El parador Kacike consolidó una clientela heterogénea, nutrida por el turismo criollo y extranjero y los camioneros que van y vienen a Chile.
La frontera en el plato: esta es la historia de un parador gastronómico instalado a quinientos metros de la aduana de Pino Hachado. Es la experiencia y el desafío de adaptarse al paradisíaco lugar cordillerano y al ritmo vertiginoso del tráfico vehicular internacional.
"Kacike" es un emprendimiento privado que montó Ángel Salazar (de Rincón de los Sauces) y que administra Claudio Schwarz. La trayectoria en la zona los ha llevado a convertirse en un faro para turistas y lugareños que buscan y aprecian sus servicios de comida y alojamiento. Además, se han ganado un excelente espacio para fomentar la economía y la cultura local.
Es así que en medio de la nieve y el paisaje invernal -a 65 km de Las Lajas- se destaca el establecimiento gastronómico y hospedaje como un refugio cálido y acogedor para los viajeros que cruzan –de ida y vuelta– por el paso fronterizo.
“Estamos ubicados en un lugar estratégico. Este parador ofrece una experiencia única para todos aquellos que buscan disfrutar de una comida caliente y un ambiente agradable en pleno invierno”, contó Claudio a LMNeuquén. Asimismo, relató que en esta época, sobre todo después del paso de la tormenta de “Santa Rosa”, los huéspedes o comensales se sienten atraídos por el paisaje nevado.
“El parador se adapta a las necesidades y preferencias ya sea de parejas, familias o grupos de amigos. Nuestra intención es que vivan y disfruten intensos momentos de felicidad y de tranquilidad en medio del invierno”, enfatizó Claudio.
La gastronomía en la frontera
Además de la deliciosa comida, el parador ofrece un ambiente confortable y relajante. Los visitantes pueden disfrutar de una vista impresionante del paisaje invernal distinguido por la presencia de la nieve, mientras se calientan con una taza de café o té. “El parador es un lugar ideal para hacer un alto y descansar durante un viaje largo o simplemente para disfrutar de un momento de tranquilidad en medio de la naturaleza”, expresó el encargado. El parador ofrece un menú conformado por una variedad de platos típicos de la región, junto a los clásicos platos ligeros y saludables.
Claudio relató que el restaurante del parador se propone “imponer la comida de olla”. Remarcó que siempre ha sido bien recibida por turistas de Buenos Aires y de distintas nacionalidades que han pasado a disfrutar las delicias de la cocina fronteriza. “Guiso de mondongo, guiso de ternerita o guiso de lenteja son nuestros platos recomendados para el invierno”, destacó, pero no dejó de lado otras opciones con alta demanda como el pollo al disco, el cordero marinado, el asado y las minutas.
El confort del alojamiento
“Este parador es un hallazgo increíble”, reza uno de los tantos mensajes dedicados al parador "Kacike", por turistas de todo el país y el exterior a través de las redes sociales. Además de las bondades gastronómicas, los visitantes destacan el confort de los alojamientos del parador, como la “imperdible vista a la nieve” que ofrecen sus habitaciones.
Claudio Schwarz recalcó que en la génesis del emprendimiento estaba la idea de que “los turistas y automovilistas dispongan de un lugar donde quedarse cuando se cierra el paso fronterizo, además de conformar a quienes buscan disfrutar del paisaje cordillerano haciendo trekking y otras actividades de montaña”. El emprendimiento cuenta con dormis “tipo cabaña o iglú”.
El alojamiento ofrece "8 cabañas con 2 camas y 1 cabaña con 2 cuchetas, es decir 4 camas. También contamos con un tráiler preparado para alojar turistas”. El parador atiende desde las 7 de la mañana hasta las 00. La ubicación del inmueble es una de las claves para él éxito comercial del emprendimiento, ya que se enclava exactamente en la intersección de la ruta provincial 23, que conduce a Villa Pehuenia), y la ruta nacional 242, que va hasta la aduana de la frontera.
Los clientes
En un año y medio de funcionamiento, el parador "Kacike" se adaptó a la vida en la frontera y al entorno natural como así también a las múltiples características de una demanda nutrida por clientes de diferentes nacionalidades. “Eso nos obliga a marcar la diferencia en la gastronomía y en la hospitalidad ya que somos una especie de puente entre culturas”, describió Claudio.
Destacó también que el parador forjó una estrecha relación con los camioneros. Para eso, contempló un dispositivo para la atención de los trabajadores del volante que cruzan la Cordillera independiente del que contiene la demanda turística. Los choferes del transporte de carga se enfrentan repetidamente a cierres del paso, fundamentalmente por la acumulación de nieve. En esos casos, "se vienen caminando al parador para comer o descansar”, afirmó el administrador.
El restaurante, además de la comida, ofrece espacios para disfrutar en familia del karaoke o las guitarreadas. El comercio tiene dos números telefónicos habilitados para consultas y reservas de sus servicios: 2942-511897 o 299-6039935.
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