La actividad, cargada de patriotismo y compromiso, incluyó la figura de la India Magdalena y contó con el apoyo de docentes y familias.
La Escuela 48 de Chos Malal fue escenario de una recreación del Cruce de los Andes, protagonizada por sus estudiantes y acompañada por docentes y familias. La propuesta buscó acercar uno de los hitos más importantes de la independencia sudamericana a los más pequeños, fomentando el trabajo en equipo, la perseverancia y el amor por la patria a través de una experiencia vivencial y participativa.
La actividad se realizó este jueves, comenzó puntualmente a las 11 y se extendió hasta cerca de las 15. Durante esas horas, los más chicos estuvieron acompañados por el cuerpo docente y sus familias que los llevaron a las afueras de la localidad para recrear el campo de batalla, en el que los niños asumieron con entusiasmo y seriedad representaron sus roles de soldados, oficiales y figuras históricas que formaron parte de la gesta sanmartiniana.
En esta edición, la representación tuvo un matiz especial: el homenaje a la India Magdalena, mujer que colaboró con el general José de San Martín, tiñendo de azul celeste los uniformes de sus soldados. El color estuvo presente en el vestuario y la decoración, generando un fuerte impacto visual que aportó identidad y simbolismo a la jornada.
La inclusión de este personaje histórico permitió ampliar la mirada sobre el Cruce de los Andes, reconociendo el papel de las mujeres y de aquellos protagonistas anónimos que contribuyeron, desde diferentes tareas, al logro de la independencia.
El trabajo detrás de escena
La preparación de la jornada demandó semanas de trabajo y coordinación. Docentes y auxiliares diseñaron un guion adaptado a la edad de los estudiantes, confeccionaron vestuarios y organizaron ensayos para que cada escena estuviera cuidada al detalle. Las familias también tuvieron un rol clave, aportando en la confección de atuendos, la ambientación del espacio y el acompañamiento de los niños durante todo el proceso.
Gracias a ese trabajo conjunto, los pequeños pudieron vivir la experiencia con naturalidad, disfrutando de un ambiente seguro y participativo. El relato de las y los docentes guiaba cada momento, enlazando datos históricos con las acciones representadas, para que el aprendizaje se diera de manera clara y entretenida.
Aprender historia de forma vivencial
Para la comunidad educativa, la recreación del Cruce de los Andes fue mucho más que una actividad escolar. Representó la oportunidad de enseñar historia de forma vivencial, transmitiendo a los estudiantes la importancia del esfuerzo colectivo, la disciplina y la solidaridad en la construcción de la libertad.
A través del juego y la representación, los niños incorporaron conceptos que en un manual pueden parecer lejanos, pero que, vividos en primera persona, adquieren un significado profundo. “La memoria histórica también se construye desde la infancia”, comentaron desde la institución, destacando que este tipo de experiencias fortalecen el sentido de pertenencia y el compromiso con los valores patrios.
Al finalizar la jornada, los aplausos de las familias y el personal escolar coronaron la presentación. Los estudiantes, orgullosos de su participación, se despidieron con la satisfacción de haber sido parte de un momento especial, mientras que la comunidad reafirmó la importancia de sostener y replicar estas propuestas.
La recreación del Cruce de los Andes en la Escuela 48 de Chos Malal mostró cómo la combinación entre contenidos históricos, trabajo pedagógico y participación familiar puede convertirse en una herramienta efectiva para el aprendizaje. La propuesta permitió que los estudiantes se acercaran a un hecho central de la historia argentina de manera adaptada a su edad, reforzando el vínculo entre la escuela y la comunidad.
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