Planes sociales: el silencioso policía que siguió a los imputados hasta por Facebook
Un cabo primero de Delitos Económicos cotejó las fotos de los cajeros con los sistemas federales y provinciales. Desenmascaró a los extractores de dinero.
La estafa con los planes sociales que generó una gran conmoción política en Neuquén tuvo un punto inicial en la investigación, tras un meticuloso trabajo policial. Fue un cabo primero quien se dedicó a cotejar las caras de los imputados, entrar en los sistemas y redes sociales de los exempleados del ministerio de Desarrollo Social, que organizaban extracciones de dinero en ráfaga en los cajeros del Banco Provincia de Neuquén.
Cristian Berdugo, integrante del Departamento de Delitos Económicos de la Policía provincial desde 2016 y declaró este lunes en la undécima audiencia del juicio por la estafa. Fue él quien tuvo a su cargo la tarea de identificar a las personas que, con distintas tarjetas de débito, retiraban dinero de manera sistemática en los cajeros del BPN, luego de un informe del Departamento de Prevención de Fraudes. El policía dio un análisis muy detallado y respondió a preguntas de los fiscales y defensores.
Berdugo elaboró un informe determinante fechado el 15 de noviembre de 2022, en el que detalló el análisis de las cámaras de seguridad de los cajeros automáticos, cruzó horarios de extracciones con los registros de movimientos bancarios y cotejó datos con herramientas de la Policía Federal y Provincial. No solo eso, sino que también recurrió a redes sociales como Facebook e Instagram para confirmar identidades, reconocer rostros y ubicar a cada imputado.
En su declaración como testigo, explicó que utilizó el Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (SIFCOP) y el Sistema Georeferencial de Análisis Delictual (SIGAD), y accedió mediante los DNI de las personas a fotografías oficiales. Eso le permitió identificar a los denominados “extractores”, personas que retiraban dinero en los cajeros de manera repetida, con tarjetas que no estaban a su nombre.
Planes sociales: de a poco fueron identificando las caras
Entre las personas identificadas se encuentran Marcos Osuna, Pamela Cea, Lucía Soto, Javier Vergara, Pablo Sanz, Isabel Montoya y Valeria Honorio. En uno de los casos, Berdugo logró documentar a Lucía Soto realizando una extracción el 2 de mayo de 2022 en un cajero ubicado sobre calle San Martín, en Centenario. Las imágenes y horarios coincidían exactamente con los movimientos bancarios, y consolidaron así una prueba fundamental para la fiscalía y la querella.
Sin embargo, no todos los que aparecen en los videos están imputados. Incluso, algunos con menos extracciones de dinero tienen que someterse al juicio, en tanto que otros ligaron el sobreseimiento, aportando pruebas a la causa.
Las filmaciones en la audiencia fueron largas y repetitivas. En ellas se podía ver cómo se organizaban las rondas de extracciones a toda hora. Por ejemplo, a las 9 de la mañana o después de la medianoche, en varios cajeros. Parte de los imputados operaban con distintas tarjetas de beneficiarios, que ya tenían las claves. En cada cajero podían estar alrededor de 10 minutos, es por eso que elegían horarios en los que no había demasiada gente para no llamar la atención.
Dado el volumen de grabaciones y la cantidad de repeticiones de rostros en distintos horarios y sucursales, se realizó una convención probatoria con otros dos integrantes del Departamento de Investigación. La coordinación entre ellos permitió unificar criterios y consolidar los datos obtenidos.
El trabajo del cabo Berdugo supuso una labor analítica y de inteligencia, que combinó la tecnología, redes sociales y experiencia investigativa. Su intervención fue el primer paso en la causa -que investiga una presunta defraudación al Estado a través de planes sociales cobrados por terceras personas- y avanzara hasta el procesamiento de varios implicados.
El seguimiento de los videos
La estafa, según la hipótesis fiscal, consistía en la apropiación sistemática de planes sociales asignados a personas reales, pero gestionados y cobrados por una red que controlaba tarjetas, claves y movimientos. El seguimiento de los videos y el cruce de datos con los sistemas policiales fue lo que permitió, en silencio, que cayera una red que parecía intocable.
Verdugo fue el ojo detrás de las pantallas, el que miró una y otra vez las filmaciones de cajeros, el que comparó horarios, rostros y movimientos de las tarjetas. Su informe detalló nombres y fechas y fue el eslabón en una cadena de pruebas que hoy mantiene a varios imputados al borde de la condena.
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