El titular de la entidad, Santiago Bausili dijo el fin de semana que se trabaja para eliminar el tradicional instrumento de pagos.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) se prepara para asestarle un golpe de knock out a la economía en negro, al cortar uno de los mecanismos de pagos mas extendidos en el circuito irregular, que son los tradicionales cheques de papel al portador.
Así lo señala el CEO de SDC Asesores Tributarios, Sebastián Domínguez, al comentar sobre la medida en la que trabaja la autoridad monetaria según anticipó su presidente Santiago Bausili en redes sociales.
El camino emprendido en este sentido tiene como trasfondo el Impuesto al Cheque, que es uno de las más distorsivos que hay en la economía, de difícil eliminación por su importancia en la recaudación total.
“En general, se cree que en la economía no declarada los pagos se realizan siempre en efectivo o con criptomonedas por circuitos no declarados”, señaló Domínguez en un informe.
El tributarista aclara que “sin embargo, es habitual el uso de cheques ‘a la orden’ sin consignar beneficiario y sin endoso formal para realizar pagos ‘en negro’”.
A su entender, el cheque electrónico “permite efectuar pagos sin dejar rastro de quién recibe el dinero, manteniendo la operatoria fuera del alcance fiscal”.
Con el cheque electrónico, esto desaparece:
- Toda transferencia queda registrada en el sistema bancario.
- Cada endoso, cesión o transmisión se identifica con CUIT/CUIL/CDI.
- No existe la posibilidad de circular un cheque sin identificar al beneficiario.
“Con la eliminación del cheque papel se reduce drásticamente la capacidad de canalizar pagos por operaciones no declaradas. Y para quienes los utilicen en operaciones sin declarar, aumenta el riesgo de detección”, señaló Domínguez.
Mayor recaudación por blanqueo de operaciones
El reporte señala al respecto que “el Gobierno ha indicado que quiere bajar impuestos aumentando la cantidad de contribuyentes y las bases imponibles de los mismos”.
“Eliminar el cheque físico puede ser un camino hacia ese objetivo.
No implica aumentar impuestos ni modificar una norma tributaria, pero sí genera efectos indirectos relevantes”, señala el mismo:
- Menor evasión estructural en pagos no trazables.
- Exteriorización de ingresos que antes se canalizaban mediante cheques al portador.
- Mayor cumplimiento espontáneo por efecto disuasivo de la trazabilidad.
- Fiscalización más efectiva.
“Además esto puede favorecer a la recaudación de tributos provinciales y municipales permitiendo a Provincias, CABA y municipios evaluar reducciones impositivas sin afectar sus finanzas”, dice Domínguez.
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