El estacionamiento en Neuquén es un dolor de cabeza: los planes de los concejales para ganar más espacio
Una ordenanza permitió ganar 100 nuevos lugares en una antigua zona bancaria que seguía con los cordones pintados. Ahora, buscan revisar todas las zonas reservadas.
Después del avance de la última sesión en el Deliberante, con una ordenanza que permitió ganar unos 100 lugares de estacionamiento sobre la Avenida Olascoaga, los concejales de Neuquén capital buscan más alternativas para descomprimir el tránsito en el centro de la ciudad. Pese a que rige el estacionamiento medido, buscar un lugar para dejar el auto en el microcentro genera muchos dolores de cabeza para los automovilistas, por lo que ya piensan en eliminar otras prohibiciones y revisar los sectores reservados.
La concejal del PRO, Denisse Stillger, realizó un pedido de informes para saber cuántos espacios están reservados y no permiten a los particulares dejar su auto estacionado. "La idea es conocer cuántos módulos de estacionamiento están destinados a todo tipo de reserva, ya sea zona bancaria, instituciones públicas, discapacidad, carga y descarga, transporte público, etcétera", afirmó.
Además de tener información sobre los espacios de estacionamiento y las reservas o limitaciones de cada zona, tanto el PRO como el Movimiento Popular Neuquino (MPN) trabajan para revisar los mecanismos para obtener permisos especiales de estacionamiento, así como la posibilidad de reducir algunas zonas reservadas y así brindar más lugar para los particulares.
"Presentamos un proyecto para revisar todas las reservas de estacionamiento que existen en la ciudad", dijo Santiago Galíndez, concejal del MPN. Y agregó: "Son muchas, algunas quedaron obsoletas, otras no cumplen con la función o con el objetivo por el cual se otorgaron y a partir de esa revisión y la respuesta del ejecutivo generar un nuevo ordenamiento respecto a las reservas de estacionamiento".
Eliminar la zona bancaria en tiempos de homebanking
La edil es la autora del proyecto que liberó tres cuadras de prohibición de estacionamiento sobre la Avenida Olascoaga. En esa zona, que estaba reservada como zona bancaria, ya no quedaba ningún banco, por lo que la ordenanza buscó actualizar la normativa y brindar espacio de estacionamiento a las personas que concurren a hacer compras en esa comercial.
Ahora, se propone avanzar con otras zonas bancarias, como la calle Juan B. Justo, teniendo en cuenta que la medida se había implementado tras algunos hechos de inseguridad con clientes de los bancos que hacían extracciones de dinero en las sucursales. Hoy, gran parte de los movimientos financieros se hacen a través de homebanking, sin acudir a las sucursales, y también se redujo la utilización del dinero en efectivo. Por lo tanto, el espíritu de esa ordenanza no tiene la misma fuerza.
"Fue algo que estaba muy presente a partir del caso Píparo, pero hoy los delitos no son bancarios, son más cibernéticos y esa medida ya no tiene razón de ser", expresó Stillger en ese sentido.
"Yo propongo con respecto a la zona bancaria directamente eliminarla y que solamente queden dos módulos por banco, que es lo que se requiere para el camión de caudales y normalmente el móvil de seguridad que va atrás del camión de caudales. Hay casos donde el camión de caudales va solo y hay casos donde el camión de caudales va con un móvil de la policía", dijo y agregó: "Entonces, dejar dos módulos por banco, pero bueno, sí, ahí liberar todo lo que son las calles que hoy están utilizadas como zona bancaria, por ejemplo, la Juan B. Justo".
Otras revisiones para ganar estacionamiento
Galíndez explicó que el objetivo es revisar todas las reservas y excepciones con el objetivo de generar un reordenamiento urbano. Hoy, el microcentro de la ciudad se congestiona en las horas pico por la presencia de muchos automovilistas que circulan despacio buscando un espacio libre, o aquellos que no cumplen las normativas de tránsito y frenan en doble fila.
"Uno de los objetivos es seguir agilizando el tránsito en la ciudad", dijo y aclaró que a veces la falta de espacios disponibles se debe a algo tan simple como un cartel que no fue retirado. "Algunas plazas reservadas fueron solicitadas por ciertas personas o establecimientos, que ya no están más o se mudaron y el cartel de reserva o el cordón pintado sigue estando y eso imposibilita que se estacione ahí", aseguró.
Stillger explicó que hace falta revisar también las reservas de estacionamiento que utilizan las oficinas públicas. "Hay muchas oficinas públicas; por ejemplo, la Municipalidad, donde prácticamente toda la cuadra está destinada a reserva para justamente el municipio y el intendente, que sería el único que quizás debería tener una reserva por una cuestión de importancia, tiene su propia cochera, por lo tanto, no es necesario ese tipo de reservas, a mi entender", expresó.
En el caso de las reservas de estacionamiento para paradas o transporte público, la concejal aclaró que podría analizar la opción de achicarlas. "Hay cuadras donde el 70% de la cuadra está destinada a reserva de taxi, quizás achicándola se pueden ganar lugares, pero no de manera tan significativa como la zona bancaria", afirmó.
En el caso de las zonas reservadas por restaurantes, que habían solicitado ampliar su aforo con zonas abiertas cuando regían los protocolos sanitarios por coronavirus, Stillger opinó que son espacios que se siguen usando y por las que los locales gastronómicos pagan impuestos. "Se hizo un informe en la comisión de legislación, vinieron los gastronómicos, ellos tributan por esas reservas que se utilizan para los espacios gastronómicos y realmente le dan un uso, digamos que sirve. Por lo tanto esas reservas no se tocarían", aclaró.
Qué pasa con las reservas por discapacidad
En el marco de la actualización de estas normativas, los concejales también buscan revisar la forma de obtener permisos de estacionamiento libre para personas con discapacidad. Stillger aclaró que no tienen intención de quitar este derecho a las familias que tienen que trasladar a personas con movilidad reducida, pero sí revisar los mecanismos para otorgar los permisos, con el objetivo de que realmente sean personas que necesiten el estacionamiento.
"Para el caso de las reservas por discapacidad lo que se busca es hacer una revisión de la normativa para otorgarlas, pero no quitarlas", dijo Stillger y aclaró que hoy obtener ese permiso exige de trámites engorrosos que podrían simplificarse. Otro punto se basa en revisar los criterios para otorgar los permisos de estacionamiento y que se destinen realmente a esas personas con una discapacidad que afecte su movilidad.
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