La conmovedora historia detrás del nombre del dinosaurio "come cocodrilos" que descubrieron en Chubut
El paleontólogo Lucio Ibiricu, líder del equipo, contó por qué eligieron "Joaquinraptor" para identificar a la nueva especie. Del dolor profundo al homenaje.
El Joaquinraptor casali, el dinosaurio carnívoro descubierto recientemente en Chubut, lleva un nombre que va más allá de la taxonomía científica. Detrás de esta denominación se esconde una historia profundamente personal que el líder del equipo que concretó el valioso hallazgo compartió con emoción.
Los restos de este depredador extinto hace 70 millones de años tenían como característica peculiar que conservaba entre las mandíbulas el hueso de un cocodrílo de su época, lo cual no dejó duda de sus condición de voraz cazador.
Lucio Ibiricu, investigador del CONICET en el Instituto Patagónico de Geología y Paleontología del Centro Científico, encabezó el equipo que logró el descubrimiento. Y el nombre elegido para la nueva especie representa un homenaje íntimo que surgió en medio de circunstancias muy difíciles en su vida.
"Es un poco especial, un poco más personal, porque mi esposa y yo pasamos por una situación muy dura en ese momento, cuando se descubrió el lugar (donde luego hallaron los fósiles), y el equipo le puso Valle Joaquín, en memoria de mi hijo. Luego cuando nos dimos cuenta de que era un género nuevo, medio impulsado por el equipo, dije que le podía poner Joaquínraptor, también en su homenaje", relató el científico luego de que se difundió el hallazgo.
Del dolor al homenaje
El descubrimiento se empezó a gestar en 2019, cuando Bruno Álvarez, integrante del equipo, detectó fragmentos de huesos que sobresalían en la Estancia Puesto El Colorado, en el centro sur de Chubut. Lo que en principio parecía un hallazgo más, terminó convirtiéndose en uno de los descubrimientos paleontológicos más significativos de los últimos años en la Argentina.
Fue en ese contexto que el equipo de paleontólogos tomó la decisión de nombrar el sitio como Valle Joaquín. El gesto buscaba acompañar a Ibiricu y su esposa en el momento doloroso que atravesaban.
Más tarde, cuando los análisis confirmaron que se trataba de una especie de dinosaurio completamente nueva para la ciencia, sus colegas lo impulsaron a perpetuar ese homenaje en el nombre oficial de la especie.
El Joaquinraptor se suma así a la lista de dinosaurios argentinos cuyos nombres reflejan historias humanas, generalmente vinculadas a científicos e investigadores que logran la proeza del conocimiento.
¿Un dinosaurio de una tonelada que murió atragantado?
El hallazgo de este megarraptor de una tonelada de peso quedó documentado en la revista científica Nature Communications.
Ibiricu destacó que el animal tenía aproximadamente 19 años al momento de su muerte. "Cuando empezamos a limpiarlo apareció otro hueso. Nos dimos cuenta que no era del propio dinosaurio, sino de otro animal. Creemos que estaba alimentándose de ese cocodrilo. Medio en broma decimos que murió atragantado, aunque es muy posible", explicó el investigador.
Este dinosaurio pertenece a la familia de los megarraptóridos, un grupo conocido por poseer enormes garras en sus extremidades superiores. Los especialistas consideran que habría sido uno de los máximos depredadores de su ecosistema.
Durante millones de años, el ejemplar mantuvo oculto entre sus fauces un secreto paleontológico fascinante. Los investigadores confirmaron que "es el único hueso que no pertenece a Joaquinraptor, sino que se trata de un cocodrilo contemporáneo de este terópodo".
Este descubrimiento representa "un indicio de las posibles fuentes de alimento de los megarraptóridos en general y de este animal en particular", según explicaron los científicos en su publicación en la prestigiosa revista científica.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario