Este jueves comienza la segunda reunión paritaria después de una semana de conflicto con ATE y Salud Ocupacional. Inquieta el dato de la inflación en Neuquén.
La segunda reunión paritaria adelantada de los estatales neuquinos, convocada para este jueves, llega en un clima de máxima tensión en Neuquén y con el dato de la inflación provincial del 2,7% en octubre. Los ánimos están caldeados tras el último conflicto sindical, cuando ATE realizó un paro de dos días por las irregularidades denunciadas en Salud Ocupacional, que terminó en un acuerdo para participar del control de las licencias médicas.
Uno de los puntos que podría volver a irrumpir en la mesa es justamente ese: el pedido público de renuncia de la médica y funcionaria Fernanda Pérez Gregori, directora de Salud Ocupacional del Consejo Provincial de Educación (CPE). Desde el gremio ATEN denunciaron fallas en licencias, controles y certificaciones médicas, y adelantaron que no bajarán ese reclamo.
Pero el verdadero eje de la discusión será salarial. Hasta el momento, no hay una propuesta oficial del Gobierno provincial, y la gran pregunta es si el ministro de Gobierno, Jorge Tobares, y su equipo pondrán sobre la mesa un número concreto, o si la reunión será apenas un intercambio previo al cierre del año.
Marcelo Guagliardo entrando a la mesa paritaria de ATEN.
De acuerdo con fuentes sindicales, si no hay una oferta concreta o si el Gobierno propone un aumento “testigo” -por ejemplo, una suma fija no remunerativa o un tope del 10%, ATE y ATEN, UPCN y Viales podrían convocar a asambleas y medidas para la próxima semana.
Paritaria estatal en Neuquén: qué pasa con el IPC
En cambio, si la provincia mantiene la cláusula del IPC o propone una fórmula mixta (suma fija más ajuste trimestral o mensual), la negociación podría avanzar y cerrar antes de fin de año con una tregua temporal.
Por ahora, el escenario más probable es de indefinición, porque el acuerdo vigente para los estatales en Neuquén finaliza el 31 de enero, y en este caso, la actualización del último pago del acuerdo, vendría en febrero de 2026. Bastante tiempo como para negociar, aunque pocos quieren estar sentados en una mesa en diciembre, que siempre fue un mes simbólicamente difícil. Lo que nadie espera es un acuerdo rápido ni una oferta contundente.
El gobierno nacional, bajo la línea de Javier Milei, fijó una pauta del 10% anual para los aumentos de los empleados públicos, y en las paritarias del sector privado, pero Neuquén tiene otra realidad. Los sindicatos locales buscan sostener el ajuste trimestral IPC, un mecanismo que hasta ahora permitió evitar una pérdida mayor del poder adquisitivo.
UPCN en la paritaria adelantada de estatales en Neuquén.
La provincia tiene un sistema particular de actualización que mezcla la inflación del INDEC con la de Neuquén, que suele ser más alta. Sin embargo, al aplicar el promedio ponderado, los gremios aseguran que este año ya perdieron entre un 4 y un 4,5 % de sus salarios reales, debido a que el índice nacional es más bajo. Es un tema algo extraño, porque hace unos años, el ponderado era con el IPC de Córdoba y en algunas ocasiones el promedio fue distinto el de actualización.
“Todos los meses perdemos algo del salario frente al costo de vida real de Neuquén. Queremos recuperar ese desfase y mantener la cláusula del IPC”, explicaron fuentes gremiales.
El gobierno, por su parte, intenta contener el gasto público y mostrar disciplina fiscal ante Nación. Pero el tema es más político que económico. Si Provincia acepta el tope nacional, podría romper la paz sindical que la provincia logró sostener durante 2024; si mantiene el esquema del IPC, empieza a generar alguna disonancia con las metas fiscales que se fijó Milei, sobre todo después de ganar las elecciones legislativas, y el apoyo financiero que tuvo del Tesoro de los Estados Unidos, para mantener el precio del dólar.
Sueldos bajo la lupa y clima social tenso
El otro debate subyacente es social y lo que pasa en Neuquén, donde no todo pasa por la realidad de los 64 mil empleados estatales. En parte de la comunidad neuquina crece el malestar por los salarios del sector estatal, que en algunos rubros promedian los 3 millones de pesos, cifras muy superiores a las de otros sectores de la economía local, donde muchas familias dependen de dos o tres trabajos.
El gobierno sabe que cualquier mejora salarial significativa puede ser vista como una “provocación” en un contexto de caída de la actividad privada, recesión y aumento del desempleo. Pero también sabe que si no mejora los sueldos estatales, las medidas de fuerza volverán a multiplicarse.
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