El gremio de la construcción tiene buenas perspectivas para 2026 por las grandes obras ligadas a Vaca Muerta. Los desafíos que se vienen.
En una jornada electoral sin sorpresas, la seccional Neuquén de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina(UOCRA) ratificó la continuidad de su actual conducción. Víctor Carcar fue reelecto como secretario general al encabezar una lista única, un reflejo de la unidad que, según él, se ha mantenido en el gremio desde 2007.
La elección, que movilizó a unos 3.870 de los más de 5.300 afiliados habilitados, fue una "formalidad" necesaria por normativas del Ministerio de Trabajo, pero el verdadero foco de Carcar está puesto en el complejo presente y el prometedor futuro del sector en la provincia. Según explicó, la perspectiva para 2026 es de incrementar la actividad en la construcción a partir de grandes obras en Vaca Muerta.
La votación se realizó en sedes de Neuquén capital, Añelo, Rincón de los Sauces y San Martín de los Andes, además de urnas especiales en obras clave de Vaca Muerta como Rincón de Aranda y La Angostura Sur. La lista de Carcar, que lo acompañará en el mandato desde febrero de 2026 hasta febrero de 2030, incluye a figuras conocidas como Juan Carlos Levi en el cargo de secretario adjunto y Rubén Oscar Ojeda como secretario de Organización y Asuntos Gremiales.
Entre el crecimiento y los despidos
Aunque el proceso electoral transcurrió con un "perfil bajo" al no haber competencia, la realidad de los trabajadores de la construcción en Neuquén es una de contrastes: la inmensa expectativa generada por Vaca Muerta choca con una desaceleración actual que genera incertidumbre y desafíos para la gestión gremial.
"Yo creo que estamos en una provincia con una perspectiva extraordinaria, o sea, no creo que esto dé una ventana de 30, 40 años de producción y de trabajo", afirmó Carcar en diálogo con LMNeuquén. Sin embargo, esta visión a largo plazo convive con una coyuntura marcada por la ralentización de proyectos y la presión sobre el empleo y los salarios, una dualidad que definirá la agenda de su nuevo mandato.
A pesar del auge que ha vivido el sector, el secretario general advierte sobre una "suerte de ralentización" de los proyectos, especialmente en los últimos dos años, que ha provocado la pérdida de aproximadamente 1.500 puestos de trabajo. Carcar explica que el principal problema es la falta de sincronización entre el fin de una obra y el comienzo de la siguiente. "No sé qué ha pasado que desde el cambio de gobierno se fue ralentizando, o sea, no se calzó una obra con otra", lamentó.
Esta situación contrasta fuertemente con el crecimiento exponencial experimentado desde 2022 y 2023, cuando el gremio pasó de tener entre 14.000 y 15.000 trabajadores a registrar picos de 22.000. Actualmente, la UOCRA mantiene un nivel de alrededor de 20.000 obreros registrados en blanco, a los que se suma una importante actividad de trabajadores independientes y monotributistas en obras privadas como barrios cerrados en Plottier y Centenario.
El dirigente gremial explicó a LMNeuquén que un 60% de los obreros registrados en Neuquén trabajan en obras comunes, ya sea para viviendas o emprendimientos comerciales, mientras que el 40% restante realiza obras de construcción en yacimientos vinculados directamente a Vaca Muerta.
Proyectos para 2026
La esperanza está puesta en el próximo año, cuando se espera que grandes inversiones en Vaca Muerta reactiven la demanda de mano de obra entre febrero y marzo. Proyectos de gran magnitud como Los Toldos, donde Tecpetrol planea expandir su producción de petróleo, podrían generar hasta 2.000 empleos directos. Otras obras importantes en el horizonte son La Calera 2 y proyectos en Loma La Lata y el gasoducto Vaca Muerta Sur. La paradoja es tal que Carcar asegura: "Si nosotros tenemos todas esas obras juntas, no tenemos a la gente", evidenciando el potencial latente que hoy no se materializa por completo.
A este escenario se suma una constante social: la llegada masiva de trabajadores de otras provincias, atraídos por la "expectativa de tal magnitud" que genera Neuquén. Según el dirigente, aproximadamente un 40% de la mano de obra proviene de fuera de la provincia. Esta migración presenta un desafío para los sindicatos y el gobierno, que deben "unirse y trabajar para ordenar esto porque va a ser realmente complejo".
Sin embargo, el sindicalista recordó que el personal de otras provincias "se recicla", y regresa a su ciudad de origen cuando la actividad disminuye, para volver cuando crece la dinámica ecónomica. Por otro lado, afirmó que los albañiles de otros países llevan más de una década en la zona. "Tenemos muchos trabajadores paraguayos que, en algunos casos, se volvieron a Paraguay por el crecimiento económico que tuvo ese país", señaló.
Salarios y condiciones laborales
El bolsillo de los trabajadores es otro de los frentes de batalla de la UOCRA. Los salarios se rigen por paritarias nacionales, pero la realidad económica de Neuquén, una de las "zonas B" en la escala salarial, obliga al sindicato a una negociación constante y particular. "Nosotros tenemos la libertad de generar plus o generar adicionales en diferentes obras, en diferentes lugares. Es todo una cuestión de obra por obra", explicó Carcar.
Según las escalas salariales de septiembre de 2025 para Neuquén, un Ayudante percibe un sueldo básico por hora de $4.059, un Medio Oficial cobra $4.384, un Oficial alcanza los $4.753 y un Oficial Especializado llega a $5.553. Por su parte, un Sereno tiene un sueldo básico mensual de $736.673. A pesar de estos valores, que pueden parecer elevados en comparación con otras regiones, Carcar admite que el poder adquisitivo sigue siendo un problema: "Realmente no alcanza, es complejo".
Dentro del gremio, existe una fuerte aspiración por parte de los trabajadores de acceder a los proyectos en los yacimientos, amparados por el convenio 545, que ofrece mejores remuneraciones que el convenio 770/75, aplicado a las obras en las ciudades.
"Todos quieren trabajar en yacimiento, todos quieren estar en un convenio donde se gana más", señaló el líder sindical. Sin embargo, aclaró que "no hay para todos" y que las condiciones en el campo son extremadamente duras. "El sistema petrolero, los yacimientos, es muy complejo. Son muchos viajes, no están nunca en la casa los chicos... Se van a las 5:30 de la mañana y vuelven a las 10 de la noche", describió Carcar, matizando la idealización de esos puestos.
Finalmente, el sindicato enfrenta diferentes capacidades de presión según el sector. Mientras que pueden realizar asambleas y reclamos al sector público para activar obras, la influencia sobre las inversiones privadas es limitada. "En la actividad privada no tenemos un reclamo. Vos empezás una obra en los tiempos que vos tenés, no en los tiempos del sindicato", concluyó, definiendo así el tablero en el que deberá moverse su gestión para los próximos cuatro años.
Realidades diferentes según la zona de Neuquén
Carcar aclaró que la situación que se vive en Neuquén capital, la zona de Vaca Muerta y el sur de la provincia, con mucho caudal de trabajo, se diferencia de otras regiones, como el centro de la provincia. "En Zapala, en Picún Leufú y Piedra del Águila dependemos de la obra pública, porque con la privada, no alcanza", dijo y aclaró que esperan que se materialicen proyectos, como la unidad carcelaria, para contener a los trabajadores.
"Esas zonas son los puntos débiles para el gremio", dijo en relación al retiro del gobierno nacional de los proyectos de obra pública, que permitían sostener el nivel de actividad en áreas de menor inversión privada.
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