Ex empleados de la línea aérea neuquina y estudiantes de nivel medio y terciario se unieron para rescatar la aeronave de una chatarrería.
El histórico avión de la flota de Transportes Aéreos Neuquén (TAN), una nave conocida como Collón Curá, fue recuperado de una chatarrería y ya llegó a su etapa final de restauración, gracias a un trabajo compartido que busca honrar la historia de la aerolínea de bandera neuquina y su personal.
El ambicioso proyecto es liderado por la Cooperativa SAN (Servicios Aéreos Neuquinos), formada por exempleados de TAN, e involucró a los estudiantes del Colegio San José Obrero de Neuquén capital.
Roberto Luis Fernández, ingeniero industrial mecánico y Jefe de Taller del Colegio San José Obrero, explicó que el proyecto comenzó a tomar forma tras la publicación del libro “Alas Neuquinas para la integración regional”, escrito por Diego Wonham, un controlador aéreo apasionado por la aviación neuquina. La publicación, que relata la historia de la aerolínea TAN, generó una gran repercusión y esto motivó a exempleados a brindar información al autor.
"Hasta que llegó el dato de que había un avión de la flota que supo tener la línea y que estaba en una chacarita de la zona, cerca de Centenario, justamente en condición de chatarra, tirado", expresó.
En diálogo con LU5, el docente relató que de forma inmediata se inició una colecta de fondos. Una vez logrado el capital necesario para la compra, el avión fue trasladado a las instalaciones de la Cooperativa SAN. Los miembros de la cooperativa, deseosos de concretar la puesta en valor del avión para convertirlo en un futuro monumento, convocaron a todas las escuelas técnicas de la capital para solicitar colaboración.
"Y ahí entra el San José Obrero, que fue el único colegio que dijo sí, en la primera reunión dijimos que sí", afirmó el profesor y aclaró que, desde entonces, la restauración se tradujo en un segundo ciclo lectivo completo de trabajo para la escuela.
Entre el valor histórico y el desafío del taller
El avión, conocido como Collón Curá, es una de las tres aeronaves que se trajeron de Estados Unidos para conformar la flota de TAN. Aunque uno de los aviones se vendió y otro sufrió un accidente cuando cayó, según se estima, en la zona de San Martín de los Andes, el tercer ejemplar pasó de chatarra a ser monumento.
"Queremos que sea un monumento para homenajear tanto a la línea de bandera que supimos tener como así también a todo su personal y a todo el personal médico porque este avión tuvo mucho protagonista en los vuelos sanitarios que salvaron a muchísima gente", expresó. "Y también como homenaje al avión un compañero de este que fue el que se cayó", afirmó.
Fernández destacó que el avión Collón Curá fue traído por Aldo Mástice, el creador de la bandera y el escudo provincial, lo que le brinda un valor histórico adicional. Agregó que, más allá de la reparación cosmética, los que observan los cambios se sorprenden con las fotografías que muestra el antes y el después.
El trabajo que realizan los estudiantes se enmarca dentro de las prácticas profesionalizantes del colegio. El año anterior, la labor la realizaron los alumnos de nivel medio (quinto año), y este año la llevan adelante jóvenes y adultos del Centro de Formación Profesional, quienes asisten en horario nocturno.
El profesor aseguró que el trabajo incluyó una gran complejidad de desafíos metalúrgicos. El avión se fabricó enteramente en aluminio, lo cual imposibilita el uso de la soldadura. Por ello, el equipo debió diseñar y armar toda una estructura metálica. Tuvieron que ensamblar las alas, los planos de la cola y fabricar simulaciones de las partes donde van los motores (que no estaban presentes). Todas estas piezas debieron combinarse con el fuselaje de aluminio mediante un anclaje a través de bulonería.
El colegio técnico usa estos proyectos para impulsar la búsqueda de igualdad de oportunidades para sus estudiantes. La meta en las prácticas profesionalizantes siempre es que los jóvenes adquieran nuevas competencias para tener más oportunidades al momento de buscar trabajo.
La creación del monumento
Fernández explicó que la meta actual es dejar el avión en condición de ser pintado antes de que finalice el año. Después, trabajarán en colocar los vidrios, con especial cuidado de los desafíos de mantenimiento, ya que se planea colocar la nave en altura, a unos 3,5 metros.
A pesar de que el trabajo metalmecánico se acerca a su fin, la etapa de pintura requiere apoyo. El proyecto ha sido financiado en su totalidad mediante donaciones. Roberto Luis Fernández enfatiza que "desde el primer cañito al último que hemos utilizado del primer bulón a la última torca, ha sido todo con fondos privados" y con un gran aporte de la cooperativa SAN.
Originalmente, se tenía la expectativa de que la pintura estuviera a cargo de la Policía de Neuquén. Sin embargo, como la situación aún no se define, el Colegio San José Obrero está activamente buscando sponsor para los materiales de pintura. El llamado es para cualquier empresario, especialmente aquellos cercanos al rubro, que puede acercarse al colegio a hacer su donación.
Una vez finalizada la restauración, el avión, que es propiedad de la cooperativa SAN, pasará a manos del municipio de Neuquén mediante una donación. Aunque la decisión final sobre el emplazamiento corresponde a las autoridades municipales, el equipo a cargo de la restauración sugiere que la rotonda exterior del aeropuerto sería el lugar ideal.
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