Un refugio de tradición y cultura, donde la historia de amor de Carmen y Santiago se entrelaza con la herencia de los pueblos originarios. Sabores típicos, en estado puro.
En el corazón de la estepa neuquina, donde el viento susurra secretos y la tierra guarda historias ancestrales, dos almas apasionadas, Carmen Clemente y Santiago García, se unieron en un proyecto que trasciende el tiempo y el espacio.
Convencidos de que el trabajo en familia y la dedicación pueden hacer florecer un lugar, ellos se pusieron como meta revalorizar la cultura mapuche y convertir un rincón de la Patagonia en un espacio turístico y cultural que invite a la reflexión y al encuentro.
Es así que, con el objetivo de promover un turismo de cercanía, que permita a los visitantes conectar con la naturaleza y la cultura local, la Casita de la Artesanía se erige como un faro de tradición y hospitalidad en Laguna Miranda. Aquí, la historia de amor de Carmen y Santiago se entrelaza con la rica herencia mapuche, creando un espacio único donde la cultura y la tradición se viven y se comparten.
"Nos conocimos en la localidad de Los Catutos en el año 2000, después pasó el tiempo y nos volvimos a encontrar en Zapala. Desde entonces formamos nuestra familia. Hoy tenemos tres hijos: Mirella de 21 años, Evelyn de 11 y Benjamín de 6 años”, contó con orgullo Carmen.
En relación a sus inquietudes laborales y culturales, precisó que “siempre estuvimos en el campo con toda nuestra artesanía, trabajando siempre en casa. A veces salimos a alguna fiesta o encuentro en Zapala y en distintos lugares donde nos invitan".
La Casita de la Artesanía nació hace tres años, con el objetivo de dar a conocer las tradiciones del lugar y la artesanía mapuche. "Hemos realizado ocho fiestas en el lugar, un poco para que se conozca toda la cultura tradicional del campo y la artesanía que es nuestro sostén del hogar", explicó Carmen.
Entre las artesanías que elabora se encuentran maletas, caminos, chalecos, camperas, fajas dobles, fajas labor, peleras, cinchas, carteras, medias de lana y muchas variedades más, todas hechas con lana natural de ovejas. Asimismo, ofrece demostraciones de cómo se hacen tejidos y labores en el clásico telar mapuche.
La oferta gastronómica imperdible
El esposo y compañero de vida de Carmen, por su parte, se encarga de la preparación de los platos típicos de la región, ofreciendo una variedad de opciones gastronómicas que buscan ponerle un sello propio a la Casita de la Artesanía.
La oferta incluye el tradicional chivo al asador, chivo al horno de lata, y la degustación de un delicioso puchero de chivo. Además, se ponen a la venta las tortas fritas para acompañar el mate, y el tradicional pan casero y empanadas con carne cortada a cuchillo. Esta variedad de platos típicos es una muestra de la pasión y dedicación por la cocina patagónica.
Santiago también es el responsable de la actividad campera que se realiza en el durante las fiestas, donde se pueden disfrutar de juegos tradicionales como la vuelta al palo, la carrera de tambores, la suelta del gallo, monta de capones para niños y montas con basto y encimera. "Es una forma de mantener viva la tradición y la cultura del campo", aseguró Carmen.
Uno de los juegos que más llama la atención en la Fiesta de la Casita de la Artesanía es el clásico juego de la taba. Este juego de habilidad y destreza consiste en lanzar una taba (un hueso de la pata de un animal) de manera que caiga en una posición determinada, lo que requiere una gran precisión y técnica. También es una excelente manera de pasar el tiempo y disfrutar de la compañía de otros.
Un nuevo espacio para la cultura
La historia de Carmen y Santiago, los dueños de la Casita de la Artesanía, se conecta directamente con la historia de Laguna Miranda, como se refleja en la rica herencia mapuche y la tradición local que se vive en el lugar.
Este paraje fue fundado hace más de 100 años por Don Manuel Miranda, un soldado de la "campaña al desierto" que se convirtió en un referente para los pobladores de la época. La laguna, que alguna vez cubrió una amplia extensión de territorio, ahora está casi desaparecida, pero aún es un símbolo importante del lugar junto al emblemático cerro Cansino; que es un elemento geográfico destacado que ha sido testigo del crecimiento y desarrollo de esta comunidad ancestral en el territorio neuquino.
La Casita de la Artesanía está en plena construcción de un amplio espacio que permitirá exhibir y vender las prendas tejidas, así como también funcionar como un salón de eventos y de turismo receptivo. “Este espacio está diseñado para albergar eventos culturales y sociales, y se convertirá en un lugar de encuentro para la comunidad y los visitantes”, enfatizó Carmen.
Con esta nueva infraestructura, el lugar busca consolidarse como un referente cultural y turístico en la región, y ofrecer un espacio para que se puedan realizar eventos y actividades que promuevan la cultura mapuche y la identidad local.
Para llegar al sitio se debe recorrer la ruta 13 que lleva a Primeros Pinos y a tan solo 16 km desde Zapala se debe tomar un camino vecinal ubicado en la margen izquierda.
Se puede contactar a Carmen al número 2942-477740.
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