A 32 años del hallazgo del Giganotosaurus, la bestia prehistórica de Neuquén que asombró al mundo
Los restos del megadepredador fueron encontrados en proximidades de El Chocón. Era mucho más grande que el Tyrex de la película Jurassic Park.
Se cumplen este lunes 32 años de un acontecimiento que cambió para siempre la historia de Villa El Chocón y del territorio de Neuquén: el descubrimiento del Giganotosaurus Carlonii, una bestia prehistórica que vivió hace 100 millones de años y cuya aparición también marcó un hito de la paleontología mundial.
El hallazgo comenzó el 25 de julio de 1993, a 18 kilómetros de Villa El Chocón y muy cerca del lago Ramos Mexía cuando Rubén Carolini, un empleado la empresa Hidronor y paleontólogo aficionado, hacía una de sus habituales exploraciones por el desierto y encontró huesos fosilizados del que se transformaría en el dinosaurio carnívoro más grande del mundo. Por eso lo bautizaron Giganotosaurus (“reptil gigante del sur”) y Carolinii, en honor a su descubridor.
El giganotosaurus era enorme
Apenas descubrió los restos, Carolini volvió a su casa y se puso a buscar en los libros de paleontología cuánto medía la tibia del Tyrannosaurus rex (hasta ese entonces el carnívoro más grande), teniendo en cuenta la pieza que había visto semienterrada y llamó al paleontólgo Leonardo Salgado para contarle sobre su hallazgo. Le dijo que la tibia era realmente enorme y que seguramente era mucho más grande que la del famoso “Tyrex”, el gran protagonista de la película Jusassic Park, recientemente estrenada por el director Steven Sipielberg.
El 17 de agosto de ese mismo año, Salgado junto con su colega Rodolfo Coria fueron a la zona del hallazgo y comenzaron a excavar en busca de más restos fósiles y pistas que confirmaran la corazonada de Carolini. Durante ese fin de semana largo hallaron más huesos y notaron que la tibia en cuestión medía 140 centímetros, diez veces más que el mayor hueso encontrado en ese momento.
Las extracciones de más restos fósiles se extendieron hasta noviembre de ese año. Para ese entonces habían rescatado más del 50 por ciento del esqueleto del Giganotosaurus. A partir de ese momento se produjo un quiebre en las investigaciones paleontológicas; un antes y un después de la aparición de aquel megadepredador.
Un descubrimiento clave en Neuquén
Sin embargo, la historia del gran descubrimiento no terminó ahí. Hubo mucho que estudiar para determinar las características del enorme animal y, fundamentalmente, confirmar el tamaño para demostrar que se trataba del carnívoro más grande del mundo. Después se establecería que la bestia medía 14 metros de largo, pesaba unas 8 toneladas y tenía una antigüedad aproximada a los 100 millones de años.
El descubrimiento fue más que importante que un mero hecho científico, ya que la información que aportó este enorme animal prehistórico generó un increíble entusiasmo no solo en la comunidad neuquina sino en el mundo de los paleontólogos.
Rubén Carolini, el aficionado y apasionado por la paleontología que descubrió el dinosaurio carnívoro más grande del mundo murió el 9 de septiembre de 2023, a los 79 años.
En efecto, su pasión por la paleontología inspiró a generaciones y permitió un mejor entendimiento del pasado de la Tierra, especialmente en la región patagónica que hace millones de años estuvo habitada por increíbles animales de distintas especies y con una amplia variedad de climas que fueron cambiando con el paso del tiempo.
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