Un vecino había alertado sobre una posible fuga de amoníaco, un gas muy peligroso. Pero cuando llegaron los inspectores se llevaron una sorpresa.
La denuncia de un vecino que sintió un fuente olor a gas en la zona industrial movilizó a los bomberos y a Inspectoría Ambiental. En principio, se creía que era una fuga de amoníaco, un gas altamente tóxico, de gran peligro para la salud. La situación fue más que confusa, porque las pruebas generaron una sorpresa.
La situación se vivió el último viernes por la tarde en Centenario, cuando vecinos denunciaron la presencia de un fuerte olor a gas, en las inmediaciones de un frigorífico ubicado en las calles Chubut y San Luis. Si bien es una zona de área industrial, desde hace años que los vecinos han levantado sus casas y tienen que convivir con estas consecuencias de la industria.
El aviso de los malos olores llegó a través del WhatsApp de Inspectoría Ambiental, lo que activó de inmediato un operativo conjunto entre personal municipal y Bomberos Voluntarios.
El temor inicial era que se tratara de una posible fuga de amoníaco, un gas altamente tóxico y de olor penetrante que se utiliza en sistemas de refrigeración industrial. Es algo posible en la industria y de hecho Centenario padeció hace más de 20 años una situación en un frigorífico que causó la muerte de un operario y ocho heridos. De hecho, la mayoría de los frigoríficos en Centenario se encuentran en el Casco Viejo, las construcciones son grandes, un patrimonio histórico, pero casi obsoletas.
Sin embargo, los primeros testeos realizados en el lugar descartaron esa posibilidad. “Se realizaron las pruebas con el detector de amoníaco y el resultado fue negativo. No había pérdidas de gas ni de amoníaco”, confirmaron desde Bomberos Voluntarios. En el operativo también participó personal de la empresa Camuzzi, además de los responsables del establecimiento y vecinos del sector.
De acuerdo con el informe oficial del área de Medio Ambiente, se labró un acta contravencional por “emanación de olores que generó molestias respiratorias leves, como picazón nasal, en algunas personas”. No obstante, el documento aclara que no se constató la presencia del gas tóxico, y que se mantendrá un seguimiento preventivo en la zona para determinar el origen de los olores.
LMNeuquén consultó a fuentes del frigorífico y explicaron que todo se originó por la denuncia de un vecino que hace una semana manifestaba malestar y lo atribuía a una supuesta fuga de gas, o de amoniaco. “Los bomberos verificaron el lugar con el detector y el resultado fue negativo. No se vio nada raro, y nos entregaron el acta de constatación. En definitiva, nada”, relató.
¿Qué era el olor que se sintió?
En realidad, no se descarta que el olor provenga del sistema cloacal del barrio, ya que en los últimos días se registraron episodios similares en otras zonas cercanas, de acuerdo a las mismas fuentes consultadas, pero tampoco se pudo comprobar esa hipótesis de los malos olores en la zona industrial.
El municipio de Centenario indicó que Inspectoría Ambiental continuará monitoreando el sector y que los equipos están disponibles para intervenir nuevamente si los vecinos vuelven a percibir olores inusuales. A todo esto, nadie sabe bien que fue lo que denunció el vecino, ya que el amoníaco es un gas muy fuerte, y tampoco se detectaron perdidas de gas natural.
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