La transformación de la Avenida Mosconi ya es un hecho: Provincia y Municipio avanzan en una obra histórica
El Intendente Mariano Gaido avanza en la obra de Ingeniería más importante de las últimas décadas. La licitación sería en los primeros meses del 2026.
La ciudad de Neuquén dio un paso decisivo hacia una transformación largamente esperada. La Provincia formalizó la transferencia de la Avenida Mosconi —la ex Ruta Nacional 22 dentro del ejido urbano— a la Municipalidad de Neuquén, permitiendo avanzar en la licitación, ejecución y financiamiento de una obra estratégica que alcanzará 14 kilómetros de traza urbana. Aunque las tareas estarán a cargo del municipio, la vía continuará siendo de jurisdicción provincial hasta que concluyan los trabajos y pase luego a integrar el patrimonio de Vialidad Provincial.
El presidente de la Dirección Provincial de Vialidad, José Dutch, explicó que esta instancia es parte de un proceso mayor que comenzó con la cesión de la Ruta 22 desde Vialidad Nacional hacia la Provincia. Señaló que ahora se cede al municipio la posibilidad de ejecutar obras que beneficiarán a toda la ciudad y que permitirán adaptar la traza a las necesidades urbanas actuales.
Desde el municipio, el secretario de Infraestructura y Planificación Urbana, Alejandro Nicola, destacó el valor de esta gestión y el impulso político que la hizo posible. Recordó que el intendente Mariano Gaido planteó esta intervención como una obra clave para resolver desafíos estructurales heredados de la antigua Ruta Nacional 22, especialmente la problemática del drenaje. La elevación de la traza funcionó durante años como una “represa” que provocaba anegamientos en días de lluvia, afectando a distintos barrios. El inicio de la obra contempla un pluvial de gran escala para resolver definitivamente esta situación.
Nicola sumó detalles técnicos del proyecto y confirmó que la obra está diseñada en seis sectores, que se cuentan desde el límite con Plottier hacia el límite con Cipolletti. Los primeros trabajos se concentrarán en dos frentes simultáneos:
Sector 6, desde la salida del Puente Carretero hasta la calle Primeros Pobladores, donde se construirá un viaducto elevado que permitirá que el tránsito hacia y desde Cipolletti circule por arriba, mientras que las calles urbanas cruzarán por debajo.
Sector 4, desde Linares hasta Gatica, un tramo de veinte cuadras considerado el sector más comercial de toda la traza, clave por su movimiento urbano y su ubicación entre las vías y la avenida.
Estos dos sectores están previstos para iniciar a principios de 2026 y finalizar ese mismo año, con inauguración simultánea.
La transformación vial será profunda: cuatro carriles por mano, estacionamiento, bicisendas en ambos sentidos, espacio verde longitudinal y veredas amplias de cinco a seis metros con una arquitectura moderna y uniforme. El corredor verde tendrá un impacto significativo: acumulado a lo largo de los catorce kilómetros, equivaldrá a 25 plazas de una cuadra, con arbolado urbano diseñado por especialistas.
El aspecto más trascendente desde la infraestructura será la obra pluvial. La avenida será nivelada a la altura de la ciudad y se construirán dos pluviales principales conectados con los distintos canales que cruzan la traza. Esto resolverá definitivamente los anegamientos provocados por la elevación de la vieja Ruta 22, que funcionaba como una represa en días de tormenta.
La planificación del tránsito durante la construcción también fue pensada para minimizar el impacto en la vida cotidiana. Está previsto que nunca se interrumpa totalmente la circulación: se aislarán los sectores de obra y se mantendrán habilitadas ambas colectoras, permitiendo un flujo continuo a baja velocidad. Cada 300 o 400 metros se dispondrán cruces transversales para garantizar conectividad entre barrios. Además, se promoverá el trabajo nocturno, sobre todo para la entrada y salida de camiones y el movimiento de grandes volúmenes de material, con el fin de evitar congestiones durante el día.
La transformación de la Avenida Mosconi no solo mejorará la movilidad: cambiará la fisonomía urbana de Neuquén, integrará barrios, ampliará los espacios públicos y elevará la calidad de vida de quienes transitan y viven a lo largo de esta traza fundamental. Neuquén avanza así hacia un modelo de ciudad moderna, accesible y pensada para las personas, con infraestructura preparada para las próximas décadas.
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