Los avances médicos incrementaron la esperanza de vida, pero suman nuevos desafíos para los tratamientos oncológicos. Los expertos debatieron en un seminario organizado por MSD.
Pese a la persistencia de ciertos mitos, el diagnóstico de cáncer ya dejó de ser interpretado como una sentencia de muerte y hoy se trata, en muchos casos, como un enfermedad crónica. Los expertos aseguran que los casos entre los adultos mayores de 65 años podrían duplicarse para 2040, en un contexto en el que los avances médicos tienen dos impactos enfrentados: un aumento exponencial de la longevidad y nuevos desafíos para los tratamientos oncológicos.
En el marco del seminario de Periodismo de Salud organizado por MSD, el oncólogo clínico Diego Kaen (MP 1.898) aseguró que la detección precoz es clave para el tratamiento del cáncer, por lo que es fundamental acercar a los pacientes sanos a los controles médicos, para atacar el problema incluso cuando no hay síntomas perceptibles. A eso se suma un fenómeno que llegó con los avances médicos: afirmó que entre el 50% y 60% de los diagnósticos de cáncer que no se curan se "cronifican" en los países más desarrollados.
"Hace 10 años, cualquier cáncer de pulmón en estadío 4 daba una esperanza de vida de seis meses. Hoy, con la inmunoterapia, un 30% se puede volver crónico", dijo y agregó que los sobrevivientes de cáncer serán cada vez más y, entre ellos, se contarán los adultos mayores, que requieren de tratamientos y abordajes específicos.
“Para 2040 se estima que los casos de cáncer en mayores de 65 años se duplicarán. Es una consecuencia directa de vivir más tiempo: los avances de la ciencia y la salud nos permiten alcanzar edades antes impensadas, pero también nos exponen con mayor frecuencia a enfermedades crónicas. En ese contexto, la prevención y la detección temprana del cáncer son cada vez más importantes”, explicó Gabriela Bugarín (MN 71988), directora médica de Oncología de MSD Argentina.
Longevidad: un logro y un reto nuevo
"La longevidad es un logro de la humanidad", dijo el gerontólogo Carlos Presman (MP 17871), durante el seminario. El hito, que es un resultado de las distintas innovaciones médicas, una mejora en las condiciones de vida y también avances en la inmunización colectiva a través de las vacunas, también implica un desafío nuevo: tratar a los adultos mayores con una perspectiva única, alejada de la gerontofobia pero atenta a las necesidades específicas de este grupo etario.
Tanto Kaen como Presman coincidieron en la importancia de integrar la gerontología con la oncología para tratar a los adultos mayores, que tienen otras enfermedades además del cáncer y un metabolismo diferente para tolerar los tratamientos más agresivos. Sin embargo, reconocieron que muchos responden a los nuevos tratamientos, que deben adaptarse a esos casos con una combinación de ciencia médica, empatía, y políticas públicas que los acompañen.
"No hay envejecimiento sino vejeces", afirmó Presman, que consideró que debería analizarse a los adultos mayores por sus funciones y no por la edad que marca su DNI. De esta manera, recordó que “la longevidad saludable no depende solo de la genética, sino también de las condiciones de vida. El acceso al agua potable, una alimentación equilibrada, la posibilidad de realizar actividad física y de mantener vínculos sociales sólidos son factores determinantes para un envejecimiento activo y una mejor respuesta frente a las enfermedades crónicas".
El gerontólogo destacó la importancia de hacer un abordaje humano del tratamiento del cáncer entre los adultos mayores. Este grupo representa un componente cada vez más grande de la población, pero propone nuevos desafíos para los profesionales, que deben reforzar la escucha, integrar a hijos y otros familiares en el proceso y promover una consulta humana, que exceda los 15 minutos de entrevista médica. “
El tratamiento en personas mayores requiere un equilibrio más cuidadoso: comorbilidades como hipertensión, diabetes o insuficiencia cardíaca pueden limitar las opciones terapéuticas y hacer más complejo el balance entre riesgo y beneficio”, indicó Kaen, y agregó: “Una buena alimentación, el ejercicio adaptado, la hidratación y el acompañamiento emocional son tan importantes como la terapia en sí para mejorar la calidad de vida. La oncología moderna debe integrar todos estos aspectos para garantizar un envejecimiento saludable”.
Qué es MSD
MSD, conocida como Merck & Co., Inc., Rahway, NJ, EE. UU., en los Estados Unidos y Canadá, se centra en el propósito de utilizae el poder de la ciencia de vanguardia para salvar y mejorar vidas en todo el mundo.
Con 130 años de trayectoria en el desarrollo de medicamentos y vacunas, aspiran a ser la principal empresa biofarmacéutica de investigación intensiva del mundo, y hoy están a la vanguardia de la investigación para ofrecer soluciones de salud innovadoras que promuevan la prevención y el tratamiento de enfermedades en personas y animales. "Fomentamos una fuerza laboral global diversa e inclusiva y operamos de manera responsable todos los días para permitir un futuro seguro, sostenible y saludable para todas las personas y comunidades", aseguraron.
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