Cerró el parador nocturno y no tiene dónde dormir: el pedido de trabajo de Rogelio
Un hombre de 36 años en situación de calle pide una oportunidad para poder salir adelante. Repara celulares, aunque está dispuesto a trabajar de "lo que sea".
Rogelio Romero es un vecino de Neuquén que pide una oportunidad para salir adelante. Hasta el domingo dormía en el parador nocturno porque está en situación de calle. Pero ahora, con el cierre de ese dispositivo invernal, no sabe dónde va a pasar la noche, aunque lo que más le preocupa es conseguir trabajo.
Tiene 36 años y sabe arreglar computadoras y celulares, aunque está dispuesto a trabajar de "lo que sea". Trabajó en obras de construcción, también de sereno y hoy solo junta unos pesos lavando vidrios de autos en las esquinas.
El joven pidió ayuda para conseguir trabajo, aseguró que es responsable y que quiere estabilizarse para poder volver a alquilar una casa o una pieza y estar mejor. En un posteo en un grupo de Facebook hizo pública su situación.
"Estuve trabajando de sereno en el Club Maronese y vivía ahí, después viví en la casa de una amiga, pero ahora desde el año pasado quedé en situación de calle y necesito trabajar para mejorar mi vida", contó el hombre a LMNeuquén.
Pedido de trabajo
Este lunes, Romero estaba en la esquina de Planas y Chaneton lavando los vidrios de los autos cuando frenan en el semáforo, aunque contó que eso apenas le alcanza para juntar dinero para comer.
El hombre nació en Cipolletti donde años atrás cuidó a su mamá que tiene una discapacidad. Hace varios años que vive en Neuquén, aunque no tiene vivienda.
Contó que le habían regalado una carpa y que durmió varios días en la costa del río Limay, y desde el inicio del parador nocturno en la Ciudad Deportiva se refugió ahí cada noche de este duro invierno.
"Me habían prometido un trabajo en blanco en una empresa que iba a comenzar una obra de construcción. Pero el hombre me dijo que no le dieron la autorización del Municipio y no pudo comenzar a trabajar y yo me quedé sin oportunidad", compartió.
También recordó que hace varios meses pasó varias noches en el refugio del Cura Brochero, pero que luego no pudo seguir trabajando en reparación de celulares y computadoras y se tuvo que ir de ahí.
"Yo pido una oportunidad para trabajar. Quiero que me den un trabajo que me ayude a vivir mejor, a poder comer y tener un techo", insistió el hombre, quien agradeció la cama que le daban en el parador nocturno y que lo salvó del frío.
Rogelio dijo que no sabe dónde va a dormir esta noche, recordó que le habían regalado una carpa, aunque ya se la robaron, y dijo que es difícil dormir en los balnearios porque la policía lo saca. "Un tiempo me refugié debajo de una parrilla", recordó el hombre, quien también contó que le gustaría estudiar, ya que dijo que no pudo terminar el secundario, título que le requieren en muchos trabajos.
"No quiero dar lástima, sigo buscando un laburo estable o alguna changa de lo que sea. Por ahora estoy lavando vidrios en los semáforos para poder zafar pero como es todo a voluntad a veces a penas alcanza para comer, cambio algún laburo de jardinería en general o algo por al menos unos días de algún espacio para dormir o si alguien necesita algún sereno o cuidar alguna obra en construcción para pasar de paso la noche", concluyó el joven, quien dejó su número de teléfono para quienes quieran ayudarlo: 2996742734.
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