El agresor ingresó con una camioneta, abrió fuego en pleno servicio religioso y provocó un incendio. Murieron al menos dos personas y hay varios heridos.
La calma de un servicio religioso en Michigan se transformó en pánico cuando un hombre armado irrumpió en una iglesia mormona y comenzó a disparar. El ataque terminó con al menos dos muertos, varios heridos y el edificio envuelto en llamas, antes de que la policía abatiera al agresor.
El hecho ocurrió este domingo en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de Grand Blanc Township, una pequeña comunidad ubicada a unos 80 kilómetros de Detroit. Según las autoridades, el atacante —un hombre de 40 años— embistió primero con su camioneta la entrada principal del templo, descendió del vehículo y abrió fuego contra la multitud que participaba del encuentro religioso.
El jefe policial William Renye explicó que, además de disparar, el hombre inició un fuego dentro de la iglesia. “Creemos que el incendio fue provocado de manera intencional”, declaró el funcionario, que confirmó que el sospechoso huyó brevemente del edificio antes de enfrentarse a los oficiales que lo perseguían. El intercambio de disparos terminó con la muerte del atacante.
Videos que comenzaron a circular en redes sociales minutos después muestran una densa columna de humo elevándose desde el templo, mientras los vecinos eran evacuados de la zona. El sheriff del condado de Genesee, Chris Swanson, indicó que “toda la iglesia estaba en llamas” y que el operativo continúa mientras los equipos de emergencia trabajan en el lugar.
La magnitud del ataque quedó reflejada en la cantidad de personas que estaban presentes: cientos de fieles asistían al servicio dominical cuando comenzó el tiroteo. La policía pidió a la población mantenerse alejada, ya que el área quedó completamente cercada por agentes locales y federales.
Las reacciones oficiales no tardaron en llegar. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se expresó en su plataforma Truth Social y vinculó el episodio con una persecución contra la fe. “Otro ataque dirigido a los cristianos en nuestro país. El sospechoso está muerto, pero debemos saber más sobre lo ocurrido”, escribió.
La fiscal general Pam Bondi calificó el hecho como “escalofriante” y confirmó la presencia de agentes del FBI en el lugar. “La violencia en un espacio de culto es especialmente devastadora. Les pido que recen por las víctimas y sus familias”, sostuvo. Por su parte, el director de la agencia federal, Kash Patel, condenó el episodio como un acto “cobarde y criminal” y garantizó colaboración total con las autoridades locales.
Quiénes son las víctimas
Las identidades de las víctimas fatales no fueron difundidas todavía, mientras que los heridos permanecen hospitalizados. Las autoridades no descartaron ampliar la información en las próximas horas, a medida que se esclarezcan los detalles de la investigación.
El ataque se produjo apenas un día después de la muerte de Russell M. Nelson, presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y figura histórica de esa congregación, quien falleció a los 101 años. Su partida había conmovido a la comunidad mormona mundial, lo que vuelve aún más dramático este episodio en Michigan.
Grand Blanc Township, donde residen alrededor de 8 mil personas, quedó conmocionada por un ataque que no solo golpeó a la comunidad religiosa, sino que también estremeció a todo el país. Mientras se esperan más precisiones, el recuerdo de la tragedia se suma a la creciente preocupación por los tiroteos masivos en espacios públicos de Estados Unidos.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario