debajo del promedio nacional, que se ubicó en 31,6%, sino que también muestra una marcada tendencia a la baja en comparación con períodos anteriores. En el primer semestre de 2024, la pobreza en la misma zona alcanzaba al 40,4% de las personas, lo que implica una reducción de más de 14 puntos porcentuales en solo un año.
Además, la región patagónica en su conjunto presenta la menor incidencia de la pobreza en todo el país, con un 27,0%. En el caso de Neuquén-Plottier, la indigencia, que mide la incapacidad de cubrir una canasta básica de alimentos, se situó en el 4,6% de las personas. Estos datos, en principio, son positivos y sugieren una mejora en las condiciones de vida de un segmento de la población.
Sin embargo, es aquí donde la paradoja neuquina se vuelve más evidente. ¿Cómo se explica que en una provincia con índices de pobreza en descenso y por debajo de la media nacional cada vez más gente necesita dos trabajos para vivir?
La respuesta podría estar en la brecha que existe entre superar la línea de pobreza y alcanzar una verdadera estabilidad económica. La Canasta Básica Total (CBT), que define la línea de pobreza, establece un umbral de ingresos mínimos para cubrir necesidades esenciales, pero no necesariamente refleja el costo real de vida en una región con las particularidades de Neuquén, donde el desarrollo de la industria hidrocarburífera presiona sobre los precios de bienes y servicios, como los alquileres.
El divulgador económico y secretario de Finanzas de la Municipalidad de Neuquén, Fernando Schopliansky, explicó que "medir pobreza solo por ingresos asume que el dinero es la única forma de acceder al bienestar, pero no todas las personas que tienen ingresos bajos viven en condiciones de pobreza real".
"El enfoque por ingresos no considera aspectos clave como educación y calidad de la misma, acceso a salud (y calidad del sistema), vivienda adecuada, transporte, conectividad, seguridad, etc.", dijo el especialista y agregó: "Alguien con ingresos por encima de la línea de pobreza puede seguir sin poder ejercer plenamente sus derechos".
El informe del INDEC revela que los ingresos en Neuquén-Plottier han tenido un aumento considerable. La media del ingreso per cápita familiar creció un 108,2% interanual en el primer semestre de 2025. A pesar de este incremento, las declaraciones del ministro Castelli sugieren que la inflación y el aumento del costo de vida erosionan este crecimiento, dejando a muchas familias con la sensación de que, aunque sus ingresos nominales aumentan, su capacidad de compra real se estanca o disminuye.
Estar por encima de la línea de pobreza no significa es más una cuestión de estadísticas nacionales que de percepción para los neuquinos. En ese escenario, la búsqueda de un segundo empleo se convierte así en una estrategia de supervivencia para miles de neuquinos que, aunque estadísticamente no son pobres, sienten que el sueldo no les alcanza.
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