Todo lo que hay que saber para cocinar arroz perfecto y calcular las porciones
Aprendé cómo lograr un arroz suelto, sabroso y sin desperdiciar, con trucos para medir las cantidades según cada comensal.
El arroz es uno de esos alimentos que no faltan en ninguna cocina: barato, versátil, rendidor y protagonista de infinitas recetas. Desde una simple guarnición hasta platos más elaborados como paellas, risottos o ensaladas, el arroz siempre está a mano. Pero aunque parezca fácil, no todos saben cocinarlo bien. ¿Te queda pasado, pegoteado o hacés de más y sobra para tres días? Acá te contamos cómo lograr el punto justo y cómo calcular la porción perfecta según cuántos coman.
¿Cuánto arroz por persona?
Una de las dudas más comunes a la hora de cocinar arroz es la cantidad. Y no es para menos: el arroz se hincha al cocerse y, si no lo calculás bien, podés terminar con una montaña blanca imposible de guardar. La regla básica es que una porción estándar de arroz crudo es de 1/4 de taza (unos 50 a 70 gramos) por persona si va como guarnición. Si el arroz es plato principal, como en un risotto o una cazuela, se recomienda calcular entre 1/3 y 1/2 taza por comensal (80 a 100 gramos).
En tazas, más fácil:
Para dos personas como guarnición: ½ taza de arroz crudo.
Para cuatro personas como plato principal: entre 1¼ y 2 tazas de arroz crudo.
Tené en cuenta que 1 taza de arroz crudo rinde aproximadamente 3 tazas cocidas, aunque esto puede variar según el tipo de arroz.
Tipos de arroz y cómo cocinar
No todos los arroces se cocinan igual. El más común en nuestras cocinas es el arroz blanco largo fino, que suele cocinarse con el método de "doble de agua". Es decir, por cada parte de arroz, dos de agua. Pero si usás arroz integral, vas a necesitar más tiempo y más líquido (suele ser 2½ a 3 partes de agua por parte de arroz), ya que el grano es más duro y tarda más en ablandarse.
Para un arroz suelto y parejo, estos son los pasos básicos:
Enjuagar el arroz crudo con agua fría varias veces hasta que el agua salga clara. Esto ayuda a quitar el exceso de almidón y evita que se pegue.
Rehogar el arroz en un poquito de aceite o manteca antes de agregar el agua. Este paso sella los granos y mejora la textura.
Agregar el agua caliente con sal (y especias si querés), tapar y cocinar a fuego bajo sin destapar ni revolver.
Cuando el agua se haya absorbido (unos 15 minutos para el blanco), apagar el fuego y dejar reposar tapado 5 minutos más.
Si preferís un arroz más cremoso, como el carnaroli para risotto, el proceso es distinto: se agrega caldo de a poco y se revuelve constantemente para liberar el almidón.
Consejos extra para no fallar
No lo revuelvas mientras se cocina, salvo que estés haciendo risotto. Revolver rompe los granos y lo vuelve pastoso.
No lo dejes destapado, porque se evapora el agua antes de tiempo.
Si usás olla arrocera o método al horno, ajustá tiempos y proporciones según el modelo o receta.
¿Y si sobra arroz? No lo tires. Se puede guardar en la heladera hasta tres días o congelar. Después lo podés usar para salteados, croquetas, ensaladas frías o sopas.
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