La pequeña localidad del sudoeste de Chubut ofrece más de 15 espejos de agua y una desconexión total. Cabalgatas, paseos y mucho para disfrutar, ver y escuchar.
Al sudoeste de Chubut, en pleno corredor de Los Andes, existe un pueblo escondido de la Patagonia donde el reloj parece haberse detenido. Río Pico se levanta a 759 metros sobre el nivel del mar, lejos del ruido y las multitudes, como un santuario de apenas unas decenas de habitantes ideal para quienes buscan reencontrarse con la naturaleza en su expresión más genuina.
La localidad emerge en el punto exacto donde la cordillera de Los Andes dialoga con la estepa patagónica, generando un mosaico de paisajes que parece no tener fin. Esa fusión de geografías crea un territorio único, atravesado por ríos caudalosos y salpicado de lagos que funcionan como espejos naturales bajo el cielo austral, con cascadas vírgenes que son la estrella del lugar..
El clima de esta región es frío y húmedo, con inviernos que pueden llevar el termómetro hasta los -13°C y veranos templados que alcanzan los 30°C. Durante los meses fríos, las intensas nevadas pintan el territorio de blanco. Pero la ventana ideal para visitar la zona se abre entre octubre y abril.
En esa época, las nevadas son esporádicas y el paisaje estalla en tonalidades verdes y azules. Además, la primavera y el verano traen consigo el deshielo andino, que alimenta los cursos de agua y transforma la región en un escenario de cascadas monumentales y ríos de caudal vigoroso.
El patrimonio arquitectónico del pueblo también narra su propia historia. Algunas casonas antiguas, construidas durante la década de 1930 con materiales como caña, barro y madera local, permanecen en pie como testimonio del pasado regional. Aunque actualmente sólo pueden apreciarse desde afuera, convierten al pueblo en un testimonio de la tradición local.
Un collar de espejos de agua
Alrededor de Río Pico se despliegan más de 15 lagos, lagunas y ríos que conforman un sistema hídrico de notable belleza. Y por momentos imponente.
Entre los más destacados figura el Lago Vintter, de gran extensión y aguas compartidas con Chile —donde se lo conoce como Lago Palena—. También sobresalen el Lago Engaño y los ríos Pico y Nilson, que ofrecen playas naturales y espacios para actividades de verano.
La variedad de ambientes poblados de vegetación y agua convierte a la zona en un destino predilecto para la observación. Pero no sólo de los paisajes: más de 100 especies de aves habitan estos rincones, creando una sinfonía natural que se mezcla con el sonido del viento entre los bosques.
Cascadas escondidas en el corazón de la Patagonia
Entre los atractivos más seductores de Río Pico se encuentran sus cascadas ocultas, muchas de ellas ubicadas en recovecos de difícil acceso. Algunas exigen atravesar campos privados y descender por profundos cañadones repletos de vegetación, recorridos que sólo resultan viables con el acompañamiento de guías locales.
Lo cierto es que el territorio ofrece múltiples opciones para quienes buscan experiencias al aire libre. Las caminatas guiadas por pobladores locales permiten descubrir senderos poco transitados, mientras las cabalgatas se presentan como alternativa para recorrer las vastas extensiones del lugar.
La Cascada de Opazo es uno de esos secretos que el verano revela en todo su esplendor. La Nilson, considerada una de las más imponentes de la región, nace de las lagunas que coronan los valles altos y se desploma a través de cañadones de aspecto casi fantástico.
Para quienes prefieren un acceso más sencillo, también hay opciones: existe una pequeña cascada muy cerca de la oficina de informes turísticos, alcanzable mediante una simple caminata muy breve.
Aunque no existen circuitos específicos para ciclismo, la tranquilidad de los caminos vecinales habilitados invita a improvisar recorridos en dos ruedas.
Algo une a todas estas opciones: cada actividad funciona como la puerta de entrada a experiencias en contacto directo con el entorno natural.
Pesca de nivel internacional
El generoso menú de cuerpos de agua —en especial los lagos Vintter, Guacho, Engaño, Berta Superior e Inferior— ha convertido al destino, también, en un imán para los amantes de la pesca de todo el planeta.
Las aguas albergan poblaciones robustas de truchas marrón, arcoíris y fontinalis. Cada lago presenta características propias: mientras en el Vintter se permite la pesca con motor, en el Engaño rige la modalidad de captura y devolución, con prohibición de máquinas de alta potencia.
Los ríos Pico y Nilson, ubicados hacia el oeste, resultan ideales para la pesca con mosca seca y ninfas, gracias a sus corrientes variables y lechos que favorecen la proliferación de insectos.
Eso sí: las autoridades locales insisten en la importancia de respetar la normativa vigente y contar con el permiso de pesca correspondiente. Se trata de resguardar la sostenibilidad ambiental y turística. Y visitar Río Pico implica no solo aceptarlas, sino respetarlas y promoverlas.
Alojamiento con sello local
El camping municipal se ubica en el centro urbano, a orillas del arroyo Jaramillo. Este espacio cuenta con fogones, sanitarios y duchas con agua caliente, y ofrece la posibilidad de convivir con la comunidad local en un ambiente de calma, apenas interrumpido por el murmullo del agua entre los árboles.
Pero la oferta de hospedaje en la zona incluye además cabañas, hosterías de campo y hasta domos. Todos tienen un factor común: fueron diseñados para que los visitantes se sientan parte del entorno.
Por otro lado, algunos de estos alojamientos proponen actividades complementarias como cabalgatas, pesca, paseos por la naturaleza y degustaciones de gastronomía regional.
En ese último rubro, hay un momento culminante. Todos los 4 de marzo, el pueblo celebra su aniversario (en el último cumplió 103 años) con un asado popular y actividades tradicionales como doma y destrezas criollas.
Río Pico no tiene red de datos móviles disponibles para los celulares, una particularidad que muchos viajeros interpretan como la oportunidad para una desintoxicación tecnológica.
Quienes no pueden deshacerse totalmente de la conectividad, igualmente, pueden recurrir a la red de Wi-Fi gratuita disponible en la oficina de informes turísticos, situada en el acceso a la localidad. Este servicio permite un contacto breve con el mundo exterior antes de sumergirse en la serenidad característica del destino.
Cómo llegar
El acceso Río Pico se realiza desde Esquel por la Ruta Provincial 259, pasando por Trevelin y que luego empalma con las rutas provinciales 17, 44 y 19.
Durante el invierno, cuando las nevadas intensas complican el tránsito, la alternativa recomendada es tomar la Ruta Nacional 40 y conectar con la RPN 19 a 69 kilómetros de Tecka.
Para deben moverse en transporte público, la empresa Transporte Jacobsen ofrece un servicio entre Esquel y Río Pico los miércoles y viernes.
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