Casi ocho de cada cien locales comerciales de la ciudad están inactivos
La tasa de inactividad que produce el Observatorio Económico de ACIPAN creció de 7,3% en abril a 7,8% en agosto. En los shoppings, bajó de 9,6% a 9%.
La postal urbana de Neuquén capital revela una tendencia que se consolida en silencio: el aumento parsimonioso de locales comerciales inactivos, especialmente en las zonas céntricas del Alto y el Bajo. El último relevamiento del Observatorio Económico de ACIPAN, realizado en agosto de 2025, arroja datos que permiten trazar una evolución de esta temática, con implicancias directas en el pulso económico y social de la ciudad.
Según el informe número 127 de la entidad que nuclea a los empresarios de la capital provincial, se relevaron 1877 locales en tres zonas comerciales a cielo abierto y en los tres principales centros comerciales de la ciudad. Se encontraban cerrados o en alquiler 146 locales, lo que representa un 7,8% de inactividad. La cifra marca un leve incremento respecto al relevamiento de abril, cuando se registró un 7,3% de locales desocupados.
La zona del Alto y el Bajo concentra el mayor volumen de locales y también el mayor nivel de inactividad. De los 1519 locales registrados en esta área, 122 estaban cerrados, lo que equivale al 8% del total. En abril, el porcentaje había sido del 7,4%, lo que confirma una tendencia ascendente.
Desagregando por sectores, el Alto neuquino presentó un 8,3% de locales inactivos (67 de 809), mientras que el Bajo alcanzó el 7,7% (55 de 710). Ambos sectores muestran una evolución lenta de la inactividad si se los compara con los datos de octubre de 2024, cuando el Alto registraba un 7,8% y el Bajo un 7%.
El promedio de locales cerrados por cuadra en esta zona también aumentó: pasó de 0,9 en abril a 1,1 en agosto. Este indicador, aunque aparentemente menor, refleja una pérdida de dinamismo comercial que tiene correlación con la circulación peatonal, la seguridad urbana y la percepción ciudadana del espacio público.
Centros comerciales: leve mejora
En contraste con el centro, los tres shoppings más importantes de la ciudad mostraron una leve mejora. De los 188 locales relevados, 17 estaban inactivos, lo que representa un 9% de desocupación. En abril, el porcentaje había sido del 9,6%. Aunque sigue siendo el sector con mayor proporción de locales cerrados, es el único que logró reducir su nivel de inactividad en este período.
Este dato podría interpretarse como una señal de resiliencia del formato comercial cerrado, que ofrece condiciones más estables frente a la volatilidad del consumo en las zonas urbanas a cielo abierto. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre la concentración de la actividad comercial en espacios privados, en detrimento del comercio barrial y de cercanía.
El Oeste, con menor impacto
La zona comercial del Oeste neuquino, que incluye la intersección de las calles Godoy y Belgrano y sus alrededores, presentó el menor nivel de desocupación: 4,1%, con 7 locales cerrados sobre un total de 170. En abril, el porcentaje había sido del 3,5%. El promedio de locales cerrados por cuadra pasó de 0,6 a 0,7.
Aunque el incremento es leve, confirma que la desocupación comercial no es exclusiva del centro, sino que también afecta a zonas periféricas.
Una mirada histórica: del pico pandémico a la meseta
El trabajo del Observatorio de ACIPAN permite evaluar la evolución de la desocupación comercial desde octubre de 2014 hasta agosto de 2025. El pico se registró en julio de 2020, en plena pandemia, con un 28,1% de locales inactivos. Desde entonces, la curva descendió de forma sostenida hasta alcanzar un piso del 5% en abril de 2022.
Sin embargo, desde mediados de 2023, la tendencia se estabilizó en torno al 8,4%, con oscilaciones menores en cada relevamiento. Esta meseta plantea un nuevo escenario: la desocupación dejó de ser una consecuencia coyuntural de la pandemia para convertirse en un fenómeno estructural del comercio neuquino.
¿Qué hay detrás de las persianas bajas?
La evolución de la actividad comercial no solo refleja una caída en el consumo, sino también una transformación en los hábitos de compra, el avance del comercio digital, el aumento de los costos fijos y la falta de incentivos para nuevos emprendimientos. A esto se suma la incertidumbre económica nacional, que impacta directamente en la inversión local.
El informe de ACIPAN no incluye un análisis cualitativo de las causas, pero su periodicidad semestral —y ahora trimestral— permite construir una base de datos sólida para el diseño de políticas públicas. La articulación entre el sector privado, el Estado municipal y los emprendedores será clave para revertir esta tendencia.
Un termómetro urbano
El relevamiento de locales comerciales inactivos funciona como un termómetro de la actividad económica urbana. Cada local cerrado es una historia suspendida, una oportunidad perdida y un indicador de que algo no está funcionando. En ese sentido, el informe de ACIPAN no solo aporta cifras, sino que invita a mirar la ciudad con otros ojos: los de quienes apuestan por abrir una puerta, encender una vidriera y volver a poner en marcha el corazón comercial de Neuquén.
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