Científicos advierten sobre el impacto que tendría la tinta de los tatuajes en las vacunas
Los investigadores dieron detalles sobre el impacto que tiene la tinta en el organismo.
Más allá de lo estético, los tatuajes también podrían tener efectos internos. Un reciente estudio científico, sugiere que la tinta utilizada en los tatuajes genera una inflamación persistente en los ganglios linfáticos que drenan la zona tatuada y podría alterar la respuesta del organismo frente a determinadas vacunas.
Los resultados fueron difundidos en la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y pone la lupa sobre la seguridad inmunológica de las tintas usadas en todo el mundo. Fueron realizados en Europa, a partir de experimentos con ratones.
Según precisaron, los pigmentos de la tinta permanecen durante meses dentro de células defensivas ubicadas en los ganglios linfáticos y provocan que la zona siga inmunológicamente activa mucho tiempo después de la aplicación.
Pertenecen a la Universidad de la Suiza Italiana, el Instituto de Investigación en Biomedicina y la Universidad de Berna, en Suiza; la Charité Universitätsmedizin Berlín, Alemania, y la Universidad de Pavia, Italia.
También colaboraron expertos de la Universidad de Masaryk y el Instituto de Parasitología de la Academia de Ciencias, en República Checa; y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, con sede en Lyon, en Francia.
El efecto de la tinta de los tatuajes en el sistema inmunológico
El interés científico surgió ante la popularidad creciente de los tatuajes, especialmente entre jóvenes. En la actualidad, una porción importante de la población mundial lleva tatuajes, aunque faltan regulaciones específicas y estudios sobre los ingredientes de la tinta y sus consecuencias inmunológicas.
Hasta ahora, las investigaciones científicas solo habían mostrado la aparición de ganglios pigmentados y casos aislados de reacciones adversas. No existían datos sobre cómo la tinta puede condicionar la capacidad del sistema inmune para reaccionar ante agentes como virus o bacterias.
Ante ese panorama, el equipo de investigadores europeos se propuso analizar cómo los pigmentos de la tinta viajan, se instalan y desencadenan una reacción inmunológica en los ganglios, y si esta situación afecta la producción de anticuerpos tras la vacunación.
Así fue el estudio científico
Los investigadores utilizaron ratones tatuados en las extremidades con tinta negra, roja y verde, que dominan el uso global, y luego analizaron muestras de ganglios linfáticos y sangre tras aplicar vacunas.
Se realizaron pruebas en animales y células humanas para comprobar si los resultados eran consistentes. El equipo demostró que la tinta, transportada por el sistema linfático, se aloja en los ganglios cercanos al tatuaje y permanece allí por al menos dos meses. El estudio registró la presencia prolongada de inflamación, con claros signos de inflamación en el ganglio linfático de drenaje pasado ese tiempo.
Los pigmentos quedan atrapados principalmente en macrófagos, células especializadas en defender el organismo.
El contacto constante con la tinta conduce a la muerte de esas células, lo que mantiene la reacción inflamatoria activa y cambia las señales químicas en la zona.
Las vacunas y los tatuajes
Cuando los científicos vacunaron a los animales tatuados, observaron una respuesta reducida en la generación de anticuerpos frente al Covid-19. Al probar la vacuna de la gripe inactivada, la reacción fue inesperadamente mayor, lo que sugiere que la inflamación crónica puede amplificar la actividad inmunológica en ciertos casos.
El análisis mostró que la tinta y la aplicación en la misma zona produce la disminución de los anticuerpos IgG tras la inmunización contra COVID-19. Mientras que la tinta roja y verde causaron además una caída de anticuerpos IgM. Cuando la inyección se realizó lejos del tatuaje, esas alteraciones no aparecieron.
El trabajo también demostró que el tipo de pigmento, la cantidad usada y el lugar del tatuaje condicionaron la magnitud del efecto. Las tintas negra y roja generaron cambios inmunológicos más visibles.
Recomendaciones
Los investigadores subrayaron que falta validar el impacto en personas fuera del laboratorio. Por eso, sugieren que se realicen estudios en humanos para precisar los riesgos de alteraciones inmunológicas por tatuajes.
Recomiendan regular y controlar los ingredientes de la tinta, por sus posibles consecuencias a largo plazo. Advierten que el tamaño y la ubicación de los tatuajes, junto con las características de la tinta, podrían modificar el efecto sobre la inmunidad.
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