El truco del corcho en la heladera: para qué sirve y por qué cada vez más personas lo hacen
Esta simple acción puede mejorar el funcionamiento del electrodoméstico más usado de la casa. Todos los detalles.
La heladera es uno de los aparatos más importantes del hogar y, como tal, requiere cuidados para conservar su rendimiento. En las redes sociales y entre los fanáticos de los trucos caseros, se volvió viral una práctica sencilla: colocar un corcho en el interior del refrigerador.
Esta acción puede traer beneficios notables para eliminar olores, mantener la frescura y prolongar la vida útil del equipo.
El corcho es utilizado en este tipo de trucos por varios motivos. Su material y su estructura son algunos de estos ejemplos. ¿Para qué usarlo en la heladera de casa?
Por qué recomiendan colocar un corcho en la heladera
Se recomienda colocar corchos en la heladera para ahorrar energía al optimizar la circulación del aire frío y reducir los olores. Como si fuese poco esto, también ayuda a la conservación de alimentos.
Los corchos llenan el espacio dentro del refrigerador, lo que significa que hay menos aire que el motor tiene que enfriar. Actúan como moderadores del aire, ayudando a dirigir el frío hacia las áreas que más lo necesitan, de manera más uniforme.
De esta manera, al no tener que trabajar tanto, el motor de la heladera utiliza menos electricidad para mantener la temperatura, lo que se traduce en un ahorro en la factura.
Como se dijo antes, el corcho natural tiene una estructura de poros microscópicos que absorbe la humedad y los olores, por lo que también es beneficioso en este sentido.
Además de lo mencionado, el corcho también ayuda a mantener un equilibrio de humedad adecuado, evitando que los alimentos frescos que están dentro de la heladera se deterioren rápidamente.
Pasos sencillos: cómo realizar este truco casero
- Coloca varios corchos en las estanterías y en los cajones con más espacio vacío.
- Distribúyelos lejos de las salidas de aire frío para no obstruir su paso.
- No es necesario llenar la heladera, unos pocos corchos bien ubicados son suficientes para obtener el beneficio.
Si bien es un truco casero útil, no reemplaza el mantenimiento regular de la heladera, como la limpieza periódica, la descongelación o asegurarse de que las gomas de las puertas estén en buen estado.
Con el tiempo, el corcho pierde eficacia y puede acumular humedad o incluso bacterias, por lo que se recomienda reemplazarlo regularmente (cada mes o dos, o cuando se note saturado).
5 alimentos jamás deben guardarse en la heladera
Chocolate: ¿Tenés siempre en la heladera algún chocolate para el postre? ¿Te compraste una tableta y querés guardarla para disfrutarla más tarde? Lamentablemente, te tenemos una noticia: chocolate y heladera son una mala combinación.
Según explicó la profesora Gamero, el frío genera una alteración en las grasas del chocolate. Esto causa, entre otros, el conocido problema de la "capa blanca" sobre la cobertura, que muchas personas confunden con un mal estado.
A eso debe sumarse que también otorga una textura más bien granulada, situación que se siente al comerlo.
En este sentido, Gamero aseguró que es fundamental almacenar el chocolate en un lugar lejano a la luz directa, sin demasiadas variaciones de temperatura y, en lo posible, fresco entre 15 y 20 grados.
Pan: es bastante común ver pan almacenado en heladeras, más aún el pan de molde que suele venderse en paquetes. Pero por más habitual que sea, hay que decirlo: está mal guardado.
La refrigeración afecta la calidad del pan, porque lo endurece y al mismo tiempo modifica su sabor. Gamero explicó que se pierde la consistencia, en parte por la humedad que adquiere en la heladera.
De hecho, es habitual que al retirar el pan de la heladera, quede con una textura un tanto húmeda que no resulta agradable al tacto y mucho menos al sabor.
La profesora recomienda almacenar el pan a temperatura ambiente y en una bolsa de papel o, en su defecto, directamente en el congelador para evitar mayores alteraciones.
Bananas: la correcta conservación de la banana debería ser considerada un deporte olímpico. Es que existen incluso memes que describen la dificultad para evitar que esta fruta "se pase" una vez que la retiramos del supermercado o la verdulería.
Uno de los primeros tips es evitar a toda costa la refrigeración. Según señaló Gamero, el frío pausa la maduración y genera que la banana pierda su sabor característico.
Además, causa ese color oscuro en la piel y esa textura gelatinosa en algunas partes, situación que se presenta un tanto desagradable a la vista.
Las bananas deben ser guardadas a temperatura ambiente, y se recomienda siempre mantenerlas alejadas de las manzanas, porque estas emiten un gas que acelera la maduración.
Ajo: desde la universidad catalana aseguran que el ajo no debe guardarse en la heladera, aunque es una elección bastante frecuente. Según señala Gamero, esto genera una germinación en el ajo que le da un sabor mucho más amargo.
La conservación correcta es a 15° y lejos de las papas, en lo posible en alguna alacena o cajón. En caso que vayan a ser consumidos a largo plazo, se los puede colocar en un recipiente hermético de vidrio con aceite de oliva, o congelarlos.
Café: la conservación del café es fundamental para mantener su aroma y sabor intactos. Y, como ocurre con los alimentos previamente mencionados, no debe refrigerarse.
Es que la humedad de la heladera altera sus propiedades organolépticas, disminuyendo su intensidad aromática. Se recomienda almacenarlo en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco.
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