La tiranía de las contraseñas
Ya no alcanza con poner el nombre de uno más el año de nacimiento de sus hijos. Ahora hay un sinfín de requisitos.
Google acaba de emitir una alerta mundial sobre la posibilidad de ciberataques masivos, por lo que instó a todos los usuarios de correo Gmail a actualizar sus cuentas. Dicho de manera más simple, a cambiar sus contraseñas.
El trámite que recomienda la mega empresa estadounidense no es nada complicado si los millones de usuarios que utilizamos este servicio no tuviéramos que administrar otras tantas plataformas con sus respectivas claves de seguridad. Porque no se trata solo del correo. También debemos preocuparnos y actualizar de manera frecuente la cuenta de nuestro home banking (si es que tenemos un solo banco), la del programa que utilizamos diariamente en nuestro trabajo, (que suelen ser dos o tres), la del teléfono y de aquellas aplicaciones que usamos cada tanto y que de repente nos vuelven a pedir que verifiquemos nuestra identidad como si fuésemos sospechosos habituales.
Vivimos bajo la tiranía de las contraseñas. Y para colmo, cada vez son más exigentes. Ya no alcanza con poner el nombre de uno más el año de nacimiento de sus hijos. Ahora piden una mayúscula, una minúscula, un símbolo, un número y una cantidad mínima de caracteres. Y cuando por fin uno encuentra una combinación que cumple con todos los requisitos, suele aparecer el cartelito: “Esta contraseña ya fue usada anteriormente. Elija otra”.
Lo peor de todo esto es que no hay opciones y tenemos que hacerlo porque las claves de seguridad se convirtieron en la llave para abrir las puertas a nuestra vida digital. Ignorar estas recomendaciones nos expondría a ser víctimas de robos, estafas, usurpación de identidad. ¿Quién no tiene un amigo o un conocido que pasó un mal momento por el hackeo del teléfono o el robo de los datos de su tarjeta de crédito?
Tal vez haya que resignarse y sobrellevar este estrés que nos impone la vertiginosa actualidad de estos tiempos.
En este mundo digital, la libertad parece tener forma de contraseña. Y como en toda tiranía, uno aprende a sobrevivir a fuerza de rutinas y recordatorios. Hasta que venga el próximo mail de “actividad sospechosa” y otra vez empecemos de cero.
Los pasos para tener una buena contraseña
1. Longitud adecuada:
Una contraseña segura debe tener al menos 12 caracteres. Cuanto más larga sea, mejor. Las contraseñas largas son más difíciles de descifrar mediante métodos de fuerza bruta o ataques de diccionario.
2. Incluir una combinación de caracteres:
Una contraseña segura debe contener una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales como "@", "#", "$", "%", etc. Esta variedad dificulta que los hackers descifren la contraseña mediante técnicas automatizadas.
3. Evitar información personal:
Evita utilizar información personal fácilmente accesible, como tu nombre, fecha de nacimiento, nombres de mascotas o familiares, números de teléfono, etc. Esta información es fácil de adivinar o encontrar a través de redes sociales y otros medios.
4. No reutilizar contraseñas:
Usar la misma contraseña para múltiples cuentas es peligroso. Si una de tus cuentas se ve comprometida, todas las demás que compartan la misma contraseña también estarán en riesgo. Utilizá contraseñas únicas para cada cuenta.
5. Evitar palabras del diccionario:
Las contraseñas que contienen palabras completas que se encuentran en el diccionario son más fáciles de hackear. Los hackers pueden usar programas que prueban combinaciones de palabras comunes en poco tiempo. Es mejor crear contraseñas que no formen palabras reconocibles.
6. Considerar el uso de frases de contraseña:
Una técnica popular es usar una frase como contraseña. Por ejemplo, "Caminar2laMontaña$" podría ser una contraseña segura. Esta técnica proporciona una contraseña larga y fácil de recordar.
7. Utilizar un gestor de contraseñas:
Los gestores de contraseñas son herramientas útiles que generan y almacenan contraseñas seguras. Te permiten tener contraseñas únicas y complejas para cada cuenta sin tener que recordarlas todas. Asegúrate de elegir un gestor de contraseñas confiable y seguro.
8. Actualizar regularmente tus contraseñas:
Es importante cambiar tus contraseñas periódicamente, al menos cada seis meses o antes si hay indicios de una posible brecha de seguridad. Esto reduce el riesgo de que tus cuentas sean comprometidas debido a contraseñas que hayan sido expuestas.
9. Habilitar la autenticación de dos factores (2FA):
La autenticación de dos factores agrega una capa adicional de seguridad al requerir una segunda forma de autenticación, como un código enviado a tu teléfon, además de la contraseña. Esto hace que sea mucho más difícil para los hackers acceder a tus cuentas incluso si conocen tu contraseña.
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