Se triplicaron los casos de violencia de género con riesgo de femicidio en Neuquén capital
Las autoridades de la subsecretaría de las Mujeres presentaron el informe del primer semestre del 2025 donde indicaron que recibieron 800 consultas.
Las autoridades de la subsecretaría de las Mujeres de la Municipalidad de Neuquén presentaron este martes su informe del primer semestre del 2025 donde informaron que se triplicó la cantidad de mujeres atendidas que estaban en situación de riesgo de femicidio.
La cifra pasó de 6 a 18 mujeres que se acercaron a este organismo municipal, ya sea en persona o por teléfono, y entre las causas se indicó que como detonantes comunes en los casos de riesgo de violencia de género con Código A estuvieron el consumo de estupefacientes y de alcohol, la desidia y la falta de trabajo de parte de los varones.
Estos números surgieron del informe semestral de gestión de la subsecretaría de las Mujeres de Neuquén que realiza el Observatorio municipal de Violencia contra las Mujeres, la subsecretaría de las Mujeres y la secretaría de Turismo y promoción Humana.
La subsecretaria Alejandra Oehrens calificó de “alarmante el aumento” y observó que este informe toma únicamente casos que llegaron a la Casa Integral de las Mujeres, Aliwenko, ubicada en la calle El Ceibo 426 del barrio Alta Barda, o a través de los teléfonos institucionales de la cartera que encabeza. “El año pasado, en el mismo semestre, tuvimos 6 casos de Código A con riesgo de femicidio y hoy en día tenemos 18 casos”, detalló.
Por otro lado, durante los primeros seis meses de 2025, los equipos efectuaron 500 intervenciones en territorio, recibieron 263 llamados y las profesionales recibieron desde sus celulares institucionales 813 llamados que requirieron intervención.
La funcionaria aseguró que los números reflejan que los casos de Código A, que son los que alertan sobre mujeres con riesgo de femicidio, "van muy rápido en aumento". "Creemos que hay muchos factores que son los que hacen que estos números sigan creciendo”, señaló con preocupación.
En este sentido, lamentó el cierre de programas nacionales de protección para las mujeres y destacó que se trabaja con la subsecretaría de la Familia de la provincia respecto a restituir derechos con políticas públicas.
Oehrens destacó la profesionalidad del equipo que trabaja en la Casa Integral de las Mujeres Aliwenko: “Trabajamos operativamente en el territorio con el acompañamiento de las psicólogas y con el programa de las Mujeres para que tengan independencia laboral, puedan generar microemprendimientos en su hogar sin tener que depender del Estado y tampoco del varón”.
“Desde Aliwenko se articula y se interactúa con distintas áreas para poder abordar la temática de violencia en todas sus aristas, no solamente violencia doméstica o física, sino laboral, psicológica, económica y social”, aseguró.
Trabajo interdisciplinario
Entre los datos que destacó el informe, indica que la mayoría de las víctimas tienen hijos con su agresor y además que viven en el oeste de la ciudad. El último informe semestral de la subsecretaría de las Mujeres corresponde al período enero-junio 2025 y revela también que el 97% de las mujeres asistidas sufrió violencia psicológica. En ese lapso realizaron más de 800 intervenciones, 515 de ellas en territorio, y se acompañó a 106 mujeres en la realización de denuncias ante distintos organismos.
Oehrens informó que la atención de mujeres con riesgo de ser asesinadas insume una gran cantidad de horas del personal a su cargo, quienes las acompañan en sus trayectos y hasta hacen guardias para evitar cualquier tipo de ataque.
Indicaron que cada situación de este tipo insume entre 35 y 25 horas semanales de trabajo interdisciplinario, con protocolos de urgencia que incluyen activación de guardias, contención psicológica y medidas legales.
Otros de los números que se desprenden de este informe es que el 91% de las mujeres atendidas tiene hijos o hijas a cargo y en el 72% de los casos los comparte con el agresor. Este dato complejiza las intervenciones: muchas veces los vínculos con el violento se prolongan por razones legales o familiares.
En paralelo, se registra que el 86% de los agresores son parejas o ex parejas, y aunque en su mayoría no conviven, la violencia no cesa, sino que adopta otras formas: amenazas, acoso y violencia económica o vicaria.
Perfil de las víctimas
El informe detalla que la edad promedio de las mujeres que se acercaron al dispositivo es de 38 años. El 60% no tiene trabajo registrado: están desempleadas o empleadas en negro, lo que limita su autonomía económica y su capacidad de sostener medidas judiciales. Además, el 57% tiene estudios secundarios completos o incompletos.
Desde 2024, la subsecretaría comenzó a mapear el origen territorial de las víctimas. El 23% reside en la zona oeste de la ciudad, el 22% en el centro-oeste y el 13% en el sureste. Estas zonas coinciden con los sectores más vulnerables de la capital, donde se concentra la mayor demanda de asistencia.
Según los datos judiciales, entre enero y junio se registraron 367 denuncias por violencia de género en Neuquén capital, un 46% más que en el mismo semestre del año anterior. Los delitos más frecuentes fueron amenazas simples y lesiones leves, ambos con aumentos significativos.
A pesar del incremento de las denuncias, solo el 53% de las mujeres que accedieron al dispositivo cuenta con una medida cautelar vigente, y apenas el 11% de esas medidas son renovadas. Esta baja tasa de renovación evidencia las dificultades en la protección judicial a largo plazo.
El 73% de las víctimas manifestó contar con algún tipo de apoyo familiar o de su entorno, una red clave para el acompañamiento.
Prevención y formación
Como parte de su estrategia integral, la subsecretaría también avanzó en acciones preventivas. Durante el semestre, 252 personas participaron en talleres presenciales sobre género y violencia, dirigidos a personal estatal y privado. Además, continúa la capacitación online “Caminando hacia la Igualdad”, con más de 100 inscriptos desde su creación.
En las conclusiones del informe se subraya la necesidad de sostener políticas públicas integrales que no solo aborden la emergencia, sino también las condiciones estructurales de la violencia. En esa línea, se destaca la aprobación del programa “Las Mujeres Hacemos”, una iniciativa de fortalecimiento económico impulsada por la Subsecretaría y convertida en ordenanza por el Concejo Deliberante en julio.
“Las situaciones de violencia son complejas, pero también lo son las condiciones materiales para salir de ellas. El acompañamiento debe ser integral, territorial y sostenido en el tiempo”, señala el documento.
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