La historia de dos jóvenes neuquinos en el famoso campo de flores. La historia de una notificación en Instagram que cambió el rumbo de sus vidas.
Por esas casualidades de la vida -o de las redes sociales-, Gabriel Montesino y Micaela Monsalve volvieron a cruzarse después de años sin saber el uno del otro. Ella lo recordaba de nombre, cuando en 2017 trabajaron para la misma sucursal de comidas rápidas, aunque en distintas posiciones y sectores. Él, en cambio, no la tenía en su radar. Pero el destino guardaba otros planes para ellos. A mediados de 2023, una notificación en Instagram cambió el rumbo de sus vidas; y esta vez sí se encontraron.
"Por circunstancias de la vida coincidimos en la red. Yo le figuré a ella y me mandó la solicitud. Me reconoció enseguida... yo a ella no, pero resulta que teníamos muchos amigos en común. A veces puede parecer chico Neuquén", contó Gabriel.
Fue así que él aceptó su solicitud y comenzaron a salir. El vínculo creció rápidamente, con la belleza de lo simple: unos mates, una caminata, charlas y una conexión que no necesitaba explicaciones. "Ella es muy amorosa y amable. La conocés y se hace querer enseguida", dijo, con mucha ternura. "Cuando quise darme cuenta, ya estaba enamorado", agregó. En pocos meses, sintieron que formaban una pareja y la relación no paró de crecer desde entonces.
"Llevamos un año de novios, y ella siempre soñó con casarse. También yo soñé con encontrar la chica ideal para dar ese paso. Es que cuando uno encuentra a alguien con la personalidad de Mica, no lo pensás. Con ella quiero estar toda la vida, y lograr lo que siempre soñé. Pero tenía que empezar por algo, así que empecé a organizarme con una amiga de la infancia que me ayudó con los anillos", comentó el joven enamorado, en diálogo con LMNeuquén.
Hoy llevan un año juntos y conviven en la capital neuquina. Micaela tiene 28 años y trabaja como empleada administrativa. Gabriel, de 30, se desempeña en una empresa petrolera. Ambos comparten valores y una manera de vivir el amor.
"Nos gusta estar en casa, mirar pelis, salir a caminar. Los dos somos cristianos y soñamos con casarnos por civil y por iglesia. Tenemos un vínculo sano". Gabriel Montesino, joven trabajador de Neuquén y pareja de Micaela.
Con otras relaciones anteriores, Gabriel nunca había sentido una conexión tan fuerte, que no se explica. Enseguida, comenzó a planear el momento perfecto para pedirle casamiento. Su amiga y cómplice absoluta lo ayudó a medir el anillo y a organizar los detalles. Recordó entonces que Micaela tenía muchas ganas de conocer la plantación de tulipanes que causa furor y es un atractivo turístico muy importante en Trevelin, Chubut.
Durante el último fin de semana largo, del 12 de octubre, planearon un viaje junto a esa amiga y su pareja. Salieron los cuatro rumbo a Trevelin, con una primera parada en Cholila, donde se alojaron una noche en la casa de un familiar. "Éramos todos cómplices. Mica no sospechaba nada", advirtió Gabriel.
Salieron el viernes, y el sábado continuaron viaje hacia Trevelin, el destino elegido. "Llegamos y fuimos al parque de los tulipanes. Había una fila de autos de casi un kilómetro para entrar...mucha gente, estuvimos esperando un buen rato", relató sobre el lugar.
Mientras tanto, Gabriel era un manojo de nervios. El plan seguía adelante, pero nada ensayado. Ni Micaela tenía idea de lo que iba a pasar. Solo su amiga, la cómplice perfecta, tenía claro que -llegado el momento- iba a sacar su teléfono celular y filmaría la escena. Faltaba el cúando, cómo y dónde...
Cómo fue ese momento
"Recorrimos el parque, sacamos fotos. En un momento ella se aparta para fotografiar los tulipanes, y veo a una camarógrafa del lugar. Ahí aproveché", recordó el joven enamorado.
La profesional estaba cobrando las fotos, así que Gabriel se acercó a preguntarle por el servicio. Pero antes de poder hablarle, Micaela volvió. “Entonces le pedí que nos sacara algunas fotos juntos. Yo no sabía qué hacer...", recordó de ese momento.
Posaron frente al campo multicolor, y cuando la fotógrafa les preguntó si querían algo más, Gabriel pidió la última foto: “Metí la mano en la campera, agarré el anillo, me arrodillé y le pregunté a Mica si se quería casar conmigo.Todo fue muy rápido y los nervios me estaban comiendo por dentro".
La escena fue conmovedora. "La camarógrafa gritó ‘¡me muero!’, y Mica se largó a llorar. La verdad que se sorprendió", contó el joven enamorado. "Me dijo que sí, nos abrazamos...Yo le puse el anillo y la camarógrafa quiso sacar más fotos. Fue todo muy rápido", reiteró.
Después del "sí", la fotógrafa les pidió que caminaran de la mano entre los tulipanes y tomó más imágenes. "Ese día, además, cumplíamos meses de novios. Mica me contó después que por dentro se imaginaba que algún día le pidiera matrimonio en un lugar tan lindo como ese… y el sueño se le cumplió".
La sorpresa fue perfecta. Nadie lo sospechó.Le contaron a su familia y todos se pusieron muy contentos. "Es algo importante para los dos", destacó Gabriel. La pareja ya piensa en la boda, probablemente hacia fin del año que viene. "Queremos hacer las cosas bien y lograr lo que siempre soñamos. Pensamos en una gran fiesta, con al menos 150 personas. Tenemos familias grandes y muchos amigos", explicó.
Dos "almas gemelas"
En un mundo donde las relaciones son cada vez más complejas, Gabriel está convencido de que lo suyo con Micaela es simple y sano. Cree que encontró al "amor de su vida". Insiste con que siente una conexión muy poderosa que los une más allá de lo que se pueda percibir a simple vista. Habla de un sentimiento que trasciende las coincidencias.
"Es como que pasa una vez cada 100 años, que se juntan dos almas idénticas", aseguró.
Hoy, mientras esperan dar el "sí", ambos siguen compartiendo la rutina que los unió: tardes de mates, caminatas, películas y la tranquilidad de saberse acompañados. "Queremos hacer las cosas bien, tranqui, con amor, como lo soñamos", dijo Gabriel.
Así, la historia que comenzó por carriles separados, dentro de una misma empresa, pero sin haberse reconocido todavía, tuvo finalmente su oportunidad muchos años después, por una solicitud de Instagram que llegó en el momento indicado. Esta vez si se encontraron; y entre lágrimas de emoción y tulipantes de vivos colores, dicen que festejarán su amor ante Dios y todo el entorno que los quiere en un año.
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