Fue rescatado y devuelto a una zona boscosa. Se trata del marsupial más austral.
Luego de un trabajo articulado entre la Red de Rescate de Fauna Silvestre Ñacurutú y la Dirección Provincial de Fauna, Áreas Naturales Protegidas y Centro de Ecología Aplicada del Neuquén, pudieron liberar un ejemplar de monito del monte (Dromiciops gliroides) en las inmediaciones del lago Lolog.
El monito de monte es un marsupial que está presente en varios parques nacionales de la Patagonia. Este ejemplar fue rescatado por la red Ñacurutú, estuvo durante tres días bajo observación y cuidados en manos de voluntarias. Y una vez que aseguraron sus condiciones físicas, fue devuelto a su hábitat natural en una zona boscosa de la región.
Vale aclarar que el monito del monte no es de la familia de los primates, sino que recibió su nombre por su habilidad para trepar la vegetación. Tiene el pulgar oponible y su cola es prensil, lo cual facilita esta práctica.
Mide de 8 a 12 centímetros, y por su tamaño es parecido a un roedor. Pero, en realidad, se trata de un marsupial endémico de los bosques húmedos andino patagónicos de Argentina y de Chile.
Le gusta el sotobosque muy denso y tiene hábitos nocturnos por lo cual resulta muy difícil verlo. Come invertebrados - como cascarudos- y también frutos de plantas del sotobosque como el Quintral, entre otras. Al hacer esto, es el único animal que dispersa las semillas y cobra por eso una gran relevancia: un animal tan pequeño resulta ser una pieza clave para la supervivencia de ésta y otras plantas nativas de la Patagonia.
“Acá hay una relación entre esta planta y el monito de monte que data de más de 70 millones de años”, indicó Martín Monteverde, director general del CEAN y explicó que se denomina “mutualismo de dispersión”.
Vulnerable
Los especialistas advirtieron que esta especie está en peligro de extinción y fue categorizada como vulnerable tanto en Argentina como en Chile.
Su conservación reviste una gran importancia, no solo por ser el único representante vivo de su orden, sino también por su restringida distribución geográfica. El desarrollo urbano y la industria maderera es una amenaza para los ecosistemas que este marsupial habita.
La liberación del ejemplar destaca la necesidad de sensibilizar a la comunidad sobre la preservación de estas especies y sus hábitats, esenciales para el equilibrio del ecosistema patagónico.
Un sorprendente hallazgo
Hace algún tiempo atrás, en la zona de las Lagunas de Epulafquen, se confirmó la presencia del monito del monte, luego de dos años de investigación, tiempo durante el cual se colocaron cámaras trampas para capturas con vida. El trabajo posibilitó dar con 4 ejemplares los cuales fueron medidos, se les tomó el peso y además se tomaron muestras de pelo y parte de una de sus orejas para obtener su ADN.
Esta especie tiene antecedentes de vida en la zona lacustre de San Carlos de Bariloche, pero la especie hallada en Neuquén es otra. La investigación comenzó en marzo del 2020, cuando instalaron cinco cámaras trampas, con sebos de banana, en los cañaverales de las Lagunas. Luego de varias jornadas se pudo confirmar la presencia del animal, toman fotos y videofilmaciones del mismo.
La captura de los ejemplares se logró con la colocación de 28 trampas con sebos de banana y se dio inicio a la investigación científica.
Los monitos del norte neuquino miden entre 10 y 15 centímetros con una cola cuya extensión es similar a la de su cuerpo. Son de pelo color pardo, tienen ojos grandes y se alimentan principalmente de insectos. En los primeros informes, los investigadores indicaron que también “comen frutos silvestres para poder acumular reservas energéticas en su cola para poder sobrevivir en invierno”.
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