Alerta de la NASA: ¿Una nave extraterrestre se está acercando a la Tierra?
El hallazgo activó el protocolo de defensa planetaria, y sospechan de una maniobra de inteligencia.
La NASA encendió sus sistemas de vigilancia espacial tras detectar movimientos anómalos en el cometa 3I/ATLAS, un cuerpo celeste que atraviesa una trayectoria inusual cerca de la Tierra. El hallazgo activó el protocolo de defensa planetaria, un procedimiento que se utiliza cuando existe riesgo potencial de impacto o comportamiento impredecible por parte de un objeto interestelar.
El monitoreo está a cargo de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), que trabaja en conjunto con observatorios de todo el mundo. El fenómeno generó atención inmediata por su proximidad y por las hipótesis lanzadas desde la comunidad científica. Algunos astrónomos lo describen como un objeto errático, otros creen que podría tratarse de un visitante interestelar con propiedades desconocidas.
La primera señal de alarma surgió cuando los sensores del Minor Planet Center de Harvard registraron variaciones en la velocidad del cometa que no coincidían con las leyes físicas tradicionales. Ese cambio motivó la publicación de un aviso técnico bajo el boletín MPEC (2025-U142), lo que llevó a la NASA a iniciar una simulación de respuesta de emergencia que se extenderá entre el 27 de noviembre de 2025 y el 27 de enero de 2026.
La hipótesis más polémica: un artefacto inteligente
Entre las teorías más llamativas se encuentra la de los investigadores Adam Hibberd y Adam Crowl, vinculados a la Universidad de Harvard. Ambos sostienen que el 3I/ATLAS podría ser un artefacto tecnológico con inteligencia activa, diseñado o impulsado por una civilización extraterrestre.
Según los científicos, la “cola” del cometa —una mezcla de gas, polvo y escombros visibles cuando se acerca al Sol— podría ser, en realidad, una maniobra de frenado o propulsión controlada. “Si el objeto tiene inteligencia, existen dos escenarios: uno benigno y otro maligno”, señalaron los autores del estudio, abriendo el debate sobre un posible contacto con formas de vida desconocidas.
Aunque la hipótesis carece de pruebas concluyentes, el planteo generó reacciones divididas dentro de la comunidad astronómica. Algunos especialistas interpretan el fenómeno como un comportamiento natural provocado por la radiación solar, mientras que otros admiten que el 3I/ATLAS exhibe patrones difíciles de explicar por medios convencionales.
Precaución y entrenamiento global
Frente a la incertidumbre, la NASA decidió aumentar la frecuencia de observaciones y desplegar un protocolo de simulación que involucra satélites, telescopios y centros de control de diferentes países. El ejercicio busca probar la capacidad de respuesta en caso de que un objeto interestelar altere su rumbo hacia el sistema Tierra-Luna.
El protocolo no implica que el cometa represente una amenaza inmediata, pero sí marca un precedente inusual en la cooperación internacional para defensa planetaria. Desde la agencia espacial recordaron que, aunque la posibilidad de impacto es mínima, la observación constante es esencial para evitar sorpresas.
Desde ya, las redes sociales multiplican teorías sobre un posible mensaje o exploración alienígena. Para los expertos, lo importante es mantener el rigor científico. Aun sin evidencias definitivas, el caso del cometa 3I/ATLAS vuelve a recordar que el universo todavía guarda misterios que desafían las certezas humanas.
Te puede interesar...











Dejá tu comentario