El mensajero solidario que se ganó el amor de todos en Chos Malal
Recorre su pueblo a diario con educación, paciencia y amabilidad, y cobra apenas unos pocos pesos por su esfuerzo para llegar con mensajes y paquetes.
En un gesto de solidaridad y agradecimiento, una vecina de Chos Malal decidió compartir en las redes sociales la historia de Leo, un hombre que se ha ganado el respeto y la admiración de la comunidad por su trabajo como mensajero y delivery.
Leo, un hombre con un corazón enorme, recorre las calles de Chos Malal ofreciendo sus servicios de entrega y gestiones a quienes lo necesitan. Lo hace con educación, paciencia y amabilidad, y cobra apenas unos pocos pesos por su esfuerzo.
Su vecina, Paula Riquelme, decidió compartir su historia en el portal de noticias de la Radio Chos Malal para agradecerle y ayudarlo a darse a conocer. "Muchos utilizan las redes para 'escrachar' gente. Yo quiero usarlas para mostrarles a alguien increíble", escribió. Además, añadió que "Leo no solo trae cosas, trae confianza, amabilidad y ganas de ayudar. Entre todos, podemos hacer más fácil la vida de alguien que pone tanto empeño y cariño en cada entrega”.
La lucha diaria
La historia de Juan Carlos Arias, más conocido como "Leo", es un ejemplo de resiliencia y determinación. Después de enfrentar un accidente que lo obligó a dejar su trabajo en Neuquén, se mudó a Chos Malal hace 21 años en busca de una nueva oportunidad. A pesar de los desafíos que enfrentó, incluyendo una separación y la crianza de su hijo, Leo siempre encontró la manera de salir adelante.
Durante la pandemia, se quedó sin trabajo (en el ámbito de la Vigilancia) y se vio obligado a buscar nuevas formas de generar ingresos. Junto con otros dos amigos, creó un servicio de entrega de alimentos y medicamentos a personas que no podían salir de sus hogares debido al virus COVID-19. A pesar de los obstáculos y la falta de recursos, perseveró y logró establecer su propio servicio de mensajería.
La historia de Leo es un testimonio de la importancia de la voluntad y la determinación para superar los desafíos de la vida. A pesar de las dificultades, Leo sigue trabajando duro para mantener a su familia y cumplir con sus responsabilidades. Es así que con la ayuda de un amigo, Armando Rivera, pudo adquirir una moto para trabajar como mensajero.
Sin embargo, no ha tenido una vida fácil. Ha sido víctima de estafas y robos por parte de personas en las que confiaba, lo que le ha generado desconfianza hacia los demás. Aun así, Juan Claudio sigue trabajando duro para mantener a su familia y cumplir con sus responsabilidades.
"Me duele cuando los clientes no entienden que no estoy en la casa esperando que me llamen", dice Leo. "Quieren las cosas ya, rápido, y no entienden que soy una persona que trabaja sola".
Con todos los desafíos, sigue adelante. Ha establecido un horario de trabajo de lunes a sábado de 9 de la mañana a 10 de la noche, y los domingos de 9 a 15 horas. Su sueño es tener una mensajería propia en Chos Malal, donde pueda ofrecer servicios de entrega a la comunidad.
"Me gustaría tener cinco o seis motos para poder atender a todos los clientes", dijo Leo con una sonrisa llena de esperanza. "Pero por ahora, seguiré trabajando duro para cumplir con mis responsabilidades y darle a mi hijo todo lo que necesita", remarcó.
La historia detrás del 'León'
Hace muchos años, Juan Claudio Arias, de 50 años de edad, se convirtió en "Leo" para sus amigos y conocidos. La historia detrás de este apodo es un reflejo de su personalidad y su forma de vida.
Todo comenzó cuando era empleado en una empresa de vigilancia. Sus compañeros de trabajo comenzaron a llamarlo "León" debido a su forma de ser: tranquilo, pero con una gran pasión y energía cuando se trata de defender lo que es importante para él. "Soy como un león tranquilo, pero cuando reacciono, reacciono", admitió.
No obstante, detrás de la fachada de un hombre duro y peleador, hay un corazón que late fuerte por su familia y amigos. "Haría cualquier cosa por mi hijo y por las personas que quiero", expresó con emoción.
Con el tiempo, el apodo se quedó y ahora la mayoría de las personas lo conocen como "Leo". La trayectoria de Juan Claudio Arias recuerda que detrás de cada persona hay una historia y una lucha. Y en el caso de "Leo", su apodo es un reflejo de su fuerza y su pasión por la vida.
La lucha por su hijo
La historia de Leo es un ejemplo conmovedor de la lucha de un padre por su hijo.
A pesar de las dificultades que enfrenta día a día, siempre encuentra la manera de hacer que las cosas funcionen, impulsado siempre por su amor por su hijo. "Mi hijo Claudio Oscar es mi todo", dijo. "Quiero que tenga una vida mejor que la mía, que tenga oportunidades y que sea feliz", añadió.
La relación entre el “mensajero con corazón” y su hijo es conmovedora. Y aunque su hijo es ya un joven adulto (17 años), Leo sigue siendo su roca, su apoyo y su guía. "Él es mi mejor amigo", aseguró con felicidad y satisfacción. "Quiero que salga afuera, que tenga amigos y que sea feliz". Sin dudas, su historia es un ejemplo de la lucha diaria de muchos padres que trabajan duro para mantener a sus familias.
Salir adelante
En un contexto económico personal muy precario y difícil, Leo se encuentra en búsqueda activa de trabajo como sereno, con 33 años de experiencia en el área.
Según testimonios de personas que lo conocen, es un hombre excelente que está pasando por un momento complicado. Su vecina, Paula Riquelme, ha destacado su buena disposición y su deseo de encontrar un trabajo estable, siempre con determinación y buena voluntad.
Juan Claudio ha estado ofreciendo sus servicios como vigilador a través de publicaciones en redes sociales, y su historia ha conmovido a muchos. Por esta razón, la difusión de su dura circunstancia podría ser una oportunidad para que encuentre un trabajo estable y mejore su situación económica. Su caso es un ejemplo de la lucha diaria de muchas personas que buscan salir adelante en un entorno cargado de desafíos. Quienes deseen comunicarse con él directamente pueden hacerlo a través de su número de teléfono: 2942-560328.
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